por Lidia Ferrari
En Italia, donde vivo, no hay centrales nucleares y el petróleo se importa. El consumo eléctrico es caro y además muy regulado. Mi casa tiene un límite al consumo creo que de 2,5 KW. No puedo consumir más de 2,5 KW simultáneamente. Esto significa que si enciendo el aire acondicionado, la plancha y el lavarropas al mismo tiempo, saltan los tapones. Si quiero subir el límite de consumo de la casa, puedo hacerlo, pero debo pagar más el precio de la energía extra.
En Francia, con más de 50 centrales nucleares, en cambio, la gente acostumbra a usar muchos artefactos eléctricos y la energía se paga algo menos. Lo pagan con el riesgo de las centrales nucleares por todos lados.
Casi todas las personas que conozco en Buenos Aires o tenían o han comprado un aire acondicionado y electrodomésticos nuevos. El crecimiento del consumo significa consumo de energía mayor. Esto trae problemas pues la energía no es infinita. Basta hacer una cuenta de 2 + 2. El problema es que para algunos argentinos la matemática ya no es 2 + 2 = 4. Ahora las matemáticas modernas dicen: 5 + 2 = Culpa del Gobierno, 8 x 8: Culpa del gobierno.
Con estos avances científicos, la meteorología argentina ha descubierto nuevas causas para las olas de calor. Se ha comprobado que los 39º grados de calor son efecto de la falta de previsión del gobierno en la orientación de los vientos estivales.