ANTOJO Vicente Luy. Hoy medianoche FM La Tribu
Va una:
Terminada la conversación alguien se nos acerca, camina con nosotros.
(A mi)
-Y usted, ¿a qué se dedica?
-Soy poeta.
-Hmm (demostrando interés) ¿y de qué escribe?
-Cualquier cosa. Nada es importante.
Otra:
Entre nosotros, el misterio de la fe
ha pasado de moda sin develarse,
Somos un grupo de cómodos.
Nos gusta comer, ver partidos
y que nos chupen la
pija.
Otra:
Fito perdió el poder de síntesis.
Yo no.
Nunca lo tuve.
Lo que tiene de bueno es que te dejan en paz.
Otra:
Labio superior.
Labio inferior.
Capuchón.
Mi novia se afeitó la conchita.
Llegó con su vestido nuevo
verde manzana, los labios rojos
y florcitas en el pelo.
Compré una Heineken
y salimos al patio.
Hablamos de la vida.
Inconscientemente vamos por un camino,
y concientemente nos ponemos a buscar otro camino,
en vez de hacer conciente el camino por el que vamos.
Lo que esta mal, está mal.
Pero lo que está bien
también está mal.
Charlalo con tus padres.
No hace una hora, intervine un recital de Aristimuño.
Vieja Usina. Entradas agotadas.
Igual, insistí diciendo que venía a ver a Lisandro
que le traía un libro, que le preguntaran a él.
Vicente Luy; soy el poeta Vicente Luy le dije al sujeto a cargo.
Mi plan era otro.
Yo quería entrar antes; fui una hora antes
para curtir camarines y pedirle que me invite a subir a leer.
Estaba, estoy, muy para adelante.
El tipo no me conoce. Le mandé un libro con Marce
pero no sé si ya lo recibió.
Confío ciegamente en mi poesía
y fui a saludarlo, pero, también, a audicionar.
En síntesis: no me dieron paso hasta empezado el concierto.
Y mientras sonaban las canciones, la ocurrencia fue tomando cuerpo
SE HIZO CARNE EN MI
Esperé a que terminaran los bises y me trepé al escenario.
La gente iniciaba la retirada.
Corrí al micrófono y grité:
Soy el pez
Soy el pez
Soy el pez
el que por la boca muere
pero también / el que nada contra la corriente
Me cortaron el sonido.
Seguí con Venderle el alma al diablo, y vinieron a sacarme
los de la producción.
No me querían dejar terminar el poema del scrabble
me lo quisieron cortar a la mitad.
Ni los miré.
Seguí gritando.
La gente se iba, y todos pasaban en frente mío.
Algunos prestaron atención a este lapso.
Pero sólo respondieron cuando dije "usá tu odio para el bien común".
Como en un ensayo de orquesta, emitieron un sonido.
Igual, se siguieron yendo.
Los productores volvieron por mí.
Los ignoré.
Dije 4 poemas más y me llevó la policía.
Un adicional.
Por suerte, me dejaron ir; me expulsaron.
Llevaba flores empapeladas en la etiqueta.
En un mundo lleno de amor, Lisandro hubiera venido a rescatarme.
En una de esas, con la adrenalina post show, no me oyeron.
(Para leer la nota completa, clickear acá). Hoy a medianoche en FM La Tribu vamos a hacer un Antojo Vicente Luy.
por Maxi Diomedi
Un 3 de mayo de 1961, en la ciudad de Córdoba, nacía el poeta Vicente Federico Luy. Era, entre otras cosas, cultor de la poesía express. ¿Qué significa? “No hay mucho que decir. La poesía express implica un lenguaje oral, rápido. Y remite, como todo, a la política. Así hables sólo de sexo", explicó él mismo en una entrevista. En la poesía de Vicente se habla (con nombres propios) de política, amigos, novias, sexo, fútbol, rock. De la vida en general, bah. De amar y odiar a la vida. Con palabras. Reflexionando, a su vez, sobre el lenguaje. Y con humor, mucho humor.
Terminada la conversación alguien se nos acerca, camina con nosotros.
(A mi)
-Y usted, ¿a qué se dedica?
-Soy poeta.
-Hmm (demostrando interés) ¿y de qué escribe?
-Cualquier cosa. Nada es importante.
Otra:
Entre nosotros, el misterio de la fe
ha pasado de moda sin develarse,
Somos un grupo de cómodos.
Nos gusta comer, ver partidos
y que nos chupen la
pija.
Otra:
Fito perdió el poder de síntesis.
Yo no.
Nunca lo tuve.
Lo que tiene de bueno es que te dejan en paz.
Otra:
Labio superior.
Labio inferior.
Capuchón.
Mi novia se afeitó la conchita.
Llegó con su vestido nuevo
verde manzana, los labios rojos
y florcitas en el pelo.
Compré una Heineken
y salimos al patio.
Hablamos de la vida.
No casualmente, recuerdo, el recital de poesía en Vuela el Pez de 2012, donde los amigos de Vicente lo despidieron celebrando su poesía después de su suicidio en Salta, se llamó "Hablamos de la vida". Hernán, su amigo, escribió: "Sus libros son muy, pero muy parecidos a él. Quizá por eso sea difícil hablar de su poesía sin hablar de su vida. Porque hablamos de la vida".
Inconscientemente vamos por un camino,
y concientemente nos ponemos a buscar otro camino,
en vez de hacer conciente el camino por el que vamos.
Lo que esta mal, está mal.
Pero lo que está bien
también está mal.
Charlalo con tus padres.
Nueve meses después de su muerte, la editorial Crack up editó Plan de operaciones/ La única manera de vivir a gusto es estando poseído. El primero está trabajado entre 2009 y 2010 junto a Mariela Laudecina (poeta) y el segundo contiene poemas inéditos que Luy dejó desperdigados entre sus amigos. Allí está incluído ste otro:
No hace una hora, intervine un recital de Aristimuño.
Vieja Usina. Entradas agotadas.
Igual, insistí diciendo que venía a ver a Lisandro
que le traía un libro, que le preguntaran a él.
Vicente Luy; soy el poeta Vicente Luy le dije al sujeto a cargo.
Mi plan era otro.
Yo quería entrar antes; fui una hora antes
para curtir camarines y pedirle que me invite a subir a leer.
Estaba, estoy, muy para adelante.
El tipo no me conoce. Le mandé un libro con Marce
pero no sé si ya lo recibió.
Confío ciegamente en mi poesía
y fui a saludarlo, pero, también, a audicionar.
En síntesis: no me dieron paso hasta empezado el concierto.
Y mientras sonaban las canciones, la ocurrencia fue tomando cuerpo
SE HIZO CARNE EN MI
Esperé a que terminaran los bises y me trepé al escenario.
La gente iniciaba la retirada.
Corrí al micrófono y grité:
Soy el pez
Soy el pez
Soy el pez
el que por la boca muere
pero también / el que nada contra la corriente
Me cortaron el sonido.
Seguí con Venderle el alma al diablo, y vinieron a sacarme
los de la producción.
No me querían dejar terminar el poema del scrabble
me lo quisieron cortar a la mitad.
Ni los miré.
Seguí gritando.
La gente se iba, y todos pasaban en frente mío.
Algunos prestaron atención a este lapso.
Pero sólo respondieron cuando dije "usá tu odio para el bien común".
Como en un ensayo de orquesta, emitieron un sonido.
Igual, se siguieron yendo.
Los productores volvieron por mí.
Los ignoré.
Dije 4 poemas más y me llevó la policía.
Un adicional.
Por suerte, me dejaron ir; me expulsaron.
Llevaba flores empapeladas en la etiqueta.
En un mundo lleno de amor, Lisandro hubiera venido a rescatarme.
En una de esas, con la adrenalina post show, no me oyeron.
(Para leer la nota completa, clickear acá). Hoy a medianoche en FM La Tribu vamos a hacer un Antojo Vicente Luy.