por Oscar Cuervo
Durante el Congreso Nietzsche celebrado en la Biblioteca Nacional el 8 y 9 de mayo pasados hubo exposiciones teóricas, intervenciones músico-filosóficas, un performer, Mariano Dorr, que hizo de Foucault en base a un texto escrito por la propia Esther Díaz...
"Aunque estaba anunciado en el programa, muchos se limpiaron los lentes cuando este Michel caracterizado entró en escena. Importante: el performer no es un actor, la ficción no es total. La ponencia que va a leer tiene momentos desopilantes pero estos gozan de sustancia y veracidad; el intérprete es Mariano Dorr, ensayista, narrador, periodista cultural. Rapado especialmente para la ocasión, Dorr habla en primera persona y reinterpreta el pensamiento foucaultiano como si el mismísimo filósofo hubiera vuelto de la tumba para defenderse de intérpretes y reapropiadores. Ahora el performer resalta el nacimiento del concepto de biopolítica: “Algunos jóvenes talentosos tuvieron acceso al contenido de mis cursos: Agamben, Esposito, Negri... Es increíble la capacidad de Agamben para tomar un término trabajado por mí y desarrollarlo de manera tal que termina creyendo que lo inventó él. Esposito hace más o menos lo mismo, pero sin la soberbia de Agamben”. (Completo acá)
"Aunque estaba anunciado en el programa, muchos se limpiaron los lentes cuando este Michel caracterizado entró en escena. Importante: el performer no es un actor, la ficción no es total. La ponencia que va a leer tiene momentos desopilantes pero estos gozan de sustancia y veracidad; el intérprete es Mariano Dorr, ensayista, narrador, periodista cultural. Rapado especialmente para la ocasión, Dorr habla en primera persona y reinterpreta el pensamiento foucaultiano como si el mismísimo filósofo hubiera vuelto de la tumba para defenderse de intérpretes y reapropiadores. Ahora el performer resalta el nacimiento del concepto de biopolítica: “Algunos jóvenes talentosos tuvieron acceso al contenido de mis cursos: Agamben, Esposito, Negri... Es increíble la capacidad de Agamben para tomar un término trabajado por mí y desarrollarlo de manera tal que termina creyendo que lo inventó él. Esposito hace más o menos lo mismo, pero sin la soberbia de Agamben”. (Completo acá)
Durante el Congreso Nietzsche, yo (el que firma este post) le di a mi intervención un tratamiento parecido al de un programa de radio (es algo que Esther señaló anoche y con lo que yo estuve de acuerdo), se habló de políticas de género, de ciencia, de epistemología, de cristianismo, del ritornello de Deleuze*, de Darwin, de un Gay Saber, de historicismo y de la singularidad que a la filosofía tradicional, orientada desde siempre a lo Universal, tanto trabajo le ha costado pensar. Y que autores como Kierkegaard o el propio Niezsche rescataron a partir de plantear la temporalidad del instante. En el programa de anoche mantuvimos una conversación con Esther que podríamos considerar como el epílogo radial de ese Congreso por el que retozaron tantos centauros.
* "Un ritornelo es una recurrencia que rompe supuestas continuidades, que ralentiza el caos. Fija territorios creativos, como los racimos de sonidos que se reiteran leve pero inexorablemente travestidos, en el concierto brandeburgués Nº2 de Bach y su cascada de ritornelos. También apacigua temores, como los del caminante que se adentra en territorios inciertos y se tranquiliza canturreando una tonadilla repetitiva que le otorga cierto orden al caos. El ritornelo posibilita creaciones porque es un movimiento productivo de la vida misma, una línea de fuga que deviene mundo". (Esther Díaz, Nietzsche y la irrupción de las epistemologías vitales, inédito).