(José Víctor Montesinos Verdú, 2014)
Visuales LXXVII
El hueco avanzaba entre los dos y ella siguió los ritos del conjuro. Mientras su voz exploraba los rincones buscando palabras antiguas, acarició la cara de él, ahora desconocida.
Desesperada, se estrechó contra el hombre. En ese instante supo que el gesto era inútil. Cuando los brazos son pequeños y el corazón demasiado grande, es la hora de la despedida.
Visuales LXXVII
por Liliana Piñeiro
El hueco avanzaba entre los dos y ella siguió los ritos del conjuro. Mientras su voz exploraba los rincones buscando palabras antiguas, acarició la cara de él, ahora desconocida.
Desesperada, se estrechó contra el hombre. En ese instante supo que el gesto era inútil. Cuando los brazos son pequeños y el corazón demasiado grande, es la hora de la despedida.