Hay cierta complaciencia pro-occidental en esas ilustraciones que se viralizan donde se ponen los lápices y pinceles como las armas para combatir al fundamentalismo arrojándoles dibujos. Hay que ver el subtexto: los sublimes civilizados que conquistan el mundo con Ilustración, un engañapichanga. El Occidente europeo, cristiano, burgués y republicano es la civilización que ha producido las matanzas más horrendas de la historia humana. No nos sobemos las espaldas como si fuéramlos bella gente, porque si este mundo se ha vuelto casi invivible por lo violento ha sido en gran parte por la agresividad de la Europa blanca y moderna, de la que también la Argentina es hija. Nuestros antepasados europeos, como lo hacen los europeos actuales, han impuesto su hegemonía cultural, bélica y financiera no a costa de plumines, acuarelas y crayones, sino con la ayuda de crasos cañones, bayonetas, dinamita, bombas atómicas y drones, invenciones mayormente occidentales. Si este mundo se está volviendo un lugar invivible, es en parte gracias a esta perfumada Europa y a sus hijos. Antes de seguir derramando lágrimas de cocodrilo, empecemos a pensar qué tan blanca, republicana y occidental es la violencia que recién hoy parece horrorizarnos.
Hay cierta complaciencia pro-occidental en esas ilustraciones que se viralizan donde se ponen los lápices y pinceles como las armas para combatir al fundamentalismo arrojándoles dibujos. Hay que ver el subtexto: los sublimes civilizados que conquistan el mundo con Ilustración, un engañapichanga. El Occidente europeo, cristiano, burgués y republicano es la civilización que ha producido las matanzas más horrendas de la historia humana. No nos sobemos las espaldas como si fuéramlos bella gente, porque si este mundo se ha vuelto casi invivible por lo violento ha sido en gran parte por la agresividad de la Europa blanca y moderna, de la que también la Argentina es hija. Nuestros antepasados europeos, como lo hacen los europeos actuales, han impuesto su hegemonía cultural, bélica y financiera no a costa de plumines, acuarelas y crayones, sino con la ayuda de crasos cañones, bayonetas, dinamita, bombas atómicas y drones, invenciones mayormente occidentales. Si este mundo se está volviendo un lugar invivible, es en parte gracias a esta perfumada Europa y a sus hijos. Antes de seguir derramando lágrimas de cocodrilo, empecemos a pensar qué tan blanca, republicana y occidental es la violencia que recién hoy parece horrorizarnos.