Cabe preguntarse hasta qué punto esos núcleos de oscuridad que son los servicios de inteligencia, que tienen un notorio grado de autonomía y poder propios en los gobiernos de todo el mundo, son compatibles con la idea de democracia.
2-
El "Je suis Nisman", o el menos farsesco "Yo soy Nisman", sólo pudo dibujarse en la conciencia de los que lo pronuncian bajo el efecto, consciente o inconsciente, de los títulos de las tres tapas sucesivas de Clarín que menciona el gobierno: el 12, "Más de 4 millones contra el terror en Francia"; el 13, "Timerman recibió la orden de no asistir a la gran marcha en París"; el 14, "Amia: acusan a Cristina de encubrimiento a Irán". Ese lazo de sentido es, sin dudas, uno de enorme poder. Y su efecto desencadenante: sumisión.
* (Tomado del estado de facebook del ensayista Alejandro Boverio, con su permiso)