El lunes 19 de enero a las 3 de la madrugada publicábamos en este blog:
"El escándalo desatado por las denuncias inconsistentes del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, parece tener el final más escabroso: unas horas antes de tener que presentarse en el Congreso de la Nación para prestar declaración respaldando sus denuncias, Nisman fue encontrado muerto en el baño de su departamento, trabado desde adentro. La que dio el alerta fue su madre. El cuerpo de Nisman habría estado muerto desde hace varias horas. El gobierno deberá actuar con cautela máxima, porque sea cual fuera la causa de la muerte, este episodio va a ser muy operado por servicios y medios golpistas". (Ver acá)
Ayer se terminó de desmoronar la más seria operación desestabilizadora de los últimos años. Se fue mancando paso a paso, por disparatada e infame. Aunque aún no haya certezas definitivas sobre la forma en que el fiscal murió, el relato del "magnicidio institucional" perdió su fuerza desestabilizadora.
"El escándalo desatado por las denuncias inconsistentes del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, parece tener el final más escabroso: unas horas antes de tener que presentarse en el Congreso de la Nación para prestar declaración respaldando sus denuncias, Nisman fue encontrado muerto en el baño de su departamento, trabado desde adentro. La que dio el alerta fue su madre. El cuerpo de Nisman habría estado muerto desde hace varias horas. El gobierno deberá actuar con cautela máxima, porque sea cual fuera la causa de la muerte, este episodio va a ser muy operado por servicios y medios golpistas". (Ver acá)
Ayer se terminó de desmoronar la más seria operación desestabilizadora de los últimos años. Se fue mancando paso a paso, por disparatada e infame. Aunque aún no haya certezas definitivas sobre la forma en que el fiscal murió, el relato del "magnicidio institucional" perdió su fuerza desestabilizadora.
No obstante, la desgracia sirvió para probar la fortaleza del poder popular. Los golpistas no pudieron ni tirando (o usando a) un muerto. La democracia sale fortalecida. Los golpistas hicieron la opereta muy burda, no cuidaron las costuras.
Quedó en evidencia la participacion judicial en el proyecto golpista.
Quedó en evidencia que la derecha no tiene recursos sutiles, sino brutales y bastos, para tratar de ganar terreno.
Quedaron en evidencia sectores de la clase media ilustrada que, a pesar de advertir que la denuncia de Nisman era una payasada, se hicieron los boludos, adjudicándole una presunta verosimilitud.
Quedó en evidencia que este sector tomaría un golpe de estado con cínica indiferencia y aun con sorda simpatía. Ahora sabemos que con ellos no contamos.
Nisman está muerto. Su triste muerte, sea cual fuera la carátula final, fue para ellos inútil. Los que quisieron usarlo para desestabilizar la democracia hoy están impunes y preparando otras operaciones.