En La Nacion de hoy Pagni escribe algo interesante, sobre todo porque se trata de un férreo operador de la derecha siempre dispuesto a subestimar al kirchnerismo. Dice Pagni:
" el equipo de Mauricio Macri recibió hace dos viernes una encuesta en la que Cristina Kirchner registra una imagen positiva cercana al 50%. Los encuestadores quedaron sorprendidos de ese atractivo cuando recorrieron el conurbano bonaerense. La peculiaridad del sondeo, realizado por la consultora favorita de Scioli, es que fue presencial, no telefónico. Por lo tanto, incluyó a personas de escasos recursos, que carecen de línea en su domicilio. De todos modos, hasta el 22 de junio, que es cuando deben inscribirse las candidaturas, habrá suspenso.
La lista de la Presidenta sería compartida por los dos candidatos del Frente para la Victoria que compiten por sucederla: Scioli y Florencio Randazzo. Ella pretende adjetivar a cada uno asignándole como vice a un fundamentalista: a Scioli le tocaría Axel Kicillof, y a Randazzo el más pragmático Eduardo "Wado" De Pedro. Aunque hay quienes lo suponen interesado en la causa que tramita Rodolfo Canicoba Corral por la presunta responsabilidad de Kicillof en una compra de bonos del fondo Latam Securities, Scioli está dispuesto a aceptar la condición que a la Presidenta se le ocurra. Piensa que es mucho menos costoso obedecerla que enfrentarla. " (Completo acá)
Algunos kirchneristas recelan de Scioli porque, a pesar de haberse mantenido durante 12 años dentro del FPV, no deja de tener un estilo amigable con el establishment antiK. Desconfiar es una actitud prudente. Armar una estrategia política poniendo la desconfianza como ultima ratio no es una actitud prudente.
Scioli no va a dejar de ser Scioli. Ello incluye que se mantuvo alineado al kirchnerismo durante 12 años. A diferencia de otros aliados que el kirchenrismo fue dejando en el camino: Duhalde, Clarín, Alberto, Lavagna, Massa, Moyano, incluso ¡Julio Bárbaro! alguna vez fueron parte de la coalición gobernante y después empezaron a operar para voltear al gobierno. Scioli no.
Ahora las cosas cambian porque Cristina a lo sumo puede postularse para diputada nacional por la provincia de Buenos Aires (y comandar desde ahí nada menos que la Cámara de Diputados) o para gobernadora de esa provincia (y gobernar al 40% de los argentinos, nada menos). En cualquiera de esos casos, puede aspirar a seguir siendo la jefa del Movimiento peronista/kirchnerista. Sea como fuera, ese liderazgo no va a tener el mismo carácter que el que tiene ocupando la presidencia. Para la historia del kirchnerismo, también para la del peronismo, se trata de una circunstancia inédita e incomparable con cualquier otro momento de la historia argentina. Es Cristina quien debe mostrar una inteligencia y una responsabilidad politica enormes para encarar este momento. Condiciones para eso no le faltan. Por eso es tan temida y odiada por la derecha.
Pero para aspirar a llevar ese liderazgo a una instancia inédita, Cristina necesita, en esta coyuntura, tener a Scioli de este lado. Por eso la derecha opera para que el FPV se quiebre antes o después de las PASO. Pero también hay que considerar que Scioli necesita de Cristina: por fuera del FPV no puede ganar las elecciones.
Reconocer esa mutua dependencia es un rasgo de realismo político. Muchos kirchneristas de "pura cepa", es decir, con un ADN antiperonista, piensan que una coalición con Scioli implica "tragarse un sapo". En ese caso deberían considerar otros sapos que se han tragado en los 12 años K: Duhalde, Clarín, Lavagna, Redrado, Jaime, Alberto, Massa... O quizás prefieran tragarse el sapo de que una fórmula K pura pierda contra Macri.
No creo que este sintagma del sapo permita entender lo que ha sido y es el kirchnerismo. En términos de la historia del movimiento nacional (lo digo corto: en términos peronistas) la gran cuestión política consiste en construir mayorías para sostener un gobierno popular. Está claro que ese no es un problema político para el trosquismo (que nunca se propondrá asumir el poder) ni para el radicalismo (que asume el poder como algo prestado y se va sin chistar cuando le quitan el poder).
Creo que algunos kirchneristas que sueñan con fórmulas puras parecen una especie de troscos-radicales y preferirían ir con Taiana o Rossi presidente y transformarse en un partido socialdemócrata con 15% de los votos, sin posibilidad de liderar una coalición social que incluya a los trabajadores ni a los más pobres (que ni siquiera tienen trabajo formal). Para liderar esa coalición hay que construir mayorías. Esto, traducido en términos coyunturales, significa que Cristina y Scioli se necesitan.
Ojo: ni por las tapas esto debería traducirse como "Scioli al gobierno/Cristina al poder". Cualquiera que sepa lo que eso significa está enterado de que la vez anterior que se planteó algo así, el resultado fue catastrófico.