En pleno trasvasamiento del kirchnerismo clásico hacia un neo-kirchnerismo signado por la presunta presidencia de Daniel Scioli, hay muchos que han creído que ser peronistas es tragarse sapos todo el tiempo y salir a bancar los trapos de la dirigencia, a como dé lugar. Por eso, cuando el domingo a la noche se produjo la violenta represión conjunta de la policía bonaerense, la policía local marplatense y el grupo neo-nazi comandado por Carlos Pampillón contra las manifestantes feministas frente a la catedral de Mar del Plata, no faltaron los que alardearon peronidad adjudicándole la responsabilidad por esa represion a quienes fueron reprimidas. (Se habrán olvidado de todas las selfies con el cartelito de "Ni una menos"). Pensaron que el signo de los tiempos exige bancar a la bonaerense como a un grupo de compañeros del campo nacional y popular importunado por algunas minitas troscas funcionales a la derecha.
El episodio de Mar del Plata fue grave pero de un alcance afortunadamente restringido. Lo más preocupante es que sectores supuestamente identificados con el kirchnerismo se muestren tan dispuestos a irse corriendo cada vez más a la derecha y olviden la línea que separa el campo popular del campo adversario o la razón de ser de una identidad política. Si el domingo bancaron a la bonaerense, ¿pronto los veremos bancando también al compañero Papa cuando condena el matrimonio igualitario como una obra del demonio? ¿Se animarán también a bancar que las fuerzas de seguridad de la nación, en un eventual gobierno sciolista, adopten los modos de operar que tuvo la bonaerense o el servicio penitenciario de la provincia en estos años? Si Urtubey, el preferido de la Embajada, es nombrado canciller, ¿pensarán que señalar su cercanía con los yanquis es "hacerle el juego a la derecha?
Por suerte, desde el propio Frente para la Victoria ayer salieron a taparles la boca las mujeres:
Mar del Plata, 12 de octubre de 2015
Repudiamos los hechos ocurridos el día domingo 11 de octubre en las inmediaciones de la Catedral de la ciudad de Mar del Plata, en la que mujeres que participaban del 30 Encuentro Nacional de Mujeres fueron forzadas a ingresar violentamente a la Catedral por parte de un grupo ultraderechista.
Momentos antes, una conocida facción neonazi, cuyo referente es Carlos Pampillón, originó los disturbios y desmanes en la Catedral, incitando el represivo accionar policial en el marco de la marcha del Encuentro. Pampillon, quien responde al candidato a intendente por la fuerza macrista Cambiemos, Carlos Arroyo, es conocido públicamente por sus reiterados hechos de discriminación y agresiones contra las instituciones de la democracia.
Expresamos nuestra preocupación por el avance de sectores de la derecha que pretenden empañar y deslegitimar el histórico Encuentro, en la que mujeres de todo el país, de diferentes organizaciones sociales, gremiales y políticas debatimos horizontalmente y movilizamos propuestas para profundizar y avanzar en nuestros derechos.
Consideramos estas acciones antidemocráticas y fachistas, las mismas nos retrotraen a las épocas más oscuras de nuestra historia y se suman a otras de público conocimiento tendientes a enrarecer la campaña electoral de cara a las elecciones del próximo 25 de octubre.
Hoy están en juego dos modelos de país, el que amplía derechos, promueve la plena participación ciudadana y la libertad de expresión de la diversidad de sectores sociales y el el que quiere volver al pasado de pobreza, control y represión.
Arroyo es Macri. Las mujeres del Frente para la Victoria defendemos y luchamos por más justicia e igualdad, por ello no permitiremos que la derecha dictatorial vuelva a conducir los destinos de la patria. Nunca Más.
Mujeres del Frente para la Victoria