Esther Díaz en La otra.-radio: un programa para escuchar clickeando acá:
por OAC
Uno de los tramos del reciente libro de Esther Díaz Ideas Robadas al Atardecer que tiene mayor vigencia en este momento -a pesar de haber sido escrito con anterioridad a la llegada del régimen macrista- se titula como este post, "Relaciones peligrosas: empresa y capitalismo virtual". Arranca de la frase de Nietzsche, "El desierto crece", y de la interpretación que hace Heidegger, el desierto como falta de sentido en la época de las maquinaciones, con el mundo convertido en una empresa. Cuando el domingo pasado Esther vino a Radio Gráfica, le marqué la actualidad que tenía para nosotros ese texto.
Su estilo filosófico la inclina a vincular los conceptos macropolíticos con las micropolíticas concretas en las que nos movemos cada día. Ella cuenta el diálogo que tuvo con un taxista español en un viaje donde pasó por Disneyworld: "¿Por qué estos jóvenes tienen cuerpos tan equilibrados y tanta destreza en todo lo que hacen: bailar, cantar, interpretar?". El taxista le contestó: "Por la crueldad de la competencia. Cada uno sabe que, si un día se tienta y se come un helado, mañana pesará cien gramos más". El dispositivo de la empresa no está sobre nosotros, agrego, sino dentro de nosotros. "Tal cual, -dice Esther- porque ese que aumenta cien gramos tiene detrás de él a cien haciendo cola para entrar, tan perfectos como él, y sabe que va a ser rápidamente descartable".
Esther escribe: "El modelo empresarial -incrustado no solamente en el mercado sino también en la educación y en la política- no mide las consecuencias que pueden sufrir los excluidos del sistema. Competencia, individualismo e insensibilidad social son la marca en el orillo de la racionalidad neo capitalista. En el control contemporáneo se manejan variables dependientes entre sí. Rendimiento, formación permanente y productividad por un lado; desocupación, analfabetismo y criminalización de la pobreza, por otro. El hiperindividualismo es funcional a los intereses corporativos. La competencia salvaje -estimulada por los cuadros dirigentes- se maquilla de 'sana emulación'. ¿Un emblema? La foto y el nombre del empleado del mes primorosamente colocada en los recibidores de las empresas. Nada se dice, obviamente, de la sórdida amenaza que sobrevuela sobre los que pasan cierto tiempo si adquirir ese rango. El reinado del dios CEO no es lugar para los débiles".
Este tema lo tocamos casi al final de nuestra conversación, donde también hablamos del giro que dio su vida en los últimos meses, después de un año nefasto: ahora empezó otra etapa, con proyectos vinculados al cine y al teatro, que nacieron a partir de su visita anterior a La otra, en noviembre pasado. Además está elaborando un nuevo texto sobre la filosofía de la espera. Hablamos de Rilke y la espera de la voz que inspira sus Elegías de Duino ("¿Quién, si yo gritara, me escucharía entre los ejércitos de los arcángeles?"), de la espera amorosa según la analiza Roland Barthes, de la espera del amigo ausente en Sartre, de la diferencia de la espera con la esperanza cristiana o incluso marxista. Hablamos del femicidio, del machismo que reside en la estructura profunda de nuestra subjetividad. De su práctica cotidiana con la escritura, que empezó cuando era muy chica. De las películas que la marcaron, de su largo camino hasta llegar a ser la que es. Conversamos con Martín Farina, el director del proyecto cinematográfico que la tiene como protagonista. Y escuchamos la música de Andrés Calamaro, David Bowie, Bjork, Emerson, Lake & Palmer, Lucas Martí y Varias Artistas.
Hicimos La otra: Sofía Grenada y Carmen Cuervo en la producción. Y en el aire Maxi Diomedi, Franco Lentini y el que escribe.
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