La otra.-radio, un programa para escuchar clickeando acá.
altos y enanos visten con la misma piel Estupidez con las manos, bardo con los pies
arengador suburbano dijo "tente fe"
creí que era hermano pero siempre desconfié
porque yo soy un indeciso
la verdad es que nunca supe bien qué hacer.
Estoy hasta las manos pero sin dormir
la parca empuja pero no voy a seguir
arengador suburbano, ya vete de aquí
si me margino, me margino porque sí
porque yo soy un indeciso
la verdad es que nunca supe bien qué hacer.
No pienses que estoy loco
es sólo una manera de actuar
no pienses que estoy solo
estoy comunicado con todo lo demás.
Te siguen hasta los perros pero sin morder
me das los hongos pero no voy a comer
arengador suburbano dijo "tente fe"
porque yo soy un indeciso
la verdad es que nunca supe bien qué hacer.
Cuando al principio del programa del domingo pasado yo, después de pasar este temazo de Charly (de Filosofía barata y zapatos de goma, uno de sus mejores discos) dije que soy un indeciso y la verdad es que nunca supe bien qué hacer, mis compañeros de La otra se sorprendieron porque parece que incluso a ellos les doy una imagen de firmeza implacable. Este blog no es autorreferencial o al menos no intenta serlo. No importa mi vida en especial, pero en este caso me refiero a lo que tengo más a mano. Lo cierto es que al escuchar la canción de Charly me pasan dos cosas: en primer lugar, me siento identificado con lo que dice la letra, nunca supe bien qué hacer. Y en segundo lugar, me parece buenísimo que nada menos que Charly haya escrito esa frase. Porque es el tipo que se tiró de un noveno piso a una pileta de natación y salió los más pancho y cuando las cámaras iban a buscar el cuerpo del "malogrado Charly García" el que nos dice en su canción que él es un indeciso y la verdad es que nunca supo bien qué hacer. Por debajo de la aparente contradicción tiene que haber una lógica más poderosa.
Yo lo digo porque antes de tomar una decisión, la de irme de FM La Tribu o la haber cerrado Parte de Guerra, por ejemplo, tuve mil dudas que rumié durante un tiempo que nadie sabe. Pero como una vez que tomó la decisión es muy difícil que dé marcha atrás, o como rara vez me arrepiento de algo y apechugo las consecuencias, los que me conocen piensan que no debo ser indeciso. Hace poco en una discusión en otro blog alguien me echaba en cara que alguna vez hubiera puesto en la tapa de la revista a Quintín, Tomás Abraham o Lucas Carrasco y luego haya manifestado mi repudio hacia ellos. Y yo reivindicó la decisión de haberlos puesto tanto como la de luego repudiarlos. Uno en diversos momentos de la vida encuentra algo destacable en una persona y luego halla que esa misma persona está en la vereda de enfrente. Quintín dirigió el Bafici durante sus mejores ediciones y ahora es un tuitero bizarro, Abraham tenía gracia que perdió, y me peleé en defensa de Lucas Carrasco y luego él me decepcion, pero la verdad es que no me arrepiento de haberlo puesto en la tapa de La otra porque fue un personaje destacado en cierta época. Uno puede ser muy firme y quebrarse y en el quiebre mantener una fuerza poderosa.
Yo lo digo porque antes de tomar una decisión, la de irme de FM La Tribu o la haber cerrado Parte de Guerra, por ejemplo, tuve mil dudas que rumié durante un tiempo que nadie sabe. Pero como una vez que tomó la decisión es muy difícil que dé marcha atrás, o como rara vez me arrepiento de algo y apechugo las consecuencias, los que me conocen piensan que no debo ser indeciso. Hace poco en una discusión en otro blog alguien me echaba en cara que alguna vez hubiera puesto en la tapa de la revista a Quintín, Tomás Abraham o Lucas Carrasco y luego haya manifestado mi repudio hacia ellos. Y yo reivindicó la decisión de haberlos puesto tanto como la de luego repudiarlos. Uno en diversos momentos de la vida encuentra algo destacable en una persona y luego halla que esa misma persona está en la vereda de enfrente. Quintín dirigió el Bafici durante sus mejores ediciones y ahora es un tuitero bizarro, Abraham tenía gracia que perdió, y me peleé en defensa de Lucas Carrasco y luego él me decepcion, pero la verdad es que no me arrepiento de haberlo puesto en la tapa de La otra porque fue un personaje destacado en cierta época. Uno puede ser muy firme y quebrarse y en el quiebre mantener una fuerza poderosa.
En el mismo programa de La otra hablamos de Mountains may depart, una de las mejores pelīculas de los últimos años (del chino Jia Zhang-ke, Lejos de ella es el título con el que se estrenó acá). Es interesante pensar una triple vacilación que la película nos ofrece: en primer lugar su protagonista es una chica llamada Tao que en determinado momento de su vida tiene dos pretendientes, vacila y termina casándose con el peor de los dos. Esa vacilación luego va a ser en parte reparada, sólo en parte. Pero es interesante que a la vez su propia vacilación se irradie hacia la forma misma de la película, que es una especie de tríptico irregular. Jia en vez de resolver la vacilación la pone a obrar en su película. Que sus tres episodios sean desiguales no le quitan un gramo del encanto a la película, al contrario, señala la imposibilidad de construir estructuras equilibradas con situaciones vacilantes. Al mismo tiempo, esa fractura que expone la película también se pone en fricción con el estilo que Jia había consolidado en años. Se hizo notorio como cultor de un estilo áspero sólo apto para cinéfilos duros. Pero Jia habrá sentido que ya estaba bien con la aspereza y sintió la necesidad de hacer una película triste y dulce, a pesar de que vuelve sobre sus temas más característicos.
Ahora me acuerdo que después de Hors Satán juré no ver nunca más una película de Bruño Dumont, hasta que Roger Koza me recomendó que viera P'tit Quinquin y se lo agradeceré toda la vida, porque es una obra maestra. A la vez no me arrepiento de detestar Hors Satán. Aunque quizás algún día la vuelva a ver y admita que después de todo no estaba tan mal.
En el programa, también conversamos con la poeta y cinéfila Lilián Cámera, quien este año decidió no pisar el Bafici por razones plausibles: es el Bafici de Lopérfido. Yo desde hace algunas semanas empecé a escribir sobre lo careta que es el ambiente de cine argentino, porque puede fumarse a Lopérfido en un ámbito como el Bafici. Alguno leyó esto y pensó que yo estaba declarando el boicot al festival o que invitaba a no ir. Y la verdad es que no. Estoy yendo, aunque de vez en cuando siento cierta repulsión al pensar que en cualquier momento me lo puedo cruzar.
Es que yo soy un indeciso, la verdad es que nunca supe bien qué hacer.
En el programa pasado Nazareno Brain, el columnista más joven de La otra, estuvo hablando de Philip Marlowe. El personaje creado por Raymond Chandler. No me di cuenta de preguntarle si Marlowe en sus investigaciones era un tipo muy seguro o si podía llegar a ser indeciso. La próxima vez que Nazareno venga le pregunto. Capaz.
Si quieren escuchar el audio del programa completo, clickeen acá.