#Niunamenos y una pregunta antipática
Fotos: Willy Villalobos
Dice Willy, entusiamado por la marcha #Niunamenos: "Multitudinaria, alegre, hermosa, enojada, valiente, militante, seductora, conmovedora, emocionante, creativa, esperanzadora. Eso y mucho más fue la impresionante marcha de hoy".
Idéntico entusiasmo me trasmite Lilián Cámera: "Este año la marcha fue mucho más politizada que el año pasado, había consignas contra Macri, se cantaba el 'vamos a volver' y se pedía libertad para Milagro Sala".
Nota del editor del blog: No fui a la marcha, vi bastante por tv. Los testimonios tomados al azar por los movileros eran impresionantes: ponían en evidencia que ahí había miles de historias de prepotencia machista que ocurren continuamente en la intimidad de las parejas, las familias, en la escala micropolítica que en esta explosión social se hace visible como nunca. Muchos de los testimonios coincidían en que los maltratadores y femicidas son en la vida social individuos dóciles y sobreadaptados, "muchachos simpáticos" que cuando se quedan solos con su compañera dejan aflorar el energúmeno violento que hacia afuera esconden. Los sarcasmos contra el "feminismo" ante estas movilizaciones solo muestran un grado de complicidad con la violencia de género.
Acotación antipática. Dos días seguidos hubo una movilización hacia Plaza de Mayo. El jueves reclamaban por la protección a los empleos y los salarios de la clase trabajadora y los desocupados. El viernes contra la violencia de género. La del jueves fue ninguneada por los medios corporativos: la invisibilizaron. La del viernes fue sobre-expuesta: los canales de noticias la trasmitieron en cadena y ningún conductor, del signo político que quieras, dejó de conmoverse por lo multitudinario y lo legítimo del reclamo. Es alarmante: enun año mataron a una mujer cada 36 horas y las mataron sus machos cabríos. Pero también es sintomático: Niunamenos era la marcha a la que había que ir. La de las CTAs no existió para la mayoría de los medios. (Sé que hay amigos que fueron a las dos) El neoliberalismo puede digerir mejor la condena de la violencia patriarcal fascista que se alberga en los dormitorios. La lucha de clases sigue siendo un hecho maldito. Porque en este momento se está llevando a cabo un ajuste económico que producirá una generación de pibes desnutridos y a nuestra hermosa sociedad eso todavía no parece importarle tanto.
No pongo la violencia de género y la lucha de clases a cada lado de una improbable balanza. No planteo una disyunción excluyente entre las dos marchas. Pregunto por qué una marcha es invisibilizada y la otra promovida con el fin (probablemente imposible) de quitarle su fuerza liberadora. Me pregunto cuál es la diferencia entre las dos marchas para ser tratadas de maneras tan distintas y cómo hacer confluir la lucha contra la opresión de clase y la opresión de género.