Fútbol para Pocos (multimillonarios): La otra.-radio para escuchar clickeando acá
Anoche empezamos la emisión de La otra.-radio con una interesantísima charla con el periodista Carlos Aira (que tiene su programa futbolero en Radio Gráfica, Abrí la cancha, justo antes que nosotros, en las últimas horas de la noche del domingo). En principio íbamos a hablar de la coyuntura política actual, pero la conversación derivó hacia un tema que él conoce especialmente, del que mucho se habla pero se lo hace con poca claridad: el fondo político-económico que hay detrás de las pugnas en la AFA y la creación de la Superliga. Y nos enteramos que finalmente lo que está en juego ahí es (¡otra vez!) una gigantesca transferencia de dinero en favor de los más ricos. Macrismo a full. Dijo Carlos:
"¿Qué es lo que se está discutiendo hoy en la AFA? Mucho dinero y un viejo anhelo del presidente de la República, que es la transformación de los clubes en empresas, en sociedades anónimas deportivas. Y esto es importante remarcarlo: bajo el modelo español. Los clubes son empresas en muchos lugares del mundo, salvo en la Argentina, donde mantenemos un modelo de club deportivo alrededor del cual se organiza toda una vida social y cultural, a pesar de la enorme cantidad de dinero que pasa por los clubes. El fútbol es uno de los negocios legales más rentables del mundo. Si la FIFA fuera un país, sería el 14° PBI mundial. Y el mayor productor de la materia prima de este negocio del espectáculo es Argentina, no solamente por cantidad, sino por calidad.
"El mapa del fútbol argentino cambió rotundamente a partir de 1994, cuando Torneos y Competencias lanza su señal. Primero el Grupo Clarín formaba parte del paquete accionario, luego lo compró casi totalmente, ahora está más fragmentado, ya que entraron otros actores internacionales. Cuando el estado argentino pateó el tablero comprando los derechos de televisación del fútbol argentino, no solamente cambió el mapa sino que también cambiaron las reglas de juego. En 2009 el contrato de televisación de Torneos era de 250 millones de pesos. Hoy Mauricio Macri está dispuesto a que el estado erogue 2750 millones de pesos a la Superliga, que en verdad conformarían muy pocos clubes, en caso de que se acepte esta transformación hacia una nueva entidad paralela a la AFA. En diez años pasamos de un negocio de 250 millones a otro de 2750 millones de pesos. Uno de los puntos que se está discutiendo hoy es la redistribución de estas cantidades de dinero. El contrato del fútbol argentino con el gobierno nacional en 2009 trajo aparejado algo muy importante: una distribución diferente. En Fútbol para Todos, River y Boca cobraban más que el resto, pero no tanto. Entonces se emparejó el fútbol argentino, se hizo muchísimo más competitivo -ahí tenés los descensos de River e Independiente, por ejemplo- porque una enorme cantidad de instituciones que antes tenían pelusa en los bolsillos comenzaron a tener dinero. Y en algunos casos pudieron comprar buenos jugadores. Pero la mayoría de los clubes del ascenso lo que hicieron fue forjar su patrimonio social. Esto no te lo dice nadie. Un buen ejercicio sería averiguar cuántos empleados tenía el club Temperley -que estuvo cerrado por quiebra entre 1991 y 1993, que recién pudo levantar la quiebra en el año 2007, si mal no recuerdo-, cuántos empleados tenía en 2009 y cuántos tiene hoy; cuántos socios tenía y cuántos socios tiene hoy. Te doy el ejemplo de Temperley, pero lo podés multiplicar por una enorme cantidad de clubes. Esto se explica porque el estado estuvo presente con los derechos de televisación. El crecimiento de estos clubes supone una concepción social de la actividad deportiva contra una concepción empresarial que se quiere imponer hoy. El ejmplo más claro lo tenés en Juan Sebastián Verón, el presidente de Estudiantes de La Plata. El año pasado Verón planteaba que le parecía vergonzoso, que era infame, que el estado pagara 1500 millones de pesos por los derechos de televisación del fútbol, cuando había una realidad problemática de educación y de salud. En caso de que mañana [por hoy] se decida la existencia de la Superliga, Verón sería el vicepresidente y el estado estaría pagando 1250 millones más que el año pasado.
"Acá lo que no se explica es de qué trata la Superliga. Por un lado, de la transformación de los clubes en sociedades anónimas bajo el modelo español. La famosa "Liga de las estrellas", más allá de su escasa competitividad deportiva, es algo que atrae muchísimo a ciertos dirigentes del fútbol argentino porque no importa de dónde vienen los capitales. Cosa que no sucede ni en Alemania ni en Italia ni en Inglaterra, que tuvieron que endurecer muchísimo el control de la proveniencia de esos capitales. La falta de control del origen de los capitales le permitió a España tener la supremacía en el negocio del fútbol a nivel global. Ese es el modelo que quieren importar a la Argentina. Un modelo para muy pocos, muy concentrado, donde sean muy pocas las instituciones que tengan la posibilidad de campeonar, cosa que siempre es muy importante, pero además se quiere establecer la definitiva, total y absoluta diferencia económica del fútbol argentino: "señores, esto es algo para pocos". La Superliga sería paralela a la AFA, que seguiría existiendo con funciones formativas y protocolares. Los clubes que no estuvieran en la Superliga pasarían a ser desclasados.
"Piensen en el reparto de dinero que te plantea la Superliga. Esto es extraoficial, porque todavía están borroneando lo que sería su estatuto. El 80% de los ingresos sería para la Primera División, el 10% para la B Nacional, Si hoy se aprueba este estatuto, la B Nacional cobraría menos plata con la Superliga que con el contrato actual. Ahora lo interesante es el 10% restante, porque se repartiría en un 5% para la B Metropolitana, la C, la D y las ligas del interior, que son muchísimas. Ahora, ¿quién se lleva el 5% restante? El CEO de la Liga. Un tipo, un ñato que va a cobrar lo mismo que unos 60 clubes afiliados directamente y unos 2000 clubes afiliados indirectamente a través de las ligas del interior".
Los pibes
Esto es lo que anoche nos explicó Carlos Aira. Como en los otros ámbitos de la estructura económica argentina, el macrismo pretende hacer una gigantesca transferencia de ingresos en favor de unos pocos clubes grandes y en perjuicio de una gran mayoría de clubes chicos que quedarían al margen del negocio. Con un modelo empresarial que llevaría abandonar la clásica concepción de la función social y cultural del deporte que en Argentina se mantuvo hasta ahora. La CEOcracia también en los clubes deportivos.
Se decide hoy.
Después de que Carlos se fue, seguimos hablando de la trastienda del fútbol a propósito de dos películas recientes: Fulboy, realizada por Martín Farina, parte del staff de La otra, y Los pibes, de Jorge Leandro Colás, documentales que muestran aspectos desconocidos de la trastienda del engranaje futbolero: los jugadores en la intimidad de las concentraciones y los vestuarios, hablando mucho de dinero (Fulboy), y los pibes que se van a probar para entrar en las divisiones inferiores de Boca (Los pibes), impulsados por el deseo de ascenso social y económico que el fútbol promete.
Fulboy
Mientras hablamos de estos temas, escuchamos canciones de Palo Pandolfo, Eduardo Mateo y Buika. Para escuchar este primer tramo del programa, clickear acá.