Raimundo Ongaro
por Gabriel Fernández / La Señal Medios
De vuelta de la Federación, ahora en la radio. Acaba de terminar Sindical Federal y hay un instante para tomar unos mates y reflexionar. Se trata de una muerte mayor, por la edad y por el volumen del protagonista. Es decir, el dolor no inhabilita el concepto.
La despedida de Raimundo Ongaro congregó a un campo nacional popular que no siempre logra unificarse; y si el arco resultó amplio, el eje que plantea la Federación Gráfica Bonaerense desde su centralidad, resulta políticamente inequívoco.
Es decir, se trató de un nuevo acto político convocado por Raimundo. Como bien hubiera anhelado alguien que dedicó su vida a la construcción de una política popular revolucionaria desde el sindicalismo. Numerosísimos sectores, dirigentes y militantes, puestos en situación por el entorno.
Dialogamos con todos: y todos enfatizaron con franqueza los valores de Ongaro. Nadie ensayó un lavado de su trayectoria ni de sus definiciones. Lo cual habla a las claras del poder de tracción que tienen las posiciones firmes, postuladas por una conducta que avala su formulación.
La presencia de la ex presidenta resultó un dato vital, que encaja claramente con lo señalado recién. Y a su lado, un espacio variado compuesto por muchos que hacía rato no se veían las caras. El comentario no es vano: al pueblo argentino le han dado grandes resultados las convocatorias amplias pero a la vez contundentes.
Ongaro se fue como merecía. Rodeado de compañeros y sin deformaciones discursivas adecuadas a las buenas maneras.
Pocos meses atrás había trazado, explícito, su respaldo a la actual conducción de la FGB y a la iniciativa planteada, bajo la advocación de la CGTA, por la Corriente Político Sindical Federal y sus cercanías.
Los brazos que configuran el río del pueblo hallaron un recodo de confluencia. En un momento muy significativo. Cuando otra etapa de la historia de nuestro movimiento obrero, se está abriendo.
LSM / SF