Escuela Pública - Florencia Ruiz - Asamblea permanente en defensa del cine argentino

A- Florencia Ruiz estuvo como invitada en el programa pasado de La otra.-radio, cuando le dedicamos una segunda emisión consecutiva a la escuela pública. Cuando tuve la idea de hablar de la escuela en el programa la primera invitada que se me ocurrió fue ella, porque sabía que, además de ser la música genial que tanto admiramos, es docente y a menudo leemos las cosas que escribe en su facebook, con amor y preocupación por las cosas por las que está pasando la escuela pública. En la primera emisión (que se puede escuchar acá) ella no podía venir, así que estuvo en la segunda (la entrevista completa a Florencia Ruiz se escucha acá):

Nos decía Florencia: "El domingo de la represión a los docentes en Congreso estábamos en casa por dormir, yo tengo un hijo chiquito, tiene cinco, y de repente prendimos la tele un segundo y justo estaban dando la represión, estaban pegando y de repente fue 'uy', era inexplicable, duró nada, fueron segundos y apagué al toque. Pero la verdad que fue muy triste. Y mi hijo percibe un montón, aparte es charleta, le gusta preguntar, está preocupado. Y al otro día llegamos a la escuela y él fue directo a preguntarle a la maestra: 'Seño, ¿a vos te pasó algo? Había una cosa en la Plaza, ¿vos estabas ahí?'. Porque da la casualidad de que un vecino nuestro estaba en la Plaza, un militante docente que vive a la vuelta. Y... es increíble, vos ves a ese pibe y decís que es insólito que le estén pegando a este pibe que tiene un perfil totalmente pacífico. Y él dice que tuvo verdadero miedo, nunca le había pasado tener miedo, miedo, miedo. Si vos vas a armar una carpa docente, lo que menos pensás es que te van a pegar.

"Yo fui docente muchos años y vi de todas las cosas. Yo empecé laburando en ruta 3, km 43, laburaba en los séptimos grados. Y en el séptimo había un maestro y una maestra, muy personajes, pero muy personajes. Y me ayudaron un montón. Porque los pibes estaban curtidos, todos parecían más grandes que yo, todos trabajaban, todos. Y me avivaron de un montón de cosas, 'bueno, fijate esto, cuando te bajes del colectivo no sé qué...'. Y una vuelta estaba con un amigo, estábamos haciendo el primer disco y dijimos 'Vamos al Showcenter de Haedo'. Yo no lo conocía, nunca había ido porque cuando Showcenter abrió, generó algo que para mí fue desgraciado. Disparaba unas luces azules que, por más que mi casa quedara a 30 o 35 cuadras, desde el patio se veía esa luz, te descontrolaban tu cielo, el cielo ya estaba auspiciado por Showcenter. Y me daba una bronca terrible. Y mi amigo 'Dale, vamos a ver una película...'. La época de Titanic, ¿se acuerdan? Fuimos caminando hasta ahí, y cuando llegamos había una cantidad de gente que dijimos 'No, de acá huyamos ya'. Y en eso me gritan '¡profe, profe!'. Veo a dos pibes de la escuela y digo '¿Qué hacen acá?'. De Virrey del Pino a Haedo por lo menos hay que tomarse dos cosas, una hasta Ramos Mejía y de ahí otra hasta Showcenter. Y se morían de la risa los pibes, primero vi a uno y después a una nena. Yo me volvía loca, pensaba 'Uy, le voy a tener que pedir a José que llevemos a estos pibes en bondi'. Todo al segundo de verlos, yo haciendo los cálculos. Pero no, al final estaban con el maestro y la maestra, que no eran pareja ni nada. Y cada fin de semana hacían un sorteo y se llevaban a dos pibes. Los llevaban al cine, los llevaban a comer, era una época terrible, imagínense un sueldo docente nunca alcanza para nada. Y yo me quedé para siempre como congelada. Cuando los vi avanzar a ellos muriéndose de la risa. Entonces empezás a conocer a esa gente que deja todo, porque realmente hacen la patria. 

"Ir a la escuela todos los días te genera un roce con la realidad que... y por eso yo me sentí más convocada por el kirchnerismo, porque yo lo vi en la escuela, a mí no me lo contó nadie. Ya trabajando acá en Capital, hacíamos las inscripciones nosotras, las maestras. Y al principio, cuando preguntábamos por la ocupación de los padres, siempre era: desocupado, desocupado, desocupado... o un empleo en un taller clandestino. Yo daba clases en Bajo Flores, donde era terrible la cantidad de talleres. Y vi cómo se empezó a mover el asunto: un remisero, un trabajador de esto o lo otro. Y eso lo veías en la ropa de los chicos, hasta en el detalle de la madre de llevarlo lindo, ¿no?, con el guardapolvo planchado. Y eso va de la mano de la alegría. Cuando nos sentimos golpeados, se nota, por más que lo quieras ocultar".



Ahora la Asamblea permanente en defensa del cine argentino convoca el viernes 28 de Abril a las 19hs en la puerta del Centro Cultural Recoleta a una clase pública sobre legislación cinematográfica.

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