Una ética de la socialidad para cada contexto político
por Lidia Ferrari
Ilustración: Carmen Cuervo
por Lidia Ferrari
Algunos amigos han observado que ciertas reflexiones de mi último libro permiten entender –no aceptar- la deriva de ciertas maneras del intercambio social en Argentina. Comparto un fragmento:
“Hemos trabajado en otro lugar las consecuencias que sobre los sujetos se derraman desde ciertos contextos políticos, ya que demarcan una forma permitida, prohibida o estimulada de la convivialidad entre los individuos.[…] Una radical diferencia en las decisiones políticas de quienes gobiernan se diseminan en el tejido social y producen diversidad de efectos. Allí decíamos que «…ciertas configuraciones político-sociales pueden imprimir ciertos valores éticos en la vida de los ciudadanos. Esto no significa en absoluto una relación directa causa-efecto, sino la acción de la sobredeterminación de las condiciones de existencia». Diferentes éticas darán razones a cada sujeto respecto de lo que puede o no puede hacer en cada uno de esos contextos tanto como diferentes configuraciones ideológicas incidirán en lo que los sujetos quieran o no quieran hacer. De la misma manera ciertas lógicas de funcionamiento social permiten, sostienen o inducen determinadas formas de diversión”.
Fragmento del libro La diversión en la crueldad. Psicoanálisis de una pasión argentina. Lidia Ferrari, Letra Viva, 2016.