Esta caterva ignorante y brutal alguna vez -hoy- nos gobernó: su prédica criminal no va a quedar impune
Quizás muchos ya hayan visto esta discusión entre la vicepresidenta de la Nación y Ernesto Tenembaum en un programa del Grupo Clarín. Quizás muchos más todavía lo vean. Por eso podría juzgarse innecesario reproducirlo en un blog que tiene un alcance inconmensurablemente menor. De todos modos, pienso que tengo que subirlo. No basta con que lo vean muchos, tenemos que verlo todos. Tenemos que asumir la responsabilidad por este estado de cosas.
Y más: este video tiene que quedar grabado en la memoria del pueblo venidero. La apología que hace Gabriela Michetti del asesinato de Rafael Nahuel, fundándose en balbuceos inconclusos, tratando sin éxito de armar silogismos inconsistentes, apelando a un "sentido común" que, según ella, indicaría que, si un agente de las fuerzas de seguridad dispara y mata a una persona, "algún motivo debe haber" no solo apunta a dejar impune la muerte de Nahuel. Encaramada en una altísima responsabilidad institucional, su discurso desaprensivo hacia la vida de los ciudadanos significa un aliento para que las fuerzas de seguridad del estado sigan matando. ¿Qué mensaje les está mandando a cada uno de los canas, prefectos y gendarmes si presume a priori la corrección de cualquier acto represivo? "Sigan matando, el poder ejecutivo los banca" les dice Michetti, igual que la ministra de seguridad Patricia Bullrich. Dichas desde sus lugares, son palabras asesinas.
Es probable que Michetti, con su peligroso farfullar atolondrado goce hoy de una protección mediática que no le haga pagar un costo político inmediato. Pero el tiempo está después. Es incluso posible que estos autoritarios salgan a hablar así habilitados por mediciones de focus groups que hoy aprueban las acciones criminales del estado. Hasta puede conjeturarse que la apología de ejecución sumaria les haga subir unos puntos en las encuestas. Aún en ese caso, se trataría de mayorías circunstanciales que aprueban la violación de las normas consitucionales, promovida por las autoridades políticas y elogiada por los medios oficialistas.
Si es que hoy existieran estas mayorías anticonstitucionales, el dispositivo de muerte que sustentan deja abolida la democracia y nos empuja hacia el fascismo. Una mayoría circunstancial caduca en algún momento. El tiempo está después. La ley algún día volverá a tener vigencia. Las encuestas pueden cambiar. Tarde o temprano van a hacerlo.
En materia de derechos humanos no hay mayorías ni minorías que puedan jamás legitimar su abolición. Por eso es necesario guardar este video: para recordar que esta caterva ignorante y brutal alguna vez nos gobernó y algunos ciudadanos los aplaudieron. Y, si llegamos a tiempo, para que su prédica criminal no quede impune.