Juan Villegas, del elenco estable, apoya "al Bafici y a todos los que lo hacen. No porque sea perfecto y no haya nada para reprocharle. Al contrario, porque hoy es frágil su lugar".
Curioso: la fragilidad actual del BAFICI no es consecuencia de un cambio atmosférico sino de la gestión de los que lo hacen, de los que desde 2007 consintieron su degradación. Ante cada ajuste del macrismo, ellos "defendían su fragilidad".
Es decir: dejaban avanzar su decadencia. Supongo que Villegas seguirá apoyando a sus amigos mientras lo dejen participar.
Pero defender al BAFICI no es consentir los agravios que se autoinfligen los que lo hacen sino señalar su servilismo constante.
Es decir: atacar al BAFICI es defender a los que lo hacen (mierda), mientras que defenderlo es criticar a los que permitieron su degradación.
Pero en la Argentina macrista está invertida la carga de la prueba y "defender a los frágiles" termina por ser consentir el ajuste.