Amarga agonía del macrismo - La otra.-radio del domingo pasado, para escuchar clickeando acá
La extensísima agonía del régimen macrista nos despierta emociones mezcladas. Cada día que dura macri en el poder nos inflinge daños irreversibles, como la vida perdida del trabajador José Bulacio que este martes cayó de un andamio en las obras que el gobierno apura en el aeropuerto de Ezeiza, para hacer que inaugura durante la campaña. La empresa que lleva a cabo la obra es de Nicky Caputo, el hermano del alma del presidente sin alma. Las irregularidades de la obra fueron denunciadas varias veces: se trabaja a destajo, se emplea a menores de edad y se lo hace en condiciones de alto riesgo para los trabajadores; pero todo siguió adelante hasta que el andamio cayó, Bulacio perdió la vida y otro permanece en estado grave. Lo que aspiraba a ser un golpe de efecto publicitario para la remontada imposible de este régimen asesino se volvió la perfecta condensación de todas sus miserias. El macrismo no para de matar todos los días, siempre a los débiles. Por eso, la orilla del 10 de diciembre se nos hace lejanísima.
Gran asado de obra con todos los que trabajan en la impresionante transformación del Aeropuerto de #Ezeiza. Gracias a ellos hoy inauguramos la nueva terminal de carga aérea, el nuevo estacionamiento y dentro de muy poco también la nueva terminal de pasajeros. pic.twitter.com/UPvr6tiVik— Guillo Dietrich (@Guillodietrich) September 16, 2019
Por otro lado, sentir cada día que ya se van, que su proyecto político devastador tiene los días contados, que fracasaron otra vez los sectores sociales que quieren institucionalizar el ajuste y la represión, la persecución política y el ensañamiento contra las clases populares, nos produce una alegría inmensa. Desde el punto de vista de las expectativas previas al 11 de agosto, el desmoronamiento de la plutocrática "revolución de la alegría" es estrepitoso, aunque se nos haga tan larga su agonía. El sector más retrógrado que se ilusionó con sus mentiras sigue aferrado a su rencor social. Esta larga agonía es para ellos también una tortura. El núcleo histórico del gorilismo pasa sus días de pesadilla. El episodio de la semana pasada en el recital de Caetano Veloso en el Gran Rex, con el pedido de la liberación de Lula desde el escenario y los cánticos de júbilo porque macri ya fue, vidal ya fue y si vos querés larreta también, despierta el odio tóxico de los gorilas. Ahí estaba el bizarro cachanosky. Y el vomitivo avelluto no se privó de mostrar una vez más su calaña:
Voy a los shows de Caetano Veloso desde hace 25 años. El autoritarismo es lo que mostrás en tus imágenes. Me gusta Caetano, soy macrista. ¿Nos lincharán los nuevos comisarios estéticos del pueblo? Ojalá @caetanoveloso reconozca que su público está más allá de esta locura.— Pablo Avelluto (@pabloavelluto) 20 de septiembre de 2019
La alegría popular por el fracaso político en el que están hundiéndose los vuelve locos. Cuando un grupo de personas festeja espontáneamente su derrota y espera su salida, ellos lo viven como una violencia intolerable. Habían llegado a abolir la alegría popular, a tratar de extinguir nuestra vitalidad y energía para la lucha, para sumirnos en el agobio y la resignación y ahora se van repudiados en las calles. Los instantes que ellos viven con tormento son nuestro júbilo. Si pudieran llevarse en cana a los que cantan la cumbia de Sudor Marika, lo harían como hizo la dictadura en 1981 cuando la hinchada de Nueva Chicago cantó la Marcha Peronista. La alegría popular es el colmo de su vivencia catastrófica. El cobarde avelluto, que teme el linchamiento que no se producirá, vive los bailes y los cánticos callejeros como un linchamiento. Fue el peor secretario de cultura (ministro degradado) de la historia argentina, después de haber tuiteado que el del 55 fue su golpe favorito.
No queremos olvidar cuando avelluto con modales violentos mandó a silenciar a los artistas premiados en el último Festival de Mar del Plata. Si hay alguien que ejerció con saña el rol de comisario cultural fue él. En La otra lo narramos con lujo de detalles, como no lo hizo ningún otro medio que cubrió el Festival, acá. Por eso, junto con el odio que nos producen los daños cotidianos que el macrismo seguirá haciendo cada día que se mantenga en el poder, nosotros también sentimos una inmensa alegría al verlos besando la lona. Su amargura es nuestro regocijo.
@ajmechet@tptuit@vazquezluciana ay, mi golpe favorito! Qué mala prensa que tiene. A los cuatro nos hubiera encantado estar ahí.— Pablo Avelluto (@pabloavelluto) 9 de enero de 2013
No queremos olvidar cuando avelluto con modales violentos mandó a silenciar a los artistas premiados en el último Festival de Mar del Plata. Si hay alguien que ejerció con saña el rol de comisario cultural fue él. En La otra lo narramos con lujo de detalles, como no lo hizo ningún otro medio que cubrió el Festival, acá. Por eso, junto con el odio que nos producen los daños cotidianos que el macrismo seguirá haciendo cada día que se mantenga en el poder, nosotros también sentimos una inmensa alegría al verlos besando la lona. Su amargura es nuestro regocijo.
Sres @TicketekAr compré entradas para ver un espectáculo musical con Caetano Veloso. Uds no me avisaron q los artistas iban a hacer manifestaciones políticas ni q el espactaculo iba a terminar en acto político— Roberto Cachanosky (@RCachanosky) 20 de septiembre de 2019
Ruego me devuelvan el dinero de las entradas
Su amargura agrega un plus a nuestra felicidad. De nuestro lado están los creadores que nos mejoraron la vida, que representam boa parte da alegria existente neste mundo, con su belleza tan lejana a la violencia del régimen derrotado. A ellos les dedicamos la reciente audición de La otra.-radio.
Con el mismo júbilo en La otra.-radio hablamos de Bixa Travesti, la película brasileña que puede verse en estos días en la Sala Lugones, o del acto de Cristina en La Matanza del sábado pasado. Todo lo pueden escuchar clickeando acá.