La otra.-radio palpitando el final del macrismo, para escuchar clickeando acá
Nuestro programa de radio ocupa un tiempo marginal en las semanas ordinarias (¿final del domingo? ¿principio del lunes?) pero se vuelve central los días de elecciones. Según el sistema electoral vigente, cada cuatro años hay entre cuatro y seis domingos con elecciones nacionales. De manera que en La otra.-radio llevamos desde 2006 como 20 noches electorales. Dadas las turbulencias de estos años, la mayoría de esas noches fueron dramáticas. Varias veces nos tocó llevar adelante el programa en medio de derrotas. Las peores fueron las de octubre y noviembre de 2015, derrotas dolorosas, que anticipaban el desastre que íbamos a vivir durante el macrismo.
Este que está terminando fue un año particularmente inquietante: durante la mayor parte del tiempo reinó la incertidumbre, siempre rozando la posibilidad. Empezó a despejarse la mañana en que Cristina anunció su precandidatura a vice en la fórmula encabezada por Alberto. A la noche siguiente hicimos un programa en el que empezamos a oler la victoria. Mientras el país entraba en un pleno desastre macrista, iba creciendo la posibilidad de terminar el año con un gobierno popular y macri afuera.
La esperanza se volvió estruendosa la noche del 11 de agosto, el momento en el que el país pegó un giro decisivo después de años de malas noticias. Nos sentimos seguros de que macri estaba acabado. Cuestión de aguantar meses horribles con expectativas buenas. Si uno se guía por la montaña rusa que sacude a la sociedad argentina, cada semana parece explotar una conmoción. Pero si la mirada no queda tan apegada a los tts o los zócalos, las tendecias son un poco más previsibles.
El macrismo empezó a caer justo después de ganar las elecciones de medio término en 2017. Ese resultado fue mal leído por el oficialismo saliente. En cambio, Cristina, la líder que el régimen se propuso destruir, leyó bien el resultado y a partir de ese momento empezó a afianzar su liderazgo.
El macrismo puede ser evaluado de distintas maneras: si uno considera que su fin estratégico era hiperendeudar la Argentina, bajar los salarios, subir la pobreza y el desempleo y destruir la industria nacional, puede decirse que fue una gestión exitosa. Pero si su objetivo era más ambicioso y quería aniquilar al kirchnerismo, destruir la organización de trabajadores y movimientos sociales, clausurar el diseño social del peronismo, imponer la flexibilización laboral y naturalizar la desigualdad, entonces el macrismo fracasó estrepitosamente.
Mi idea es que el fin estratégico del macrismo era el más ambicioso. En la recta final de su fracaso político logró una remontada que lo deja con una base social de derecha dura fidelizada, cuyo proyecto no logrado es un país en el que solo quepan 2/3 de la sociedad. Con el triunfo del Frente de Todos sigue prevaleciendo el proyecto que nos contiene a todos, incluso a los que nos quieren afuera. El camino será difícil por todo lo que el macrismo destruyó y por el poder de daño que las clases dominantes conservan. También porque en la segunda década del siglo el mundo giró netamente al espanto. Habrá que ver si este triunfo y el desquicio del modelo chileno no marcan un tope de la derecha al menos en nuestra región. El año lo terminamos con el macrismo fuera del gobierno y Piñera colgado de un hilo al otro lado de la cordillera.
Escribo diez días después de las elecciones, mientras esperamos la asunción de Alberto y Cristina. La noche del domingo de las elecciones yo lo sabía pero no pude articularlo de una manera clara en el contexto del programa.
Esa noche parte del staff de La otra veníamos de fiscalizar en una escuela de Burzaco. Nunca concebimos que cumplíamos con nuestro compromiso solo yendo a poner el voto y sentarnos a esperar los resultados por la tele. Pero también era parte de nuestro compromiso estar a la medianoche contando el resultado de la jornada electoral. Teníamos para relatar la mejor noticia de los últimos años. Pero el anochecer de un día agitado no nos permitió hacer un programa a la altura de semejante victoria. En las calles había fiesta. Yo estaba muy bien por el resultado pero el programa no funcó. Algunos me dijeron que estuvimos bien, otros que no, yo lo padecí. Por eso, la semana pasada no subí el audio al blog.
El domingo siguiente, ya más tranquilos, la alegría se fue asentando. Era nuestra oportunidad de alinear el programa con el momento que vivimos, una esperanza dispuesta a seguir trabajando, porque el cuidado del triunfo nos va a exigir más inteligencia y más energía. Es el ánimo del domingo después. Todos estos años de pelear con los dientes apretados no fueron al pedo: no nos han vencido, la tarea sigue.
Una manera de agasajarnos es hacer un programa de radio con cosas que nos gustan mucho: además de pasar en limpio estas ideas, nos dedicamos a saborear música hermosa. Uno, clásico imbatible: Abbey Road, en su notable edición del 50° aniversario. El otro, no tan célebre, lleva ¡solo! 30 años desde su edición, Songs for Drella, delicadísimo tributo de Lou Reed y John Cale a Andy Warhol cuando él murió, el querido y odiado amigo y mentor de ambos, .
Después de hacer el programa del domingo me dediqué a revisitarlo como oyente. Lo disfruté de punta a punta.
El otro, el del domingo del triunfo, no volveré a escucharlo. Será un episodio perdido, una pieza que falta. Te lo debo.
Maxi Diomedi, mi amigo y compañero de La otra, escribió en su muro de Facebook hace unos días:
"A partir del 10 de diciembre voy a cambiar mi foto de portada. La sacó y publicó la Revista Anfibia en febrero de 2016 para ilustrar una nota por los despidos de les trabajadores de la Cultura. Eran las primeras plazas y les compañeres de distintos ministerios eran despedides como moscas. Si miro bien, además de Sofia Grenada, se ve a Luciana Jury (a quien encontramos hace un ratito, afónica, volviendo de Chacarita), el bajista Marcelo Torres, el músico Goyo Grasso y un montón de caras con las que nos cruzamos en estos años de desazón. Creo que a esa foto la dejaba ahí como un modo de no olvidar desde dónde partimos. No olvidar aquellas plazas donde estábamos les que intuíamos que esto podía ser lo peor que le iba a pasar a la democracia argentina. Y lo fue. De aquel verano a la unidad pasó mucha agua bajo el puente. Ahora, con el resultado puesto y el 40 por ciento de argentines que votaron (otra vez) un proyecto de hambre y gatillo al pobre, se hace más visible lo necesario que era la unidad. Con lo imperfecta que es, los sapos que tragamos y lo que seguramente vamos a putear, pero -está a la vista- era imprescindible. Y desde la más lúcida al que menos votos aportó, todes pusieron su playa o su granito. Lamento que la mitad de Bahía Blanca y Buenos Aires sigan empecinados en mirar su propio ombligo y se crean una raza superior. Igual festejamos. Ahora a arremangarse".
Vos nunca me das tu dinero
solo me das esos papeles raros
y en medio de las negociaciones te quebrás.
Yo nunca te doy mi número
solo te doy mi situación
y en medio de la investigación me quiebro.
Salgo del colegio, no queda plata
no veo futuro ni pago el alquiler
todo el dinero se fue, no tengo donde ir.
Los empleados despedidos
El lunes a la mañana de vuelta
camión amarillo y lento, no tengo donde ir
Pero ¡oh, esta mágica sensación
de no tener adonde ir!
Un dulce sueño
tomá las valijas y subí a la limusina
pronto estaremos lejos de acá.
Apretá el acelerador y secate las lágrimas
Un dulce sueño hoy se hizo realidad
se hizo realidad
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete
Todos los chicos buenos van al cielo
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete
Todos los chicos buenos van al cielo.
Andy, soy yo, no te vi en mucho tiempo
ojalá te hubiera hablado más cuando estabas vivo
pensé que estabas seguro de vos mismo cuando actuaste con timidez.
Hola, soy yo
Realmente te extraño, realmente extraño tu espíritu
no escuché ideas así en mucho, mucho tiempo
me encantaba verte dibujar y pintar
pero cuando te vi por última vez, me di vuelta.
Cuando Billy Name estaba enfermo y encerrado en su habitación
me pediste speed, pensé que era para vos
lamento si dudé de tu buen corazón
las cosas siempre parecen terminar antes de empezar.
Hola, soy yo, tu exposición estuvo genial
tu vaca pintada sobre papel y tus almohadas flotantes plateadas
ojalá te hubiera prestado más atención cuando se rieron de vos.
Hola, soy yo
"Disparan a un artista pop" decía el titular
"¿el tiroteo fue un simulacro? ¿Warhol está realmente muerto?"
Te dedican menos tiempo por robar un auto:
recuerdo haberlo pensado cuando escuché mi propio disco en un bar.
Realmente te odiaron, ahora todo eso cambió.
Pero tengo algunos resentimientos que nunca se borran
me golpeaste donde dolía, no me causó gracia.
Tu diario no es un epitafio digno,
En fin, Andy, supongo que ahora tenemos que irnos
ojalá te guste este pequeño show
sé que llega tarde, pero es la única forma que conozco.
Hola, soy yo
Buenas noches, Andy
Adiós, Andy.