Estuve en tantos lugares a lo largo de mi vida
canté un montón de canciones
hice algunas malas rimas
he actuado mi amor en los escenarios
con diez mil personas mirándome
pero ahora estamos solos
y estoy cantando esta canción para vos.
Sé que la imagen que tenés de mí
es la que a mí me gusta que sea
te traté mal, pero ¿no podés ver
que no hay nadie más importante para mí?
Cariño, ¿no podés ver más allá, por favor?
Porque ahora estamos solos
y estoy cantando esta canción para vos.
Me enseñaste preciosos secretos
sobre la verdad, sin ocultar nada
me miraste de frente y yo me escondí
pero ahora soy mucho mejor
y si mis palabras no surten efecto
escuchá la melodía
porque es mi amor lo que ahí se esconde.
Te amo en un lugar
en el que no existe el espacio o el tiempo
te voy a amar toda la vida, eres mi amigo
y cuando mi vida se acabe
acordate de cuando estábamos juntos, solos
y yo estaba cantando esta canción para vos.
Ayer salió Lioness: Hidden Treasures, el álbum póstumo de Amy Winehouse, que recopila una serie de grabaciones sueltas grabadas en distintos momentos de su vida. No se trata del disco que vendría después de Back to black, sino de registros ocasionales, en los que sin embargo brilla el excepcional talento de esta gran cantante que fue Amy. Su arrullo puede sonar alternativamente sensual, desgarradoramente solitario, juguetón, pero siempre de una musicalidad impecable. Elijo esta hermosísima canción de León Russell (cuya propia versión también incluyo al final de este post). La canción fue grabada de una toma, Amy sola con la guitarra en su casa de Londres en 2009. La post-producción artística es de Salaam Remi. Este domingo lo escucharemos y analizaremos con detenimiento en La otra.-radio.