por Carmen Cuervo
Violeta y con ojos negros, tres, uno ciego. Una vez sonreí, sonrisa vieja. Manos enormes, que no entran en mi casa. Un único pensamiento en mi cerebro, un cerebro normal después de todo. Enseño cosas complicadas, tiernas, incoherentes, suaves, terribles. No bailo, no puedo bailar. Como chocolate amargo, con leche, relleno, todos los días. varias veces. Grito desesperada y me golpeo la cabeza siempre. Me asusto y ladro. Tengo muy pocos defectos. Violeta y con ojos negros.