Hace unos años conocí a unos chilenos simpáticos, cultos, que justificaban el golpe a Allende. Me dicen que el 50% de los chilenos es así.
Eran pinochetistas semi-encubiertos. No hablaban bien de Pinocho pero justificaban haber volteado a Allende. Me llamó muchísimo la atención.
Me preguntaba cómo era posible que en el siglo xxi hubiera pro-golpistas, macartistas, pequeño-burgueses clasistas identificados con el gran burgués. Me parecían un anacronismo.
Los veía como ciudadanos civilizados, pero capaces de bancar golpes de estado y persecusión política.
Ahora veo que la derecha argentina se está chilenizando.
Su problema es que no están dadas las condiciones para un Pinochet, aunque sí existe su base social.
Tienen la base social para el pinochetismo pero quieren aparentar modernidad.
Tienen su diario El Mercurio pero no tienen cuarteles que golpear.
Es un fenómeno social al que habrá que prestarle atención.