Juanito el Cantor es, a esta altura, una denominación equívoca. Hay un músico, Juan Ignacio Serrano, que irrumpió en escena en la primera década del siglo xxi, con uno de los debuts discográficos más promisorios de la historia del rock local, 12 canciones de amor y una botella de vino. Portador de varias tradiciones, clásicas y modernas -desde el contrapunto barroco en el acompañamiento de la guitarra hasta el post-intimismo pop de un Coiffeur en las letras y en la dicción, desde el fraseo sutilmente spinettiano en las melodías hasta cierta perversión infantil proveniente de Lewis Carroll y/o María Elena Walsh en el imaginario narrativo, o incluso desde cierta apariencia de modestia asociable a los cantautores folk que se acompañan de guitarra criolla, modestia desmentida en cuanto la mano izquierda empieza a trepar por el diapasón entretejiendo dibujos complejísimos- lo distintivo del “proyecto Juanito” es una combinación muy orgánica de elementos diversos. Si muchas de las canciones de su primer disco hubieran tenido una difusión sostenida, hoy gozarían del status de grandes hits populares. (Fragmento de la nota "Juanito el cantor es…?". Completa en revista La otra 27, ahora en kioscos)
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Juanito es uno de los grandes guitarristas argentinos, algo distinto de un guitar hero, más difícil de encontrar. Este domingo a la medianoche viene a La otra.-radio en su doble condición: 1) le pedí que me hiciera una selección de sus guitarristas preferidos, de todos los géneros; 2) viene con su banda, La Nube Mágica, a presentar temas inéditos no de su próximo disco, sino... ¡de sus próximos dos discos!
La visita de Juanito y La Nube Mágica a La otra.-radio (domingo a la medianoche en FM La Tribu, 88.7, online) anticipa su primer concierto del año, junto a Rosal, el viernes próximo a las 20:00 en el Parador Konex (Sarmiento 3131).