Los Pendejos de Perrone, Papirosen, Celan / Ingeborg, Infancia Clandestina, la contraofensiva montonera, Naty Menstrual, Patti Smith y Laura Klein en revista La otra nº 27
DÓNDE CONSEGUÌS REVISTA LA OTRA Nº 27:
En los kioscos de Corrientes 668, 684 y 798 (esquina Esmeralda)
En el kiosco de Av de Mayo 1113. (Hay también números anteriores).
En Tienda Cine Si (Pje. Giuffra 311, hay también números anteriores).
Sobre Pendejos, la nueva película de Raúl Perrone, aún inédita, de la que todos van a hablar en pocas semanas: "Se trata de una especie de Summa Perroniana, quizá el resultado de búsquedas que le llevaron años. El final de algo o el comienzo de algo. Ya sin el registro oral, el soporte musical en el que la imagen se apoya es terreno de ardua experimentación. ¿Para qué está el sonido, para qué la música en el cine? Perrone hace borrón y cuenta nueva. Las líneas narrativas, que ya parecían muy laxas en sus películas anteriores se abren del todo. Los retratos de esas caras juveniles, deseosas, intrigantes, inocentes, perversas, seductoras, herméticas, imponen su ley. Esas caras, esas miradas vueltas hacia el mundo a descubrir, un mundo muy peligroso, o vueltas hacia adentro, descubriendo el peligro de su propio deseo, imponen su propia ley en Pendejos". (Oscar Cuervo, "El año que vivimos en Perrone")
Perrone, sobre su mirada del conurbano: "Cuando yo empecé a hacer cine, con Labios… concretamente, me había hartado el hecho de que se mostrara en la televisión a San Telmo como el único barrio que existe. No había un cine de casas bajas. Yo aprendí a conocer los barrios de EEUU por las series. Conocí Illinois, Portland, Oregón, viendo El Fugitivo. Y dije: ¿por qué no filman en Haedo? Después apareció Trapero en La Matanza. Y después empezaron a venir las escuelas de cine acá: “¡mirá los cielos de las películas de Perrone!”. Y yo decía: “¡pero los cielos están en todos lados, miren otras cosas!”. ("Yo haciendo películas me siento muy seguro. Ojalá fuera así en la vida". Entrevista a Raúl Perrone, por Martín Farina y Oscar Cuervo).
Sobre La comedia de los panes, el libro de Laura Klein: "Si se ha estado viva el año de la humillación, hay que sobrevolar el mundo para dejar testimonio. Pero no se trata de cualquier vuelo. Hay que hacerlo orgullosamente, “como las águilas”, diría Zaratustra, y así es como la poética de Laura Klein inicia su derrotero, contemplando la falta de ternura en el rostro de cada uno/ como un foco político de la desgracia" (Liliana Piñeiro, "La comedia de los Panes: creced y multiplicaos")
Sobre Papirosen: "Una cosa es decir: bueno, voy a pensar el holocausto, los traumas familiares, la endogamia de los judíos rusos a partir de los vínculos actuales, voy a filmar un viaje a Ushuaia, lo que quieras. Pero ver a la generación que se acaba de salvar escapándose de Europa, con todo lo que sabemos que pasó, su primer momento de ocio familiar, la playa, el sol, el sueño de prosperidad… eso es muy fuerte, en el marco de una película que lo contextualiza. Conocemos la historia de cómo se escaparon, de cómo los mataron, pero verlos por primera vez en la ilusión de la prosperidad es muy loco. Lo que me dijo mi amigo Hans, cuando hablamos del material por primera vez, es que la película se podía resumir en las siguientes líneas: “estamos vivos, nos salvamos, somos saludables, tenemos dinero, nuestros hijos son hermosos, pero hay fantasmas bailando a nuestro alrededor”. Todo lo que sucede, los viajes, las fiestas, los bailes, viene a reforzar esa idea de que estamos salvados finalmente, porque en el caso del judaísmo es muy fuerte esto de estar a punto de desaparecer. Hay fuerzas que descansan sobre nosotros y que nos vienen desde adentro. Después vinieron los otros a empujar, pero lo peor es algo que conspira desde adentro". (Entrevista a Gastón Solnicki: "“Estamos vivos, nos salvamos, tenemos dinero, nuestros hijos son hermosos, pero hay fantasmas bailando a nuestro alrededor”, por Willy Villalobos, Martín Farina y Oscar Cuervo)
Sobre la correspondencia entre Paul Celan e Ingeborg Bachmann: "La pareja no podía tener orígenes más disímiles. Bachmann, austríaca de 21 años, estudiante de filosofía e hija de un afiliado temprano al nazismo. Celan, 27 años, nacido en el seno de una familia judía cuyos padres serán asesinados en un campo de concentración, él mismo sobreviviente de un campo de trabajo rumano. Ellos se conocieron durante las jornadas del mítico grupo 47, reunión de jóvenes autores que intentaron revitalizar la Nachkriegsliteratur (literatura de posguerra), también llamada literatura de los escombros. El primer encuentro amoroso fue en la Viena ocupada de mayo de 1948, e inaugura el epistolario con un poema que Celan dedica a su amada:
En Egipto
Le dirás al ojo de la extraña: ¡Sé el agua
Las buscarás, en el ojo de la extraña, a las que sabes en el agua.
Las llamarás para que salgan del agua: ¡Ruth! ¡Noemí! ¡Miriam!
Las adornarás cuando duermas con la extraña
Las adornarás con el pelo de nubes de la extraña.
Les dirás a Ruth, a Miriam y Noemí:
¡Miren, duermo con ella!
La adornarás más bella que a ninguna, a la extraña que tienes a tu lado.
La adornarás con el dolor por Ruth, por Miriam y Noemí.
Le dirás a la extraña:/ ¡Mira, dormí con ellas!”
(Lilián Cámera, "Bajo la tormenta de rosas")
Sobre la contraofensiva montonera: "En 1979 teníamos claro que era muy poco lo que quedaba en pie, que las comisiones internas de los gremios habían sido borradas, los centros de estudiantes ya no existían, en fin, que la mayoría de los militantes populares habían sido muertos, secuestrados, presos o exiliados. “Perdió el Turco, lo mataron al Pato, Viky se cagó a tiros y murió heroicamente, encanaron a toda la comisión interna de la Ford, secuestraron a varias Madres…” eran noticias de todos los días, que se sumaban al descalabro económico que conducía el hoy detenido ex ministro de economía Alfredo Martínez de Hoz. Todas eran pálidas, los compañeros caían como moscas y no había forma de parar el aniquilamiento. Ese mismo año la conducción político militar de Montoneros, que ya residía en Cuba luego de un fallido intento de un comando militar argentino en México que pretendía borrarlos del mapa, decide convocar a una reunión con varios de los referentes que quedaban en Argentina". (Willy Villalobos, "Cuando la vida era un blanco móvil. El videlazo que no fue)"
Sobre Infancia Clandestina: "Esto era así, el cotidiano de una familia en la clandestinidad era así, tenía todos esos condimentos que conocemos y que se construyeron hasta hoy, el miedo, la muerte, el pánico, todo eso obviamente existía. Pero también existía todo lo demás, el amor, la felicidad, el humor, un humor negro maravilloso que había en esa época, una intensidad emocional divina, niveles muy altos de entrega, es lo que se vivió realmente en ese momento. Se insistió mucho en la idea de que militar estaba asociado a la muerte, de que era mejor no meterse porque si vos militás, te matan. Y esa idea perdura hasta el día de hoy. Esa es una manera de ver que triunfó en los 90 en todo el mundo, que las ideas no tenían valor porque te llevaban a la muerte. Y más allá de que la muerte fue parte de aquella época, no era el fin de la gente que militaba, lo último que querían era morir, era una sensación de una vitalidad impresionante, con la posibilidad de morir como una de las tantas que podían pasar. También hace falta desmitificar a los que dieron la vida en aquella época. Para los hijos fue muy complejo correr el mito de nuestros padres, porque a un mito no le exigís, no le criticás… ¿cómo hacés?". (Entrevista a Benjamín Avila, “Un living con sillones que no existen”)
Naty Menstrual, sobre vivir:"Yo cumplí 43 años y a la distancia observé cosas, analicé otras, saqué algunas conclusiones y creo que en mí hubo mucho de sobreponerme. Al principio, cuando sos chico, tenés un sentir diferente al medio y sabés que ese sentir no es permitido y es penado, es castigado. Creo que hay un forzarse a sobreponerse y a reinventar un mundo más placentero que ese que se te aproxima. Entonces desde chica siempre tuve un mundo de fantasía muy grande y amplio, quizás por una necesidad de sobreponerme y escapar a esas falencias que tenía ese mundo que transitaba obligatoriamente y que no me agradaba porque no me sentía cómoda. Puede ser mucho de eso. Desde chica yo hablaba sola todo el tiempo con mis personajes y mis cosas. Yo tenía a mis abuelos a media cuadra y ahora, cada vez que veo el parque de mi abuela, me siento muy bien porque para mí ese parque fue maravilloso, increíble. Yo con las flores hacía princesas y con los camiones que me regalaban, porque era varón, sacaba los tornillitos y hacía los príncipes; con tuerca era la princesa con tapado de piel, sin tuerca era el príncipe; hacía pelucas a las princesas con plastilina, usaba la escalera que iba hacia la terraza de palacio… Imaginate, yo era chica, un putito (risas). Era un miniputito y ya mi cerebro se adaptaba a tratar de ser feliz de alguna manera". (“La vida duele ¿a vos te duele?", Entrevista a Naty Menstrual, por Maximiliano Diomedi)
Sobre Banga!, el nuevo disco de Patti Smith: "Hay dos hermosas elegías en Banga!. Una, el tema que le dedica a Amy Winehouse, "This is the Girl", -”la canción que me hubiera gustado no escribir”, Patti dixit- (“esta es la chica, por quien todas las lágrimas caen/ esta es la chica que cruzó la línea) cantada como si quisiera arrullarla en la muerte, arroparla en un casi soul espectacularmente íntimo, acompañada por las cuerdas de su hijo. La otra está dedicada a María Schneider, muerta recientemente, la otra chica que escandalizó al mundo, sin proponérselo -para su propia pérdida- en Last tango in Paris y que fue amiga de Patti en los 70. La había acompañó en la gira europea de Horses. “María” es, tal vez, la más nostálgica de las baladas del disco (te conocí cuando éramos jóvenes/ ahora te has ido./ No conocíamos la precariedad de nuestros poderes juveniles,/ todo el vacío/ cabellera salvaje/ ojos tan tristes). En ella resuena otro arrullo, aquel sobre la década de la salida de Patti al mundo de la música". (Alejandro Ricagno, "La noche pertenece a los perros fieles")
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