"La Cruz Roja no tiene los intereses que tiene la Cámpora", felicita Nelson Castro a Juan Micelli. "Esta es una de las cosas tristes que está pasando en la Argentina" dice Nelson y Micelli agradece.
Se han visto muchas actitudes miserables en estos días de luto colectivo, pero pocas me resultan más repulsivas que las de periodistas que creen que su micrófono es un púlpito desde el que sermonear cómodamente desde una presunta superioridad moral o un valor cívico del que en verdad carecen. Juan Micelli es el paradigma de este fariseísmo. Es probable que busque una salida mediática de la Televisión Pública para conseguir un buen contrato de vuelta en los medios derechistas. Esto lo demuestra no tanto su pregunta al Cuervo Larroque como su diálogo empalagoso con Nelson Castro. Ojalá Micelli se marchite de indiferencia en el noticiero de la TV Pública y no logre el despido que con tanta bajeza busca.
Detrás de esa pseudo-severidad inquisitorial, hecha desde el resguardo de un estudio de radio o televisión, los Micelli y los Castro se permiten echar un cono de sombra sobre la juventud militante, demonizar una vez más a la juventud militante, la que está poniéndole el cuerpo a la necesidad colectiva mientras los periodistas juzgan cómodamente desde estudios. "¿Por qué no venís a trabajar, Micelli?". En el fondo es un ladrillo más en la pared que la reacción construye cada día, tratando de dibujar el perfil de los futuros blancos de persecución política: "los de la Cámpora son jóvenes violentos, frívolos, ladrones, corruptos... ahora también hay buenos motivos para señalarlos porque trabajan con sus pecheras, porque deberían ocultar su identidad, deberían avergonzarse; nosotros, los periodistas impolutos podemos condenarlos continuamente, burlarnos de ellos, asociarlos a todo lo malo que se nos ocurra: hoy porque ayudan, mañana porque no lo hicieron...".
Cómo les jode la Cámpora, ¿no?
Cuánta falta que hace la Cámpora, a la que toda la derecha quisiera hacer desaparecer.
Qué bueno tener a la Cámpora, ¿no? Cuánta más Cámpora nos hace falta.
Acá les dejo un texto de mi amigo Juan Soriano, de Vatayón Militante, otra agrupación de jóvenes -y no tanto- igualmente execrados por la burguesía asustada, igualmente imprescindibles para oxigenar nuestra patria:
LA PECHERA
Que la pechera esto, que la pechera lo otro.
Qué carajos.
Como siempre, acá se le pega a los pibes que laburan.
Nosotros desde Vatayón, estamos articulando fuerte con el Movimiento Evita en el Barrio Mitre y en Los Perales, y en La Plata. Y los vecinos y vecinas.
Acá en la comuna, en la Carbonilla con La Cámpora, Kolina, Nuevo Encuentro y el Frente Transversal.
Y los vecinos y vecinas.
Hemos sostenido durante meses actividades en conjunto con las compañeras del Picado Nacional y Popular femenino en el Borda.
Y los pacientes y trabajadores del hospital.
Hemos trabajado junto a Forjando Utopías.
Y los vecinos y vecinas.
Vamos a trabajar junto al Fortín de Villa Ortúzar, y los compañeros de Pueblo Peronista con los que ya hemos hecho actividades.
Y los vecinos y vecinas.
Con la inundación, hemos mandado a gente a parroquias, comités de la UCR, del "Peronismo" Federal y en el Barrio Mitre fuimos con los compañeros del Evita a pedirle unas cuantas cosas a Esteban Bullrich que estaba ahí y terminó juntando cosas con nosotros, ropa y comida, en bolsas.
Si vino porque lo fuimos a buscar, si lo hizo de careta, perdonen mi francés, pero me chupa la pija.
Yo no vi a muchos periodistas, la verdad, haciendo un laburo territorial concreto y cierto en los barrios.
Seguro que lo hubo, claro, pero repito: no los ví.
Yo sé que hay un montón de famosos que, me guardo la esperanza y la seguridad, de que han donado un montón de cosas a las zonas afectadas.
Mientras tanto, no obstante, sigue faltando agua, colchones, lavandina, leche y ¿Sabés qué más falta? Casas de verdad para las personas en las villas, asentamientos, o lugares que han sido arrasados.
Falta trabajo para que ellos puedan sostener una casa con luz legal, agua corriente y potable, conexiones de gas correctas, teléfono e internet.
Falta voluntad para terminar de resolver el hambre, la pobreza y todas las utopías semitroskas que sabemos, son muy difíciles de alcanzar y muy fáciles de declamar y pedir a los gritos.
Esto que estamos viviendo es una lección de los tiempos, un concepto de Unidos y Organizados, en donde suceden cosas en unión y organización, y si hay un par de mocos, un par de punteros que son unas porquerías, unos cuántos funcionarios que siguen de vacaciones, y un montón de compañeros y compañeras y funcionarios que están trabajando en las zonas de desastre, es parte de lo que significa un humano.
La Jefa estuvo ahí, la ministra estuvo ahí, nuestros diputados y legisladores, la gran mayoría, están ahí.
El pueblo está ahí también, y sigue ahí y tendremos que seguir trabajando para que no sigan estando, digamos, tan ahí, del otro lado del mostrador, como si nosotros estuvieramos siendo vendedores de alegrías.
El tiempo, también, está de nuestro lado, como siempre, porque Perón no murió, porque Evita está ahí, porque Chávez nos pidió que sigamos el ejemplo de Néstor y porque Cristina tiene el barro en la sangre y la sangre en el barrio y el peronismo, bueno, es el kirchnerismo y lo que siempre hacemos sus hijos, es trabajar y no dejar el culo en una silla y el maquillaje en la trompita, pa.
En esta no ganamos todos: perdimos todos.
Mientras tanto, los periodistas siguen subiendo y bajando el pulgar a lo que se les ocurra, por convicción personal, por un montón de plata, o simplemente porque son unos imbéciles.
Dios dirá.
Bergoglio donará 50.000 dólares (a precio oficial).
Maravilla Martinez donará 100.000 dólares o pesos, no tengo idea.
León Gieco hoy bailará a beneficio.
Un par de funcionarios donarán sus "dietas" (qué antipático que se llame así, siendo que engordan día a día un poco más).
Y los negros peronistas carasucias, chiquilines con el pelo enredado, sin zapatillas, mañana van a seguir estando ahí y la enorme y maravillosa solidaridad anónima que compró una anécdota hermosa con el corazón rosado en la mano, se va a olvidar de los culpables, se va a olvidar del pueblo que es tierra y cemento y cuando haya otra catástrofe, volverá a enojarse con los funcionarios, incluso con los que han ido a ser insultados, con los militantes que todos los días son estigmatizados y todo lo que ya sabemos que el futbolísimo humano es.
Detalle: los compañeros que participaban en los talleres de Vatayón en el penal de Ezeiza, están armando una movida solidaria, que consiste en que sus visitas les lleven cosas extras para donar a los afectados, y cada privado de su libertad que tenga dos frazadas, va a donar una.
Por eso, periodista, vos, que nunca vas a contar esto, nunca lo vas a hacer porque nunca hacés un carajo más que comentar toda la vida hermosa que pasa por afuera de ese cuadrado bobo en el que vivís.
Algún día, jugarás en la Selección y será campeón del mundo.
Y te regalo una fotito del año pasado, que me saqué en una movida a la que me sumé para dar una mano y me importó tres carajos ponerme la pechera, como me puse un día una kipá en una fiesta judía y me disfrazaba de la Tortuga Ninja Leonardo cuando tenía 14 años y trabajaba en un "Tortumóvil" en Santos Lugares por la frugal paga de "te arreglamos la bicicleta".
Cuando hacés lo que hacés, hacés las cosas como se te canta hacerlas.
Lo importante, es que lo hagas.
Vayanse a la mierda, periodistas.
Y vengan a sacar fotos todos los días, a las agrupaciones que laburamos, sean de la bandera que sea.
Qué carajos.
Como siempre, acá se le pega a los pibes que laburan.
Nosotros desde Vatayón, estamos articulando fuerte con el Movimiento Evita en el Barrio Mitre y en Los Perales, y en La Plata. Y los vecinos y vecinas.
Acá en la comuna, en la Carbonilla con La Cámpora, Kolina, Nuevo Encuentro y el Frente Transversal.
Y los vecinos y vecinas.
Hemos sostenido durante meses actividades en conjunto con las compañeras del Picado Nacional y Popular femenino en el Borda.
Y los pacientes y trabajadores del hospital.
Hemos trabajado junto a Forjando Utopías.
Y los vecinos y vecinas.
Vamos a trabajar junto al Fortín de Villa Ortúzar, y los compañeros de Pueblo Peronista con los que ya hemos hecho actividades.
Y los vecinos y vecinas.
Con la inundación, hemos mandado a gente a parroquias, comités de la UCR, del "Peronismo" Federal y en el Barrio Mitre fuimos con los compañeros del Evita a pedirle unas cuantas cosas a Esteban Bullrich que estaba ahí y terminó juntando cosas con nosotros, ropa y comida, en bolsas.
Si vino porque lo fuimos a buscar, si lo hizo de careta, perdonen mi francés, pero me chupa la pija.
Yo no vi a muchos periodistas, la verdad, haciendo un laburo territorial concreto y cierto en los barrios.
Seguro que lo hubo, claro, pero repito: no los ví.
Yo sé que hay un montón de famosos que, me guardo la esperanza y la seguridad, de que han donado un montón de cosas a las zonas afectadas.
Mientras tanto, no obstante, sigue faltando agua, colchones, lavandina, leche y ¿Sabés qué más falta? Casas de verdad para las personas en las villas, asentamientos, o lugares que han sido arrasados.
Falta trabajo para que ellos puedan sostener una casa con luz legal, agua corriente y potable, conexiones de gas correctas, teléfono e internet.
Falta voluntad para terminar de resolver el hambre, la pobreza y todas las utopías semitroskas que sabemos, son muy difíciles de alcanzar y muy fáciles de declamar y pedir a los gritos.
Esto que estamos viviendo es una lección de los tiempos, un concepto de Unidos y Organizados, en donde suceden cosas en unión y organización, y si hay un par de mocos, un par de punteros que son unas porquerías, unos cuántos funcionarios que siguen de vacaciones, y un montón de compañeros y compañeras y funcionarios que están trabajando en las zonas de desastre, es parte de lo que significa un humano.
La Jefa estuvo ahí, la ministra estuvo ahí, nuestros diputados y legisladores, la gran mayoría, están ahí.
El pueblo está ahí también, y sigue ahí y tendremos que seguir trabajando para que no sigan estando, digamos, tan ahí, del otro lado del mostrador, como si nosotros estuvieramos siendo vendedores de alegrías.
El tiempo, también, está de nuestro lado, como siempre, porque Perón no murió, porque Evita está ahí, porque Chávez nos pidió que sigamos el ejemplo de Néstor y porque Cristina tiene el barro en la sangre y la sangre en el barrio y el peronismo, bueno, es el kirchnerismo y lo que siempre hacemos sus hijos, es trabajar y no dejar el culo en una silla y el maquillaje en la trompita, pa.
En esta no ganamos todos: perdimos todos.
Mientras tanto, los periodistas siguen subiendo y bajando el pulgar a lo que se les ocurra, por convicción personal, por un montón de plata, o simplemente porque son unos imbéciles.
Dios dirá.
Bergoglio donará 50.000 dólares (a precio oficial).
Maravilla Martinez donará 100.000 dólares o pesos, no tengo idea.
León Gieco hoy bailará a beneficio.
Un par de funcionarios donarán sus "dietas" (qué antipático que se llame así, siendo que engordan día a día un poco más).
Y los negros peronistas carasucias, chiquilines con el pelo enredado, sin zapatillas, mañana van a seguir estando ahí y la enorme y maravillosa solidaridad anónima que compró una anécdota hermosa con el corazón rosado en la mano, se va a olvidar de los culpables, se va a olvidar del pueblo que es tierra y cemento y cuando haya otra catástrofe, volverá a enojarse con los funcionarios, incluso con los que han ido a ser insultados, con los militantes que todos los días son estigmatizados y todo lo que ya sabemos que el futbolísimo humano es.
Detalle: los compañeros que participaban en los talleres de Vatayón en el penal de Ezeiza, están armando una movida solidaria, que consiste en que sus visitas les lleven cosas extras para donar a los afectados, y cada privado de su libertad que tenga dos frazadas, va a donar una.
Por eso, periodista, vos, que nunca vas a contar esto, nunca lo vas a hacer porque nunca hacés un carajo más que comentar toda la vida hermosa que pasa por afuera de ese cuadrado bobo en el que vivís.
Algún día, jugarás en la Selección y será campeón del mundo.
Y te regalo una fotito del año pasado, que me saqué en una movida a la que me sumé para dar una mano y me importó tres carajos ponerme la pechera, como me puse un día una kipá en una fiesta judía y me disfrazaba de la Tortuga Ninja Leonardo cuando tenía 14 años y trabajaba en un "Tortumóvil" en Santos Lugares por la frugal paga de "te arreglamos la bicicleta".
Cuando hacés lo que hacés, hacés las cosas como se te canta hacerlas.
Lo importante, es que lo hagas.
Vayanse a la mierda, periodistas.
Y vengan a sacar fotos todos los días, a las agrupaciones que laburamos, sean de la bandera que sea.