BAFICI / Abbas Kiarostami
por Martín Farina
El comienzo de este nuevo Bafici me trajo por primera vez a la pantalla grande el cine de dos indescriptibles: Apichatpong Weerasetakhul y Abbas Kiarostami. Hablaré muy brevemente de la última película de este último, Like someone in love (Como alguien enamorado).
Se me ocurre que si el cine es un trayecto, un tránsito o el devenir de una mutación en alguna otra cosa, entonces Kiarostami es el gran conductor.
La película comienza en un bar y es de noche; de allí una joven hermosa emprende un viaje en taxi hacia el departamento de un cliente. La mañana siguiente el la llevará a la facultad, y de allí irán al taller mecánico del novio de la chica que inesperadamente se sumo a la travesía. Luego ellos irán a almorzar, y el cliente devenido abuelo improvisado volverá a su casa para finalmente ir a buscar nuevamente a la bella joven, para encontrarse con el novio de ella en su departamento, también inesperadamente.
Esto sería el esqueleto, y así, nada podemos saber de la película, que esconde su punto cúlmine hasta el último segundo. Pero me resulta interesante imaginar esta serpiente narrativa descontextualizada, porque como se ve puedo enunciarla en pocas líneas; ahora, si decido detenerme en cada uno de estos trayectos se abre el mundo Kiarostami, uno que no tiene ni principio ni fin. Un diálogo continuo entre la imagen y el espectador que está obligado a cambiarse los zapatos a cada paso, porque ninguno parece caber lo suficiente dentro de la travesía.
Como alguien enamorado que entabla a cada paso un diálogo consigo mismo imaginando lo que pasa con su amor, algo que a la distancia jamás podrá saber. Kiarostami desenrolla la ilusoria trama del deseo que tiene, en este caso, al espectador como gran protagonista y responsable de tejer, como Penélope, los hilos de sabiduría que el director suelta al aire, como voces ausentes… Lo que será será... Lo que será será!!!