La derecha no se equivoca con Massa. De este lado, entre blogueros estrella, el kirchnerismo fue una moda pasajera.
Massa el viernes pasado estuvo en Bahía Blanca. “Massa priorizó ‘la agenda de la gente’”, tituló La Nueva Provincia un día más tarde. “En octubre se juega ver si la inseguridad, la inflación y los problemas cotidianos forman parte de la discusión de la política. Pero, además, se juega la posibilidad de construir el futuro y de dejar de discutir el pasado”, fue la cita del discurso del candidato que el diario de Massot eligió para reseñar la presentación de Massa en la ciudad.
Me acota mi amigo Maxi Diomedi, bahiense y conocedor del paño una frase que leyó en una nota de la agencia Paco Urondo: "En una ciudad que está comenzando a visualizar la complicidad de civiles con la última dictadura y su plan criminal, las palabras de Massa y la cita de La Nueva Provincia constituyen toda una definición de uno y otro".
Es natural que Massot, acusado de colaborar en la desaparición de obreros gráficos de su diario en 1976, se regocije con la propuesta masita de dejar de discutir el pasado.
Es natural que Massot, acusado de colaborar en la desaparición de obreros gráficos de su diario en 1976, se regocije con la propuesta masita de dejar de discutir el pasado.
Massot está encantado con Massa. En tanto, algunos ex-blogueros estrellas K (¿o ex estrellas blogueros K? ¿o estrellados blogueros ex K?) están desencantados con el kirchnersimo y consagran el desvelo de sus noches a fustigar a la Cámpora, mientras vuelven de a poquito a un anarcoescepticismo noventista tan adecuado a la época que permite mantener una mueca sarcástica impecable al estilo, digamos, de un Caparrós, cuyas denuncias contra el mundo injusto son efectivamente tan impecables como su sarcástico desprecio a la esperanza trabajadora del militante.
Pero del desencanto de las ex estrellas ampliaremos más luego.