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Mensajes encriptados en Bach

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ANTOJO: Simbología y lenguaje en la obra de Johann Sebastian Bach. Medianoche FM La Tribu

por Cristian Bonomo

El legado musical de Johann Sebastian Bach hace que año tras año se editen libros y artículos con nuevas interpretaciones acerca de un lenguaje musical cargado de símbolos, de números y mensajes encriptados. Hace veinte años se presentó una nueva teoría: la Ciaccona de la Partita n° 2 para violín contiene una música oculta, una ceremonia fúnebre en la que Bach rinde homenaje a su primera esposa. Si bien hay enormes cantidades entre sus composiciones que encierran diferentes usos simbólicos, hay quienes arguyen que muchos de ellos se deben al azar, y al ojo de quien quiere ver.

Esta noche haremos un paseo por el lenguaje musical de Bach y será un Antojo para creer o reventar.

Gran encuesta sobre rock argentino I: Cerati, Sumo, IKV, Calamaro, Moris, Miguel Abuelo, Serú, Flopa, Manza, Minimal

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Antojo / La Música es del aire: un programa para escucharacá



En el Antojo del jueves pasado recibimos a Santiago Segura, del blog La música es del aire y, por fin, empezamos a conocer la lista de los 30 discos de rock argentino que encabezaron la mega encuesta que llevó a cabo Santiago. (Al final de este post está la lista de los más de 300 músicos, críticos y afines que votaron, lo que la convierte probablemente en la más grande encuesta que se haya hecho jamás sobre el rock nacional). Entre presentaciones, comentarios y escuchas de los temas, apenas llegamos a develar 8 puestos. En los próximos Antojos seguiremos escalando hacia los primeros lugares. Acá tienen algo de lo que escuchamos:

#23
Moris - Treinta minutos de vida
(por Martín Zariello)
Mandioca - 1970

Luego de un par de audiciones, Treinta minutos de vida se nos presenta como uno de esos discos en los que el artista, claramente, ha sido bendecido por una profunda inspiración que cambia de lugar las coordenadas esenciales de su obra. La clave por la cual Moris es un gran compositor se encuentra en el espacio ambivalente que hay entre la aspereza de su voz y la sensibilidad de sus letras. Esa contradicción entre fondo y forma genera las condiciones necesarias para que surjan canciones tan imprevisibles como ancestrales. Su imaginario poético propone que Bob Dylan cante en el Tortoni. Caben tanto la evocación a la vieja (En una tarde de sol), la nostalgia con crítica social (Ayer nomás) y el techo de resonancias existencialistas de la inolvidable De nada sirve. La música es un folk primal con espíritu tanguero. El oso es una tierna fábula sobre la libertad que se convirtió en un clásico. Escúchame entre el ruido es, directamente, la libertad: un texto complejo sobre la sexualidad, el amor y la vida. Pato trabaja en una carnicería representa el temprano the dream is over de la cultura rock local. (...) Continuar leyendo acá.

#24
Seru Giran - Grasa de las capitales
(por Oscar Cuervo)
Sazam Records - 1979

Después del intermezzo lírico de Serú Girán (1978, disco debut de la banda homónima), incomprendido en su momento pero con canciones que a la larga tendrían altura de clásicos, García, Aznar, Lebón y Moro trabajaron con humildad para mostrar que su encuentro estaba a la altura de sus antecedentes. Hubo un tiempo en que Seru tocaba en un sótano chico de Florida… ¡y las entradas no se agotaban! Fue la presentación de Grasa de las capitales. Estos nenes ya sonaban en vivo como uno puede imaginarlo hoy y el público los aceptaba con cautela. Sucede que la vuelta de Buzios, para la presentación del primer disco, en un clima cargado de persecuta (¡1978!), los puso en un lugar incómodo de “supergrupo veleidoso” que les ganó rechiflas y desconfiaza (la tapa de Grasa... da cuenta de la hostilidad que recibían de la prensa y el público). Con Grasa… los cuatro grandes mostros se bancaron ser la-banda-urbana-que-se-hace-de-abajo. Y sus alegatos fueron irrebatibles: un ensamble que llega al ajuste perfecto (cuatro virtuosos en su mejor momento) más un puñado de canciones que 25 años después parece casi inverosímil que hayan formado parte de una misma cosecha. (...) Continuar leyendo acá.

#25
Sumo - Llegando los monos
(por José Miccio)
CBS - 1986

(...) Llegando los monos es un disco tan abierto y tan genial como el del payaso con lágrima y sopapa. Es cierto que la riqueza que hay en él existía ya en Divididos por la felicidad y Corpiños en la madrugada. Pero también es cierto que esta vez todo brilla un poco más, como si además de por seis tipos en la cima de sus capacidades el disco estuviera tocado por la gracia o un buen augurio astrológico. "El ojo blindado" es la energía de tres acordes. "Rollando" y "No good" los mejores reggaes jamás grabados en Argentina. La excepcional "Estallando" desde el océano el punto de encuentro entre pospunk y psicodelia. "Heroína" y "Los viejos vinagres" los extremos de un continuo que hace coincidir en su despliegue angustia y baile, estrofa radial y ruido, habitación cerrada y discoteca.

Luca canta en inglés y en un castellano con erres de Italia, pero la manera en que aprovecha su condición de hablante raro genera la impresión de estar frente a un cocoliche anglo absolutamente musical, arrojado en su inflexión argentina hacia el absurdo y los juegos sonoros. Rimas de nenes, diminutivos bien o mal dichos, una memorable pareja fónica (nextweek-Nesquik), Wellapon, Chivilcoy, Yaciretá. Luca-Dadá, sin dudas. O mejor: Luca-Jarry. ¿Qué es Llegando los monos? El disco de los temas que canta Ubú mientras se sueña tano, pelado y heroinómano en pleno culo del mundo. Continuar leyendo acá.

#26
Illya Kuryaki and the Valderramas - Chaco
(por Federico Anzardi)
Gigoló Productions - 1995

Como las personas más interesantes, Chaco está lleno de matices, de cambios y de una profundidad que no se agota en el primer encuentro. Compuesto por dos pibes menores de veinte años, el disco es un mix de influencias, de desparpajo adolescente que no necesita encuadrarse en un género.

Después del hip hop naif de Fabrico cuero y el salto guitarrero previo a la madurez de Horno para calentar los mares, los IKV llegaban a su tercer disco en el punto justo. Sostenido por grandes músicos (Machi, Samalea, Javier Malosetti, Nalé, Nico Cota, Cardone) y una curiosidad y ambición que exploran el funk, el rap, las baladas folk y hasta el rock alternativo que roza el metal, Chaco resulta un clásico imperecedero por su sonido, solidez y originalidad. Si hay un concepto, un mensaje dentro del disco, es el de apoyo a las comunidades originarias (Hombre blanco), pero se diluye ante el peso de cada una de las canciones, de su efecto posterior. Abarajame, un tema que casi queda afuera, fue el hit inesperado que lideró rankings, abrió fronteras y disparó el álbum a otra dimensión: la de los mega éxitos que son apropiados por el mundo y por eso pierden su significado original. Continuar leyendo acá.

#27
Gustavo Cerati - Bocanada
(por Lucas Magnin)
BMG - 1999

Cerati se abocó a su carrera solista sin hacer una ruptura con sus últimas búsquedas en Soda Stereo. Bocanada, disco editado en 1999, funciona como rito de pasaje desde el último de Soda, Sueño Stereo (1995), porque profundiza matices e ideas mientras prepara el terreno para una carrera solista con mérito propio. El sample y la cita constante, más que una desventaja creativa, se vuelven indicio de posmodernidad y también homenaje. Bocanada, a nivel sonoro, es una colección de mantras que, en el loop y el exotismo, tiende a la trascendencia. Es una antesala del eléctrónico Siempre es hoy pero el sentido es otro: mucho más íntimo y frágil (la excepción es "Paseo inmoral").

La voz de Cerati, madura y llena de resonancia, funciona como centro que da coherencia a una composición plural que oscila entre la electrónica y la sinfonía, la canción de fogón, el soul y el funk, el chill out e incluso algún coqueteo con sonoridades latinoamericanas. La guitarra (siempre rítmica) suena limpia y luminosa. Pero también hay oscuridad: “la verdad que más engaña”, el “pequeño Cristo 3D”, la “trayectoria sin final”. Continuar leyendo acá.

#28
Andrés Calamaro - Alta suciedad
(por Santiago Segura)
Warner - 1997

Sabrán disculpar pero que el texto se torne personal es inevitable: Alta suciedad fue uno de los primeros casetes (¡casetes!) que me ligó con el rock argentino, a los once años. En ese momento no tenía la más mínima idea de que este disco de AC permanecería en mi altar para siempre, apenas si sabía de él porque el combo de cintas llegó a casa con otro LP entonces reciente, Hasta luego. Por supuesto, un álbum en el que tocan tipos como Steve Jordan, Charley Drayton -compañeros de Keith Richards en los X-Pensive Winos- y Marc Ribot hubiera sido escuchado con mayor atención de la que puse, que fue mucha.

Todo se reducía a la radio y los casetes de la casa, no había tanto como hubo después; en el ’97 no existía el mp3 y hoy eso parece un chiste. Un chiste como que a Loco, que hablaba de fumarse un porrito, le pusieran el pip censurador en las radios cuando Calamaro cantaba, suelto como en aquella noche preconizadora de La Plata, que quería salir a caminar solito (¡esos diminutivos sólo los puede usar un tipo con mucha confianza en sus canciones!) y fumarse uno. Todo mientras Duhalde gobernaba la provincia de Buenos Aires...

Alta suciedad: el descubrimiento de un sonido descomunal y emotivo, un tipo de canción que Calamaro ya venía curtiendo con Los Rodríguez pero sin tanto giro español -“gitanillo”, como dijo Dante Spinetta alguna vez-, con un sonido puro, espeso, dylanesco y stone. Continuar leyendo acá.

#29
Flopa Manza Minimal - Flopa Manza Minimal
(por Santiago Segura)
Azione Artigianale - 2003

Hace poco más de diez años, Florencia Lestani, Mariano Esain y Ariel Minimal, tres peleadores del underground porteño, unieron fuerzas para forjar, primero, el encuentro fogonero a tres guitarras y luego, uno de esos discos que, viniendo desde abajo, más nombre y fuerza tomó con los años. Por entonces, Flopa aún no había debutado como solista; Manza recién estaba armando Valle de Muñecas tras disolver Menos que Cero; y Ariel comenzaba a dedicarse full time a Pez tras la separación de Los Fabulosos Cadillacs.

Sin saberlo, con este disco lograrían una repercusión -los tres venían batallando escenarios hacía por lo menos diez años- inaudita para la humildad y el encanto de la casualidad con que fue hecho: la historia del poeta Vicente Luy acercándose a ellos tras un show y ofreciéndoles pagar la grabación es famosa ya.

Aquél germen de fogón mutó en un disco comunista -cuatro temas per capita- de canciones formidables. Continuar leyendo acá.

#30
Miguel Abuelo - Et Nada
(por Maximiliano Diomedi)
Moshé-Naïm - 1975

“Porque somos instante en el mundo”.

Esa es la frase que primero se escucha de Et Nada, disco célebre de Miguel Abuelo que fue grabado durante su periplo por Europa gracias a Moshé Naïm, un millonario francés que gustaba de financiar artistas talentosos que estuvieran por fuera de las normas del mercado.

Se editó en 1975. De las 7 canciones que tiene el disco, las últimas 3 pertenecen a Daniel Sbarra, socio musical de Miguel para esa experiencia hippie-rockera- psicodélica. Estaba tentado de decir que para mí el disco son las primeras 4 pero sería injusto con la belleza de Recala sabido forastero.

Miguel es un eximio escritor de canciones, con una hondura en las letras que no tiene parangón. En este disco se profundiza el despliegue interpretativo que ya estaba insinuado (y concretado) en sus primeros singles con Los Abuelos de la Nada. Todo gracias al dominio de su voz. Continuar leyendo acá.

Para escuchar el audio de ANTOJO clickear acá.


Votaron en la encuesta: Litto Nebbia, Diego Capusotto, Rodolfo García, Pipo Lernoud, Willy Quiroga (Vox Dei), Gustavo Bazterrica, Ariel Minimal, Señorita Carolina (Miss Bolivia), Alfredo Rosso, Eduardo Berti, Diego Mancusi, Andrea Prodan, Mariana Enriquez, Pablo Ramos, Pablo Schanton, Isa Portugheis, Claudio Cardone, Cristian Vitale, Mariano Manza Esaín (Valle de Muñecas), Flopa Lestani, Eduardo Fabregat, Pat Pietrafesa (Kumbia Queers), Martín Pérez, Lula Bauer, Andy Cherniavsky, Gustavo Sala, Juanito El Cantor, Alfonso Barbieri, Mariano del Mazo, Gabriela Radice, Fabian Tweety González, Alina Gandini, Alejandro Lingenti, Leo Sujatovich, Humphrey Inzillo, Juan Carlos Ingaramo, Pablo Grinjot, Julieta Sabanes, Oscar Cuervo, José Miccio, Willy Villalobos, Maxi Diomedi, Julieta Rimoldi, Adrián Cayetano Paoletti, Sebastián Duarte, Alejandro Grimson, Pablo Vidal (La Perla Irregular), Juan Pollo Raffo, Tom Quintans (Go-Neko!; Bestia Bebé), Javier Aguirre, Gustavo Varela, Liliana Vitale, Ezequiel Ábalos, Roque Casciero, Ricardo Lew, Sergio Alejandro Pujol, Francisco Milne (La Bundesliga),Leonardo Ojeda, Ezequiel Borra, Juan Manuel Condori (Viva Elástico), Tino Moroder (El Atolón de Funafuti), Aníbal Esmoris, Emmanuel Angelozzi, Pablo Saraceni (Los Planos), Eduardo Gazzaniga, Germán Hatrick, Álvaro el Ruso Sánchez, Seba Ibarra, Federico Muñoz de Toro, Jo Goyeneche (Valentín y Los Volcanes), Julián Oroz, José Noisé (SUB), Fabián Spampinato (director de FM d-rock!), Pol Neiman, León Rogani (El Hiperfulbo), Alejandro Pi-Hué, Fotos del Otoño, Juan Pablo Gambarini (Fútbol), Hernn Cucuza Castiello, Ariel Bacca, Pablo Comas (Alucinaria), Lucas Gregorini (Miro y su Fabulosa Orquesta de Juguete), Juanchy Manchy (Los Reyes del Falsete), María Boccanera, Facundo Llano, Lautaro Barceló (Orquesta de Perros), Fernando M. Blanco (Valle de Muñecas), Seba Rubin (Rubin y Los Subtitulados), Anahí Parrilla Belfer, Juan Manuel Strassburger (creador del Festipulenta), Álvaro Barbeira, Fósforo García (Pez), Matías Córdoba, Pablo Scarpaci, Ale Do Carmo, Miguel David Barrenechea (Placard), Juan Martín Galeano, Martín Zariello, Federico Anzardi, (editor de revista Rock Salta), Carlos Elorza, Juan Manuel Pairone (Un Día Perfecto Para El Pez Banana), Natalia Torres, Sebastián Chaves, Emiliano Valcarce, Lucas Magnín, Alejandro Leonelli, Javier López Uriburu, Manuel Bence Pieres (Crisologo y Los Cuerdos), Fernando CHatarra Fauszleger, Esteban Cavanna, Joaquín Vismara, Lucio de Caro (Nikita Nipone), Tingo Zucal (Pels), Belén Ilé, Jorge Shura Ruchtein (Shura & Monos en Trance), Adrián Juárez, Pablo Natale (Bosques de Groenlandia), Miriam Maidana, Julia González, Rocío Paulizzi, Adrián Mouján, Christian Alliana (Esencia Vudú), Ramiro García Morete, Míster (Miro y su Fabulosa Orquesta de Juguete), Julio Nusdeo, Agustín Pisani, Andrés Ruiz (Alud Negro), Shaman Herrera, Sebastian Lino, Juliana Celle, Gustavo Collado (La Sobrecarga), Vito Martino, Richie Sanabria (La Perla Irregular), Claudio Quartero (La Saga de Sayweke), Esteban Serrano, Santiago Ramos, Hugo Ulrich, Agustín Emilio Casalia, Marcos Rocca, Karpy Karpinsky, Santiago Álvarez (Un Día Perfecto Para El Pez Banana), Ángel Clemente (Excursiones Polares),Leopoldo Deza, Jesu Rivero (Rivero y El Mico), Sebastián Paunero (La Asociación), Pablo Gorondi, El Nica (Los Reyes del Falsete),Juampi Mandelman (Rubin y Los Subtitulados), Nicolás Kosinski (Valentín y Los Volcanes), Pablo Potapczuk, Facundo Miño, Fabricio Morás (Sur Oculto), July Sky, Marianela Insúa Escalante, Alejandro Meola, Polvo Bureau, Pablo Krantz, Julián Perla (Mi Pequeña Muerte), Adrián Outeda (Satan Dealers), Marcos de Martis (Excursiones Polares), Luciano Lulo Esaín (Acorazado Potemkin; Valle de Muñecas; Motorama), Roy Milan Johansen (Excursiones Polares), Sebastian Volco (Orquesta Metafísica), Leandro Kalén, Flavio Mogetta (Miro y su Fabulosa Orquesta de Juguete), Marco Sanguinetti, Dani Pérez (Los Sucesores de la Bestia), Martín Barraco, Feche Juárez (La Ola Que Quería Ser Chau), Joaquín Cañardo (La Ola Que Quería Ser Chau),Agustina Guti érrez (La Ola Que Quería Ser Chau), Santi Nerone (La Ola Que Quería Ser Chau), José Miguel del Pópolo (La Ola Que Quería Ser Chau), Matías Frontera (La Ola Que Quería Ser Chau), Federico Toscano (Alucinaria), Gonzzalo Iglesias, Emmanuel Patrone, Paula Bustos Paz, Alejandro Mármol, Sebastián Salvador, Carlos Sidoni, Tifa Rex (Los Reyes del Falsete), Carla Castelo, Guillermo Naccachian, Marcelo Iconomidis, Nacho Zucal (Pels), Agus Stegmayer, Cristian Seligmann, Luciano Villacé (Bigger), Rodrigo Espina, Zelmar Garín, Acho Estol, Charlie Desidney, José Heinz, Pedro Bedascarrasbure (La Teoría del Caos), Ezequiel Ruiz, Alan Levy, Manu Loop, Lucas Giotta, Matías Peluffo, Salomar, Lucas Herbin, Felipe Surkan, Mariano Fernández Bussy (Me Darás Mil Hijos), Sebastián Schachtel Alvaro Villagra, Lionel Pasteloff, Mariano López Gringauz (Valle de Muñecas), Ángeles Benedetti, Darío Jalfin, Carola Bony, Juan Ingaramo, Juan Pablo Fernández (Acorazado Potemkin), Oscar Reyna (Atlanticus), Juan Bárcena, Ezequiel Alemian, Facundo Lozano, Eloisa López, Alejandro Wierna, Diego Maita, Gerardo Farez (Tremor), Oscar Jalil, Federico Ghazarossian (Acorazado Potemkin), Marcos Fernández Mouján (Dos Mil Osos), Fabián Resakka García (Error Positivo), Gustavo Semmartín (Me Darás Mil Hijos), Alexis Valido (Simon Fuga), Diego Eigengrau (Pels), Martin Reboredo, Ezequiel Black, Nicolás Lantos (Krupoviesa, co-creador del Festipulenta), José Martínez (Clochard), Bárbara Gilles, Lola García Garrido, Gonzalo Pajaro Rainoldi, Silvia Aramayo, Alejandro Schuster (Viva Elástico), Martín Elizalde (Falsos Profetas), Javier Rabinovich (Un Día Perfecto Para El Pez Banana), Marcelo B., Lucila Escalante (Un Día Perfecto Para El Pez Banana), Victoria Schwindt, Julián Fernández Mouján, Lucía Couso, Flor Codagnone, Juan Cavalli (Los Esqueletos), Edy Rodriguez, Pablo Hadida, Fabio Scaturchio, Gisela Varacca, Daniel Irigoyen, Bruno Larocca, Pablo Mendez, Paula Alberti, Alejo Vintrob (José Unidos), Fede Kempff, Manuel Farizano (Superlasciva), Omar Serra, Sofía Arcuri, Mario Sobrino, Gabriel Valverde, Ignacio Xavier Ruibal (Un Día Perfecto Para El Pez Banana), Fede Cabral, Emiliano Rodriguez, Santiago Pedroncini (Malyevados), Pablo Matías Vidal (Orquesta de Perros), Blas Rizzardo, Marcelo Canevari (Julio y Agosto), Mariana Bianchini (Panza), Hernán Agrasar, Marcelo Vega, Chucky de Ipola, Érica Villar, Felipe Mallar, Pato Suárez, Ray Fajardo (Jauría), Lucas Herrera Fernández (El Atolón de Funafuti), Paz Villahoz, Mariano Lucano (co-director de Barcelona).

El papelón periodístico de la década: La Nación y Perfil desmentidos por el Papa

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“Es un disparate”, le dijo el Papa Francisco a su amiga la periodista Alicia Barrios, tirando abajo la operación montada por La Nación y Perfil. Apoteosis del relato Anti K.




No es, por supuesto, la primera opereta periodística de la década: los diarios de la derecha golpista vienen mintiéndole a sus lectores prácticamente desde antes de que Néstor Kirchner asumiera la presidencia en 2003. Pero sí es la opereta desmentida de la manera más estruendosa: para un diario como La Nación, con un target de lectores conservadores católicos, que su titular sea desmentido por el propio Papa alcanza dimensiones descomunales. La Nación tituló ayer domingo a toda página y en tipografía catástrofe que el Papa había llamado a una reunión multisectorial... ¡en el Vaticano! porque estaba preocupado por la tensión en el país.

El periodista Mariano Obarrio publicó en la edición dominical, la más leída y la que pretende instalar agenda para la semana, una nota en la que se afirmaba categóricamente que se haría una reunión entre empresarios, sindicalistas y representantes del propio gobierno convocada por el Papa y que su preocupación había aumentado "tras el reto de la presidenta a [el secretario de la CGT] Caló". En este caso, el diario de los Mitre no se tomó recaudos para atenuar la información: no dijo "el Papa habría convocado." sino "el Papa llamó a un diálogo...". La redacción de la nota de Obarrio no deja margen para las dudas:

"Según pudo saber LA NACION, Francisco presidirá el encuentro, al que ya comprometieron su asistencia el ministro de Trabajo, Carlos Tomada; el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA),Héctor Méndez, y su vicepresidente, Daniel Funes de Rioja, y el secretario general de la Uocra (sindicato de la construcción), Gerardo Martínez".

No se descarta que participe también el secretario general de la CGT oficialista, Antonio Caló.
"La reunión por ahora era reservada. Todavía no había intención de comunicarla", dijeron a LA NACION fuentes directamente vinculadas con la iniciativa. El diálogo convocado por el Papa será "una señal de pacificación" y de promoción de "la cultura del encuentro", agregaron las fuentes, en medio de la escalada inflacionaria, la devaluación y la inminente puja salarial en las paritarias. (Completo acá).
Está clarísimo en la versión de Obarrio que el Papa "presidirá" una reunión que él mismo "convocó", "preocupado" como estaba. Perfil, en su estilo más impreciso de vendehumo de tapas que no tienen respaldo informativo, se cuidó de titular de manera más difusa: "Plan K para que Dios nos ayude", "Hay en agenda una reunión con Francisco...": Cuando redacta la noticia la periodista Emilia Delfino usa el modo potencial, pero también atribuye la iniciativa al Papa:

La audiencia de fines de febrero, que podría ser el 19, habría sido convocada por el propio Bergoglio, como antesala a su posible visita a la OIT. Participarán el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, Martínez, Héctor Méndez, titular de la Unión Industrial Argentina (UIA) y el abogado Daniel Funes de Rioja –representante de la UIA en la OIT–, y podría sumarse Caló.
El factor Francisco pesa en los gremios. En diciembre, el Pontífice les pidió la “unidad”.“Algunos la entendieron más allá de la unidad del movimiento obrero, más en el marco del diálogo intersectorial”, confió una fuente de ese encuentro a PERFIL.
Leyendo entre líneas ya se le ven las patas de la sota: se pretende evocar la memoria del Encuentro Multisectorial entre representantes de la Iglesia, Duhalde y Alfonsín que a fines de 2001 preparó el golpe de estado contra De La Rúa. ¿Quién sería la fuente de esta información? Con el correr de las horas se pudo saber que el que la echó a rodar es Daniel Funes de la Rioja, vicepresidente de la UIA e integrante del "Círculo Rojo".

La opereta se cayó como un castillo de barajas cuando a la tarde la periodista Alicia Barrios, íntima amiga de Bergoglio, contó la conversación que mantuvo ayer mismo con el Papa: “Hoy es mi cumpleaños y me llamó Francisco, como todos los años” contó Alicia Barrios, amiga y autora del libro Mi amigo el Padre Jorge. “Nos reímos como todos los años hasta que en un momento le dije ‘Me voy a tener que ir antes a Roma, porque acá en el diario dice que en marzo vos mandaste llamar a los representantes del gobierno y de la UIA porque estás preocupado por el país'".

–Jorge, ¿viste la tapa de los diarios? -pregunta Barrios.
–No, acabo de levantarme de la siesta -dice el Papa-. Leeme, ¿qué pasó?
–Dice que convocaste a una reunión para el 19 de marzo por la crisis.
–No, eso no es cierto. Es un disparate. Esperame que voy a buscar mi agenda.
Un rato después, el Papa retoma la conversación: “Mirá, Alicia, el 19 acá viene José María Del Corral (Presidente del Consejo general de Educación del Arzobispado de Buenos Aires) con Ricardo Pignanelli (titular de SMATA) y es una reunión por la educación. Yo no tengo agendada una reunión de ningún otro tipo”. Barrios sigue contando: “Él ni lo había leído. Se lo leí yo por teléfono y eran las 4 de la tarde en Roma”. Además, Francisco negó que hubiera llamado a Cristina como se sugería en el artículo de Obarrio y tampoco mostró preocupación por el último discurso de la presidenta. (Fuentes: Crónica, Página 12, Infobae y... ¡hasta Clarín!


El estupor que provocó en La Nación la desmentida del propio Papa fue tal que durante larguísimas horas el portal del diario de la oligarquía hizo desaparecer la noticia que había puesto en la tapa de la mañana. En lugar de la importantísima "primicia" de Mariano Obarrio, La Nación prefirió darle prioridad en la web a los resultados del fútbol y a un premio que ganó una película de Campanella. La plana mayor del diario habrá tardado varias horas para armar la reculada en chancletas después del papelón. Recién en la edición de hoy lunes trata de reacomodar el desplome periodístico:

Fuerte revuelo por la reunión con el Papa

Claro que hubo un "fuerte revuelo", pero fue en la redacción de La Nación, para arreglar el desaguisado. Leyendo esta segunda nota de Obarrio, se empieza a entender la raíz de la opereta: ahora, según Obarrio, la reunión habría sido gestionada por el vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, y ya no por Bergoglio (ante la irrefutable desmentida de este). "El dirigente empresario la gestionó -recula Obarrio- en su carácter de próximo presidente de la Organización Internacional de Empleadores (OIE), que forma parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)". ¿Cómo? ¿Funes de la Rioja hizo la gestión? ¿No era que convocó el propio Papa, preocupado por el discurso de Cristina? Reconstruyendo la trama de la invención, es posible que el autor del pescado podrido haya sido Funes de la Rioja, que él les vendió a La Nación y a Perfil la "convocatoria del Papa", y que estos medios, que hace rato renunciaron al rigor periodístico y al respeto por sus lectores, terminaron de adornar la operación, cada uno a su estilo. Clarín, que esta vez no compró, aprovechó la desmentida para hacer quedar mal a sus aliados/competidores y les enmendó la plana.

Perfil, con su redacción desvastada por los despidos y el diario a la deriva, ni se molestó en publicar la desmentida del Papa ni elaborar una justificación para el dislate. Fontevecchia debería hacer un plan para que Dios lo ayude.

Las mentiras de la prensa golpista argentina son sistemáticas y el gobierno se ve casi todos los días en la necesidad de salir a responder las operaciones. Pero lo de ayer supera todos los límites: no debe haber antecedentes de que una opereta de la prensa argentina sea desbaratada por el máximo jerarca de la iglesia católica. Los principales damnificados de estas operaciones no son ni el Papa ni el gobierno, sino los pobres lectores de La Nación y Perfil, sometidos desde hace años a la ingesta de pescado en mal estado. Esta sostenida degradación de los estándares periodísticos es un signo de época y alguna vez se estudiará en las escuelas de periodismo "el día en que La Nación fue desmentida por el Papa".

Por último, el papelón reafirma que los tenaces esfuerzos de la prensa golpista por mellar la autoridad de la Presidenta los llevan a la desesperación por no poder lograrlo. Las mentiras usuales ya no alcanzan, hay que aumentar la dosis de mentira más y más, hasta exponerse a la desmentida del propio Papa. Esta necesidad de mentir, el relato antiK al que se han hecho adictos como a una droga, muestra que Cristina sigue teniendo una centralidad política que desespera a los golpistas.

Maybe we can stop the rain (or maybe not)

El misterio de la felicidad

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por Lautaro García Candela *

Siempre (o casi siempre) lo que dice un director de cine  –en una entrevista, en un libro-ayuda a que se le pueda dar una nueva mirada a toda su obra. Quizás una más acertada o más cercana a la intención, a lo que las películas quisieron proponer. Y puede pasar que los textos, las ideas expresadas allí, sean incluso mejores que las propias películas. En los textos de Glauber Rocha o de Robert Bresson (sus Notas sobre el Cinematógrafo) intuyo un cambio de paradigma respecto de las cinematografías de donde provienen, pero en sus películas podemos ver sólo un camino de los infinitos que abrieron en la teoría. Pero en ese sentido, ya es cuestión de gustos.

De ninguna manera puede situarse a Daniel Burman entre los nombres de arriba, porque con cada declaración suya parece querer apegarse más a teorías ya pre-establecidas. Pareciera incluso ser más conservador a medida que se asienta como un director clásico e industrial. Cuando presentó La suerte entre sus manos dijo que el cine comercial es el más sincero porque los que trabajan en él lo hacen para vivir, para poder llenar el changuito del supermercado (!). No está mal que se plantee que tiene que haber una industria sostenida que crezca junto al cine y que hay películas que sólo generan su subsidio, pero ese argumento no se sostiene: porque con ese criterio ir a trabajar en un mina o pasar ocho horas en la fábrica también son actos sinceros.

Es que uno no quiere sentarse a ver las películas como un sociólogo o un semiólogo y ver en todos lados la explotación de los medios de producción o cómo la estructura contiene a la superestructura y queseyó. Eh, vos, Burman, careta ¿¡cómo vas a decir que el cine es un invento burgués!?, ¡¿cómo vas a decir que filmás como si el travelling no fuese una cuestión moral!?

El travelling es una cuestión moral y habría que ver si el cine es un invento burgués. Pero ante una buena película esas cuestiones casi personales entre director y espectador se desvanecen, gracias a la magia aristotélica de una buena narración. Por un lado está la trilogía judeo-hendleriana: lo mejor que hizo y en donde, si se quiere llamarlo así, forma y fondo están en armonía. Después están las demás, menos personales: la demasiado kitsch Todas las azafatas van al cielo, la arbitraria La suerte entre tus manos, la anodina Dos hermanos y la nada misma que representa El nido vacío. Y cuando falla como narrador, cuando utiliza el trazo grueso, es cuando se le notan las hilachas.

Se dice que el cine de Burman es costumbrista. Es verdad. En sus películas más logradas lo que se destaca es la descripción de ambientes, de pequeños sistemas de convivencia común. Es un cine de exposición, de desglose de las interacciones –familiares o no. Sus protagonistas siempre se encuentran en crisis (no necesariamente esta palabra connota algo negativo) respecto de su relación con el entorno. Siempre están yéndose o escapando de algo. En Esperando al Mesías se recluye en la sala de edición (quién no lo haría si sabemos que está Dolores Fonzi esperándonos); en El abrazo partido el destino de Hendler está en Polonia, porque allí están sus orígenes. Gente que, por gusto o por obligación, sale de su zona de confort.

Sin embargo, esta salida de la comodidad no implica ningún cambio en el ritmo, en el montaje, en lo cinematográfico. No hay rupturas en lo estético ni en ningún otro orden. Burman nunca se pone por delante de la historia y siempre da la sensación de que su talento está en encontrar justo el tono para la fluidez de la narración. Casi de manera natural, sin recurrir al virtuosismo o a las proezas técnicas: es un cine que apunta a despojarse de la artificiosidad.

Y ocupado en ocultar las marcas de enunciación que estaban bien presentes en, por ejemplo, Derecho de familia, cae en otra trampa: la de acercarse demasiado al formato televisivo. Y eso nos lleva a su última película, El misterio de la felicidad. Se nota que tiene talento y sabe filmar; para muestra está la primer escena (la mejor) en la que, prescindiendo de la palabra, muestra la simetría de la amistad entre Francella y su socio. Porque el problema es ese: luego de esa primera secuencia, los diálogos sobreexplicativos siguen recordando lo que ya quedó muy claro. Como en la épica griega, los personajes no tienen interioridad porque todo lo que piensan o sienten lo dicen al instante, su objetivo está claro y no hay dudas.

Se ha dicho que sus mejores películas eran una superación del costumbrismo, ya que prescindía del aspecto edificante de éste: si había siquiera un esbozo de enseñanza o moraleja, ésta no podía ser reducida a una frase común a todos los espectadores. Quedaba más bien flotando en el aire una pregunta o una sensación. En cambio aquí hay el recurso burdo de que a la gran escena final, con música clásica y etcétera, le suceda un cartel que dice -no estoy dando ningún spoiler- “La Felicidad”, que después se completa con el resto del título. (Digresión: es como mínimo perturbadora la similitud entre el último plano de la película y la imagen ídilica de Australia que tienen los personajes de El Séptimo Continente de Haneke; ver acá).

Hay trazo grueso en esta película, sobre todo en un personaje en particular: el del portero que trabaja en la casa de electrodomésticos del personaje de Francella. Lo invita a comer un asado a su casa, muy lejos, como nos hacen entender los planos de él en la ruta, quizás en el segundo o tercer cordón del conurbano. Y entre parlamentos del tipo “la familia, el asado, los domingos, la familia, el asado, vo sabes cómo es esto”, le cuenta la historia de un affaire que tuvo con una cuñada o algo así. Y esa es la escena en la que Francella resuelve el misterio planteado en el título. En el elogio del costumbrismo, la reflexión que propone la película es de la felicidad de la rutina, de las pequeñas cosas. No está mal a priori: el problema es que no puede diferenciar entre clases sociales y sus implicaciones. No es la misma rutina la de Francella que la del portero: desconocer eso no es inocente.

Es casi imposible comparar formalmente El misterio de la felicidad con L’avventura (Antonioni), debido a que son dos registros completamente diferentes aunque sus argumentos estén calcados. Ambas están marcadas por la desaparición de una persona, que deja a su pareja y a su amigo solos y con la tarea de buscarlo. Sin embargo, no me parecería arriesgado pensar que El misterio... es una reinterpretación de la película de Antonioni. Es decir, Burman, en su cruzada por hacer un cine burgués le quita todo lo “moderno” y le devuelve la convención teleológica, las progresiones causales y el mensaje aleccionador. El problema es que, queriendo llenarle el carrito a los técnicos y hacer que el cine sea una industria, se olvida de hacer una buena película. Y en ese olvido vuelve dicotomía lo que antes no lo era.

* Editor del blog Cuando el arte ataque

Mariano Obarrio, un papelonero compulsivo

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Este post fue publicado en septiembre de 2011, pero estos días vuelve a tener plena vigencia: Mariano Obarrio es el autor del más grande papelón periodístico de los últimos años cuando el domingo publicó en tapa de La Nación que el Papa estaba preocupado por la tensión en Argentina y había convocado a un diálogo multisectorial a realizarse... ¡en el Vaticano!. Disparate desmentido por el propio Papa, para empezar, y después prácticamente por todo el resto de los involucrados. En 2011 escribíamos:


Esta foto exhibe orgullosamente en su Facebook el "periodista independiente" Mariano Obarrio.

Este personaje es quien el otro día protagonizó una escena de histeria en la conferencia de prensa en la que el ministro Randazzo daba a conocer la falsedad con que Obarrio y otros "periodistas independientes" de Clarín y La Nación habían estado engañando a sus lectores durante semanas. Obarrio y otros como él denunciaban "fraude".

Pero el fraude es el periodismo que Obarrio y otros como él ejercen.

Postdata: leyendo el blog de José Rubén Sentís constato que hacer papelones es para Obarrio una obsesión compulsiva. Vean acá: "El día que Cristina le pidió a Mariano Obarrio un poco más de profesionalismo" (Febrero de 2010).

...como si intentara poner todos los besos en uno solo (pesadilla)

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- No creo que pueda hacer esto, dijo ella.

Estaba nerviosa y él lo sabía, pero no le prestó mucha atención. De hecho, tampoco la escuchó la segunda vez que se lo dijo: estaba pensando en otra cosa.

Esos ojitos verdes, pícaros. Lo perdían.

- Bajá antes de que me arrepienta, le había dicho hacía unas horas cuando él levantó el audífono del portero de su casa. Era gracioso, un poco: tenía que admitirlo. Pero ni siquiera eso le molestaba. Estaba contento, excitado. Le gustaba este juego que tenían. Lo llenaba de deseo, de ansiedad; lo hacía sentir vivo, realmente vivo. Lo exaltaba, lo cegaba, todo ese teatro. Y aunque no era algo que a él en realidad lo entretuviera, con ella era diferente: sentía que lo reinventaban a cada momento, lo resignificaban. Le gustaba cómo ella lo besaba, como si no supiera besar todavía, como si intentara poner todos los besos en uno solo, con voracidad. Le gustaba cómo lo tocaba, cómo lo recorría, con ansias y fascinación. Y cómo lo frenaba también, porque eso era parte del juego, y a él le encantaba. Cada vez que lo frenaba, él la aprisionaba y la empujaba contra sí, la envolvía con sus brazos, le hacía sentir cada centímetro de su cuerpo pegado al de ella, y se perdían una vez más el uno en el otro. Y a ella también le encantaba, pero lo frenaba porque estaba mal. Y sí, él lo sabía también: estaba mal.

― Hace un par de noches tuve un sueño bastante curioso, ¿sabés? ―interrumpió él, de repente, mientras ella le daba una pitada a su cigarrillo.

Era tan chica. Y tan atrevida. El mundo era suyo, con todo lo que había en él. O debería serlo, si así lo quisiera. Lo miró sorprendida. ¿A qué viene eso?, pensó. ¿No me escuchó?

Él se sonrió. Casi podía intuirla. Y antes de que ella pudiera decir algo, él volvió a arrancar, serenamente, pausado, con este tren de pensamientos que lo apuraba.

― Ya no recuerdo mucho, la verdad, pero tengo una imagen impregnada en la memoria: había arañas, tarántulas creo, saliendo por debajo de mi cama, trepando, sobre la cama, sobre mi almohada. Eran de un tamaño imposible, más grandes que mis manos; y, si mal no recuerdo, tenían más de ocho patas, diez quizás, no sé. Yo no estaba acostado ahí, no sé dónde estaba realmente, pero las veía. Y estaba aterrado.

* Fragmento del relato "La araña y la mosca", publicado completo el el blog Un Largo. Clickear acá.

No se cumple el antojo de los mercados (por suerte)

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Antojo Economía: un programa para escuchar clickeando acá



El sexto programa de esta segunda temporada estuvo a cargo de nuestro especialista en Economía, Federico Kucher, refiriéndose a la puslseada que atravesó la economía argentina estas últimas semanas, entre la corrida hacia el dólar, el intento de provocar una megadevaluación y "hacer volar el gobierno por los aires", según la expresión del economista Miguel Bein:


[FUENTE AMBITO FINANCIERO]:El economista Miguel Bein sostuvo que hasta la semana pasada "hubo un intento de desestabilización financiera". El consultor planteó que "los mercados venían muy envalentonados de que iban a hacer volar al Gobierno por los aires", pero "por suerte se alejaron los peores fantasmas".

Consultado por radio La Red sobre si se estabilizó la cotización del dólar, Bein respondió "sí, efectivamente". Puntualizó que "esto era incierto hasta hace una semana, pero desde el jueves pasado aparecieron señales muy importantes de que el gobierno nacional comenzaba a tener la situación bajo control".

Bein señaló como positivo que en los últimos días "hubo mayores liquidaciones de divisas de los exportadores, más una norma del Banco Central que obliga a los bancos a tener un máximo de dólares en sus carteras, cuando antes no tenían ninguna limitación". Destacó que a partir de estos cambios "se generaron ventas que cambiaron las expectativas", y remarcó que "la verdad es que los mercados venían muy envalentonados con la idea de que iban a vaciar de reservas al Banco Central, y que iban a hacer volar el Gobierno por los aires". "Eran expectativas que no estaban fundadas. Por suerte se terminó, el dólar paralelo lleva cuatro días bajando, y el dólar oficial, con alguna presión vendedora, también", indicó Bein.

Para ejemplificar, puso de relieve que "en Nueva York llegaron a pagar para comprar pesos argentinos a futuro, el equivalente a una tasa de interés de 150 por ciento anual", porque afirmó que "veían al dólar a 20 pesos a dentro de un año". "Todo eso se desplomó, eso que valía 20 pesos, el dólar a futuro, ahora vale 11. Por suerte nos libramos de lo peor que era un intento importante de desestabilización financiera".

Afortunadamente para nosotros, los sectores golpistas no vienen pudiendo salirse con la suya. Respecto de un cambio en la tendencia producido en los últimos días en la cotización del dólar y en el nivel de reservas del BCRA, escribe nuestro amigo Federico Kucher:

"El Banco Central está recuperando el control del mercado cambiario a fuerza de subir la tasa de interés hasta casi el 29 por ciento anual, en colocación de letras compradas por entidades financieras. El dólar cerró a 7,82 pesos y el blue, a 11,65.

"El dólar oficial cerró ayer a 7,82 pesos, el mismo valor de la jornada anterior. La intervención del Banco Central en el mercado cambiario, el incremento de las tasas de interés y la medida para que entidades del sistema financiero reduzcan sus activos dolarizados permitieron mantener estable la cotización de la divisa, tras la devaluación de 18 por ciento de enero. Las reservas internacionales aumentaron 17 millones de dólares, al ubicarse en 27.755 millones. El precio del dólar ilegal se informó en 11,65 pesos, una cifra idéntica a la del lunes y 10,4 por ciento menor en relación con el pico de 13 pesos del mes pasado.


"El escenario de incertidumbre cambiaria de las primeras semanas del año se descomprimió en febrero. La devaluación que hizo pasar el dólar de 6,8 a 8 pesos, la reapertura de la venta de divisas para ahorro y el incremento de la tasa de interés fueron instrumentos del equipo económico para frenar la corrida cambiaria, bajar las expectativas de devaluación y moderar la caída de reservas internacionales. El alza de la tasa de interés fue una de las variables que evidenció mayor ajuste, con un incremento de nueve puntos porcentuales". [COMPLETO ACÁ]

Para escuchar el audio de Antojo de anoche, clickear acá.

Antojo Bach Oculto

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Un programa de lujo para coleccionar: clickearacá


El domingo pasado fue el cuarto Antojo de esta segunda temporada. Tuvo como expositor a Cristian Bonomo, quien se refirió a ciertos notables rasgos estructurales y numerológicos en la música de Johann Sebastian Bach, especialmente en la Ciaccona que el genial compositor hizo alrededor de 1720 en memoria de su primera esposa, María Barbara. Según la tesis de la investigadora Helga Thoene la Ciaccona contiene referencias veladas a una serie de corales fúnebres que se conocían en la época, a cuyas líneas melódicas alude la estructura de la obra (ver artículo acá). Sería, podemos decir, una música metalinguística, a la manera de las variaciones que el jazz moderno realiza alrededor de melodías populares preexistentes. El standard no es repetido textualmente, pero en la memoria del oyente se reconoce un eco de las melodías originales. Cristian trajo abundante material y explicó en detalle los argumentos en favor de estas interpretaciones.

LISTA DE OBRAS ESCUCHADAS DURANTE EL PROGRAMA
01 Leipziger Chörale “Vor deinen Thron tret ich hiermit” BWV 668
Fretwork
02 Kantate “Christ lag in Todes Banden” BWV 4 | Sinfonia
Cantus Cölln – Konrad Junghänel
03 Matthäus-Passion BWV 244 | Herr, bin ichs?
The Monteverdi Choir | The English Baroque Soloists – John Eliot Gardiner
04 Kantate [Actus Tragicus] “Gottes Zeit ist die allerbeste Zeit!” BWV 106 | Sonatina
Ricercar Consort – Philippe Pierlot
05 Kantate “Nun komm, der Heiden Heiland” BWV 61 | Siehe, ich stehe vor der Tür
Olaf Bär | The English Baroque Soloists – John Eliot Gardiner
06 Partita für Violin nr. 3 BWV 1006 | Präludium
Rachel Podger
07 Kantate “Aus der Tiefen” BWV 131 | So du willst, Herr
Peter Kooy | Collegium Vocale – Philippe Herreweghe
08 Partita für violin nr. 2 BWV 1004 | Ciaccona
Rachel Podger
09 J. S. Bach’s vierstimmige Choralgesänge [Edición C. Ph. E. Bach]| Christ lag in Todes Banden
The Hilliard Ensemble
10 Kantate “Christ lag in Todes Banden” BWV 4 | Den Tod niemand zwingen kunnt [Extracto]
The Hilliard Ensemble
11 Partita für violin nr. 2 BWV 1004 | Ciaccona [Ed. Helga Thoene]
Christoph Poppen | The Hilliard Ensemble
12 Partita für violin nr. 2 BWV 1004 [Transcripción para Laúd] | Ciaccona [Ed. Helga Thoene]
Emma Kirkby, Carlos Mena, José Miguel Moreno

CIACCONA completa: Rachel Podger, violín

Bach: Violin Partita #2 In D Minor, BWV 1004 - Ciaccona by Rachel Podger on Grooveshark

CIACCONA completa [ED. HELGA THOENE]. VERSIÓN GRABADA DE LA TEORÍA QUE ACOMPAÑA EL LIBRO. CHRISTOPH POPPEN, violín. THE HILLIARD ENSEMBLE, voces.

Ciaccona für Violine solo und vier Stimmen nach einer Analyse von Helga Thoene by Johann Sebastian Bach on Grooveshark

 Transcripción para laúd de Jose Miguel Moreno:



Transcripción de José Miguel Moreno para laúd con el agregado de las melodías de coral:


Para escuchar o descargar nuestro programa completo, clickear acá.

No voy a hablar de la penumbra, mejor voy a ver si puedo despertar

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Un ANTOJO junto al Pájaro Salinas para escuchar acá



No voy a hablar de la penumbra
mejor voy a ver si puedo despertar
no quiero hablar de tantas cosas
mejor voy a ver si puedo olvidar.

Mientras se viaja hacia la sal
no entiendo ya si es bien o mal
y tengo frío en la penumbra.

Mientras tu vienes hacia mí
yo ya no entiendo si es así vivir
y tengo frío en la penumbra...

Mi alma es un muro que ya no canta
mejor sigo así tratando de mirar
no quiero hablar de tantas cosas
mejor voy a ver si puedo descansar.

Mientras se viaja hacia la sal
no entiendo ya si es bien o mal
y tengo sed en la penumbra.

Y tu te acercas hacia mí
yo ya no entiendo si es así vivir
y tengo sed en la penumbra oh...

Los temas que escuchamos: "Lago de forma mía" (Pelusón of milk), "Que ves el cielo" (en vivo con Charly García en Obras, 1980), "Nunca me oíste en tiempo" (Los niños que escriben en el cielo, Spinetta Jade), "En una lejana playa del animus" (Durazno sangrando, Invisible) y "Penumbra" (Fuego Gris).

Estuvo el Pájaro Salinas, quien recordó su amistad con el flaco: "Yo volví del exilio para conocer a Spinetta". Para escuchar el programa, clickear acá.

Acerca de la muestra de esculturas de Ron Mueck

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por Liliana Piñeiro

¿Cómo exponer la superficie del cuerpo, sus marcas, y hacer brillar una luz de extrañeza y familiaridad, a la vez, en los ojos que la contemplan? Ron Mueck parece haber dado en la tecla: todo es cuestión de tamaño. Y es que esos cuerpos quietos, reales en demasía, paradójicamente nos ponen en tensión con la irrealidad: aparecen en el mundo a una escala diferente de lo humano. De lo gigante a lo pequeño, se trata de una invitación a descubrir, amplificados o disminuidos, los detalles. Las uñas, la torsión de los músculos, las venas que se transparentan bajo la piel tienen una luz nueva, como si fuese la primera vez que los vemos. Algo así como recuperar el asombro infantil ante los muñecos, o ante los enormes adultos.

Pero cada uno de esos cuerpos, además, tiene una historia. Sorprendidos en mitad de lo cotidiano, aparecen congelados en una actitud. Una cabeza duerme, dos jóvenes se abrazan, un hombre toma sol, otro nos muestra su herida. Una mujer carga un atado de ramas mientras que otra, agobiada, carga con sus compras y su bebé. Desamparado está el náufrago sentado en un bote, que parece ir hacia ninguna parte. Y en el centro de la sala, nos sorprende una pareja de ancianos gigantes, que despliegan su ternura y su tristeza bajo una sombrilla…Cada uno es un mundo abierto a la imaginación.

Obra de un demiurgo meticuloso que ha atrapado su alma, esas esculturas parecen tener vida como nosotros, pero son extrañas al mismo tiempo. Es el misterio de las proporciones lo que nos atrapa: lo igual en su diferencia.

No se la pierdan.


Ron Mueck expone sus esculturas en la Fundación Proa, Av. Pedro de Mendoza 1929, C.A.B.A., hasta el 23/2/14

Nazareno Cruz, el lobo, Favio, Gabo, Enrique Raab, las palomas y los gritos

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La otra.-radio para escuchar clickeando acá



Cuando en su momento vi Nazareno Cruz y el lobo, quedé atónito, estupefacto, por la insólita intensidad de sus imágenes, por su puesta en escena de una originalidad radical y peronista, por la insolencia con la que se zambullía en un mar de sentimientos desbordados: era, para mí, demasiado. Y, reconociendo su grandeza, no podía entonces dar cuenta de toda ella. Inmediatamente leí una crítica escrita con mala leche por un periodista de La Opinión, Enrique Raab, al que se le puede reconocer su valor cívico y su prosa incisiva y a la vez advertir sus prejuicios de clase disfrazados de "buen gusto" para protegerse de la estridencia populista de Favio. Fue sencillamente incapaz de apreciar una obra mayor como el Nazareno. Y empeñó toda su destreza para la injuria en demolerla. Raab hizo de su reseña una pieza ingeniosa y mezquina.

Para mi mirada ingenua de entonces, la saña (no la hazaña) de Raab logró hacer tambalear la primera impresión que tuve de la película. Después de leerla, empecé a tratar de persuadirme de que Nazareno no era tan buena como me había parecido. Cuando quise sistematizar mis apreciaciones sobre la filmografía de Favio, Nazareno quedó descolocada y repetí por años que era la más floja de sus películas, lejos de las excelencias de la primera trilogía en blanco y negro (Crónica de un niño solo, El Romance del Aniceto y la Francisa, El dependiente); incluso un paso atrás de las otras dos de su trilogía en color (¡populista!), Juan Moreira y Soñar Soñar. Esta terminó por ser una valoración canónica del Favio cineasta: el bueno era el de las tres primeras, modernistas y minoritarias, y el otro, el desbordado por la euforia peronista, ya no era muy bueno. Como Nazareno quedó pegada al período de Isabel Martínez, fue fácil endilgarle sospechas. Raab llegó a asociar la gritona banda sonora de la película (asumida por Favio desde el mismo subtítulo: Las palomas y los gritos) con los tambores del fascismo. El tiempo pasó, hoy se recuerda a Raab como un tipo refinado y una víctima de la dictadura (había sido militante del PRT), pero su reseña de Nazareno es una curiosidad arqueológica y Nazareno Cruz y el Lobo es una película viva que aguarda nuevas revisiones.

Algo se acomodó en mí esta semana: el viernes en la casa del Bicentenario logré una recuperación propiciada por Gabo Ferro, que presentó la película con una intervención breve, precisa y bella. Me había llamado la atención que él hubiera elegido presentar Nazareno cuando lo invitaron a participar del ciclo. ¿Por qué eligió justo la más floja? -pensé. Lo que Gabo hizo fue sortear las trampas del buen gusto que habían enfadado el juicio de Raab hace 40 años y acercarse a la comprensión de la obra con desenfado. Su mirada de la obra de Favio es amplia, abarca también su faceta de cantor popular y su militancia peronista. No un cineasta que por otro lado es cantante y además peronista, sino un sujeto en el que estos tres aspectos se iluminan en forma recíproca: para entender al peronista que era hay que revisar sus películas y sus canciones, para comprender la compleja unidad de su filmografía hay que tener en cuenta que a través de ella Favio elaboró su traumática identidad política. El trauma histórico -no un trauma privado, sino el producto de una historia que aún podemos comprender y hasta padecer, porque esta historia no ha terminado- al que Favio responde con su obra y su militancia no es pacífico y no podría serlo. Las fracturas de su carrera están puntuadas por la historia argentina: el comienzo anómalo en los 60, el estallido primaveral del 73, el exilio en el 76 y la larguísima pausa hasta volver con Gatica... En los años de Juan Moreira, Nazareno y Soñar soñar, Favio se acerca al núcleo incandescente del peronismo desde una voluntad poética, no primariamente estética ni siquiera ética. Favio es un cineasta superdotado y un peronista atribulado. Ni el artista ni su obra van a salir indemnes de esa cercanía: pero el trauma es tan productivo (como suele pasar con el peronismo) como para ayudar a Favio a forjar las formas cinematográficas más originales que el cine argentino haya logrado. Estoy empezando a pensar que Nazareno es su obra maestra.

Estas ideas que expongo un poco rápido le deben mucho a la mirada que el viernes propuso Gabo. En su charla empezó evocando un recuerdo infantil: su primer contacto con Nazareno fue a los cinco años, cuando escuchó de boca de su hermano mayor -que tenía quince- una canción que al principio de la película canta el personaje de Fidelia, la extraña y hermosa niña que no crece:

Un bichito colorado do do
ha matado a su mujer jer jer
con un cuchillito 
de punta alfiler
le sacó las tripas 
y se puso a vender
a veinte a veinte
las tripas calientes
de mi mujer.

Gabo aprendió la canción a hurtadillas de su hermano y después la llevó a sus compañeritos de escuela. La maestra lo sancionó y citaron a sus padres. Entonces aprendió que había canciones inconvenientes. Desde ese arranque tan personal, Gabo pasó a un análisis que permite comprender Nazareno como la forma que encontró Favio para atravesar la tribulación del peronismo: muerto Perón, con Isabel en la presidencia, López Rega, el Rodrigazo (la película se estrena al día siguiente del plan de Celestino Rodrigo), los sindicatos, las organizaciones armadas, el movimiento vivía una especie de implosión, y la película, desde el rayo que irrumpe en su comienzo estremecedor, da cuenta de ese mundo de inestabilidad y desmesura. No hace falta adherir a la posición política de Favio para comprender la grandeza de su obra ni para admirar la fidelidad de su compromiso.

Compromiso, fidelidad, militancia son conceptos a los que Gabo acude para analizar la película, traspasando cualquier valla que se quiera interponer entre la forma artística y el contenido político. Quizá este mismo vínculo para pensar el rol político de Favio, su condición social y su poderío artístico pueda emplearse para comprender el rechazo estético (no ético ni poético) que Favio despierta en una sensibilidad gorila como la de Raab. Se trata de un trauma histórico al que nadie puede escapar y del que nadie sale con el traje impecable.

Gabo es, además de músico, un pensador agudo, con una conciencia política inusual entre músicos coetáneos. Su mirada de historiador es extramente serena incluso para tratar asuntos tan tortuosos como el peronismo de los 70. Ojalá él quiera publicar por escrito las tesis sobre Favio que expuso el viernes pasado. A mí me sirvieron de aperitivo para el manjar de cine que nos ofrece Nazareno, sobre la que necesito volver a escribir.

En La otra.-radio del domingo hablamos de Nazareno y de la presentación de Gabo, escuchamos canciones de Favio, de Gabo con Miss Bolivia y de Jovanoti. Y conversamos del bluff de Mariano Obarrio en La Nación del domingo. para escuchar el audio del programa, clickear acá.

POSTDATA: En la Casa del Bicentenario se está presentando una exposición sobre la vida y la obra de Leonardo Favio. En el marco de esta exposición, los viernes y sábados de febrero se lleva a cabo el ciclo de cine y música Favio en el patio: una programación que incluye la proyección de algunas de sus películas, y recitales de músicos que abordarán el repertorio del autor desde sus particulares enfoques. Todas las películas tienen una presentación a cargo de invitados especiales; los sábados se hacen recitales donde varios músicos ofrecen sus versiones de Favio:

PROGRAMACIÓN:
Viernes 14 a las 20: Este es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza y unas pocas cosas más… (1966). Presenta: Luis Ortega.
Sábado 15 a las 19.30: Alfonso Barbieri
Viernes 21 a las 20Juan Moreira (1973). Presenta: Miguel Rep.
Sábado 22 a las 19.30Palo Pandolfo.
Viernes 28 a las 20Crónica de un niño solo (1964). Presenta: Cristian Aldana.
Sábado 1º de marzo a las 19.30Pablo Dacal

ANTOJO: Los Mejores

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- Este domingo a medianoche revelamos el top 10 del rock argentino (gran encuesta realizada por el blog La música es del aire). FM La Tribu online
- Mientras tanto, clickeando acá se puede escuchar el ANTOJO del jueves, con los puestos 22 a 17 del ranking.

Puestos 17 al 22 del ranking. Ver acá.

El jueves pasado, en el capítulo 7 de la segunda temporada de Antojo, seguimos escalando el ranking de los mejores discos del rock argentino, de acuerdo con la gran encuesta (más de 300 consultados) del blog La Música es del aire. Y, a medida que avanzamos hacia la cima, la música obviamente mejora. Clickeando acá se puede escuchar el programa, las canciones y nuestros comentarios. Este domingo a la medianoche finalmente el blog La música es del aire va a dar a conocer el top 10 en el momento mismo que estemos saliendo al aire por FM La Tribu. Además de Santiago Segura, contaremos con la participación de nuestro amigo y colaborador José Miccio (desde Mar del Plata), quie tuvo una importante participación en la elaboración de los textos que comentan cada uno de los 109 discos elegidos. Y como bonus de la encuesta, vamos a destacar algunas sorprendentes omisiones en el resultado final.

Campanella silenciado y perseguido por el gobierno

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El diario La Nación y sus lectores son adictos a su propio paco: extraordinario ejemplo de distorsión informativa



Uno no termina de asombrarse ante la degradación de la derecha realmente existente en nuestro país. El domingo pasado La Nación, en su adicción desesperada por sembrar cada día gotas de conmoción social mediante el suministro de paco informativo a sus propios lectores, lanzó un título de tapa que fue desmentido, en un papelón histórico, nada menos que por el Papa.

Lo de hoy es no menos patético, aunque apela a un mecanismo aún más perverso: el texto de la propia nota niega lo que sugiere el título y la bajada:

Juan José Campanella dijo que allegados al Gobierno le recomendaron que no se metiera en ciertos temas

Al cineasta argentino recientemente premiado le aconsejaron que no tuiteara y que no hablara tanto sobre determinados temas políticos; expresó que debería haber una actitud más conciliadora

ASí como se lee, La Nación da a entender que el gobierno mandó emisarios a Campanella para que deje de hablar, con el tinte verdaderamente siniestro de una amenaza velada. Leyendo la nota, se descubre que esa intepretación de los dichos de Campanella que La Nación inocula a sus lectores es una violenta distorsión de lo que realmente cuenta el propio Campanella:

En conversación con la radio La Once Diez, al hablar de los conflictos que tuvo el año pasado con el Gobierno, cuestionó la forma en que los medios tomaron sus dichos: "Yo no sé qué hacer. Tengo tendencia a tratar de hablar cada vez menos del tema. Los medios, me refiero a todos los medios de todas las tendencias, toman lo que más le conviene de lo que quiero decir y siempre queda parcializado."
Asimismo, el reconocido cineasta afirmó que allegados al Gobierno le recomendaron que no tuiteara, ni hablara tanto sobre determinados temas políticos: "Fueron esos consejos de que no te metas. Era gente amiga que no me lo dijo como una amenaza". También sostuvo que debería existir una actitud más conciliadora, a pesar de los diferentes pensamientos: "Tenemos que oírnos un poco más y pelearnos menos. No quiero renunciar a mi derecho de ciudadano a opinar, a criticar u a apoyar." (N del editor: algunos tramos son resaltados por La otra).
Es un asombroso ejemplo de cómo la máquina de captura de palabras de los medios golpistas funciona de manera cada vez más desquiciada. El título induce a los lectores a creer que el gobierno apretó a Campanella para que no hable. Lo que él en realidad dice es una crítica a los medios que distorsionan sus declaraciones. La Nación decide titular esto... ¡distorsionando sus declaraciones! Campanella dice que son amigos suyos los que le aconsejan que hablara menos sobre temas políticos, no para cuidarse del gobierno, sino de los medios que alteran el sentido de sus dichos. Es decir: La Nación somete a Campanella a una dosis del mismo veneno que él denuncia.

En la noticia el gobierno en realidad está en tercer plano: son amigos de Campanella que adhieren al gobierno los que le aconsejan que no se deje manipular por los medios. El propio Campanella agrega una frase que no deja dudas al respecto: "Fueron esos consejos de que no te metas. Era gente amiga que no me lo dijo como una amenaza". El primer plano de la noticia real lo ocupa Campanella en su relación con los medios que "toman lo que más le conviene de lo que quiero decir y siempre queda parcializado", o sea... ¡La Nación!

Dos preguntas:

1- ¿Habrá advertido Campanella la grosera manipulación a que lo sometió La Nación? ¿Cómo se sentirá? ¿Se quedará callado esta vez? ¿Tendrá algún efecto político sobre él haber tenido que ingerir el paco informativo del diario de los Mitre/Saguier? 

- ¿Cómo interpretarán la noticia los consumidores del paco de La Nación? ¿Se quedarán en lo que miente el título? ¿Se molestarán en analizar la flagrante desmentida que se produce entre título y texto de la nota? ¿Advertirán que La Nación los viene tratando como boludos? ¿O serán ellos también tan adictos al paco golpista que se quedan esperando otra dosis para dentro de un rato?

Para que el lector de este blog sienta en carne propia el tratamiento al que La Nación somete a sus lectores titulé este post en un sentido contrario de lo que digo en el texto.

Todas las personas tienen su momento de brillo

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Un adiós a Eduardo Coutinho

La noticia ya tiene un par de semanas: el gran cineasta brasileño Eduardo Coutinho murió a los 80 años en circunstancias trágicas que prefiero omitir.

Quiero tener para él dos recuerdos lindos:

1 - Hace cinco años tuvimos, junto con Eduardo Benítez, el placer de entrevistarlo largamente en el bar La Paz de Corrientes y Montevideo. Fue en el marco del docbsas 09, donde se hacía una retrospectiva de su obra. También fue publicada en el blog de Eduardo, quien escribió el texto de presentación de Coutinho:

ENCUENTRO CON EDUARDO COUTINHO

  
Por Eduardo D. Benítez y Oscar Cuervo

Nombrar, ofrecer a la vista algo y a la vez ocultarlo. Sobre esta operatoria se estructura una gran diversidad de relatos: el de terror, el erótico, el policial. Con esta perspectiva piensa Eduardo Coutinho toda su obra: un corpus de películas en las que reposa una economía del deseo basada en el feedback entrevistado-entrevistador, cámara filmante-objeto filmado.

Decir Eduardo Coutinho es hablar de un nombre clave en el universo del cine documental. Pero sobre todo, este realizador brasileño es un gran entrevistador, que siempre focaliza con su mirada sobre aquello que por anodino puede resultar maravilloso, con una suerte de búsqueda de una metafísica de la vida cotidiana. En su filmografía, muchas personas salen de su anonimato para revelarse como seres luminosos. Allí están las personas y los paisajes inhóspitos del sertao en el estado de Paraiba en O fim e o principio (2005), o los gestos vehementes de Doña Teresa: aquella señora que en su otra vida cree haber sido reina enSanto Forte (1999).


Tal vez lo mejor de este documentalista lo encontremos enEdificio Master (2002). Para rodar esta película, Coutinho se interna junto a su equipo dos semanas en un Mega edificio en Copacabana que tiene 276 departamentos a registrar la vida cotidiana de los moradores del lugar. Se habla mucho de Eduardo Coutinho como cineasta que investiga sobre los límites de lo ficcional y lo real. Por supuesto que esa búsqueda está presente en sus películas, pero tal vez haya otros recovecos que permiten darle más relieves a su obra. Todos los filmes de Coutinho tienen una gran carga de emotividad, tal vez producto de ese vaivén conversacional por el que están puntuadas, por el trabajo casi obsesivo del fuera de campo. Hay algo de imantación del espectador que se logra con ese aire a “sentimiento legítimo” que hay en los testimonios que dan a cámara las personas que aparecen en sus films. No importa si es producto del azar o de una puesta en escena controlada, si es del orden de lo real o de lo ficcional aquello que se nos cuenta; lo importante es que Coutinho logra pequeñas viñetas casi siempre en primer plano provocando en cada testimonio a cámara la particularidad de “contar la historia de su vida”, dándole el tiempo necesario a cada plano para que una verdad emotiva surja en los relatos de los entrevistados. Alguien cuenta a cámara haber vivido en EEUU, haber conocido a Frank Sinatra y cantado My Way  junto él.  ¿Importa si es cierto o no lo que cuenta haber vivido este persona? Realmente no. Lo que interesa en cada historia que nos muestra es esa forma de hacer verosímil y sentida una experiencia humana hecha verbo y registrada –por un juego astuto en la planificación- en su temporalidad, lo menos editada posible. Todo esto para decir que las películas de Coutinho construyen su realidad. No tergiversa un real al representarlo ni hace copia fiel del original. Simplemente cuando la cámara se acomoda en algún lugar pone en juego su particular mecanismo de la mirada, que –uno imagina- funciona como espejo de la mirada de los entrevistados.

Algo de lo que ocurría en Edificio Master sucede en Jogo de cena (2007). Acá el director entrevista a alrededor de ochenta mujeres y se selecciona a un grupo de ellas para que también cuenten la historia de su vida. Pero se nos dice que algunas de las mujeres lo van a hacer por ellas mismas y otras van a prestar su historia para que algunas actrices las representen. Llega un momento que no sabemos cuál es la mujer que realmente vivió los hechos y cual la que los está actuando. Y en definitiva, poco interesa. 
Más 
En su última película Moscou, que vino a presentar en 2009 al Docbsbas, el director brasileño acompaña al Grupo Galpao durante los ensayos de la obraTres hermanas de Chejov. Son procesos dramáticos hechos exclusivamente para el rodaje, y el foco  principal está puesto justamente en eso: el proceso, pues no hay ningún interés de llegar a un resultado final de la pieza original. De esto se desprende un repertorio de comportamientos humanos más que artísticos, cuando el recorrido creativo va interpelando la vida cotidiana de los personajes-personas. Una existencia interrogada en su dimensión más aparentemente anodina es la que ofrece Coutinho en Moscou. A partir de allí: una filmografía en los bordes de lo fantástico.

[Aquí va la entrevista]

 l Algo que notamos en sus últimas dos películas es un interés por el espacio teatral y por los actores, como algo tal vez nuevo en su cine…

    Sí, yo pasé quince años sin hacer películas después de Cabra marcado para morrer. En el 97/99 hice una película que se llama Santo ForteMoscou es la séptima en 10 años. Para mi edad eso es formidable y mucho es gracias a Joao (N. de R.: por Moreira Salles). Hice películas sobre religión, sobre Copacabana, etc. Pero todas tienen un tema en común que es la confrontación entre un lado de la cámara y el otro lado. Personas viejas que me cuentan historias de su vida. Yo me preguntaba qué elementos hacen interesantes estas películas. Y creo que es el hecho de que no hay imágenes para comprobar lo que dicen los entrevistados. Porque en todo lo que cuenta uno de su vida -y delante de la cámara es más fuerte- hay un elemento ficcional enorme. Parece una cosa obvia pero no se ha trabajado mucho sobre eso, sobre la palabra. Lo que quiero decir es que toda memoria es: olvido y memoria. Toda memoria es invención, es ficción también. Entonces la verdad y la ficción no se pueden separar. Es como el caso del mitómano, hay mitómanos increíbles que dicen lo que quieren. Los mitómanos pueden ser un buen tema para películas. Pero uno habla en general de su pasado. Uno no pidió nacer ni sabe cuándo va a morir y entonces ¿habla de qué? ¿Qué es la vida? Familia, origen, trabajo, dinero y falta de dinero, amor sexo y muerte. Y si hay muerte, hay religión. Es eso, nada más. Algunos pueden convertirse en Lenin ó Santa Teresa de Ávila.  Pero la vida no es nada más que eso, y a partir de eso uno habla de los sentimientos, de su infancia, de su matrimonio, etc. Yo no entrevisto a personas conocidas. Lula, Michael Jackson, Pele. ¿Qué me van a decir ellos? No tienen nada que decir. No me interesan, porque no me interesan las opiniones. Las opiniones son buenas para el café. Pero si alguien tiene opiniones que son viscerales, que son a partir de una experiencia, eso es muy bueno. No me interesan las ideas sobre temas generales. Para mí el cine es el arte de lo concreto, de lo particular. Por eso la vanguardia francesa no tiene ningún interés. Sólo dos películas de Buñuel pueden ser mejores que toda la vanguardia francesa.
¿Por qué?

l  Porque es concreto. En El ángel exterminador hay un oso que baja la escalera, pero el símbolo no interesa, interesa que Buñuel piensa que el oso es verdadero porque es concreto. Eso es un poco la base de lo que me interesa, el tema no tiene importancia. Me interesa lo que ocurre en la duración del plano. Diez segundos para decir algo importante no me sirve de nada. El plano tiene que durar para que en esa duración haya al menos un momento que brille. Por lo tanto es crucial el momento del rodaje. Si no hay momentos brillantes en el rodaje no hay montaje que pueda salvar eso.

l  ¿Cómo genera esos “momentos”? De intimidad por ejemplo, eso se ve mucho en sus películas?

l  Sí, pero el momento de intimidad se logra, paradójicamente porque yo no quiero tener ninguna intimidad antes que la encuentren con la cámara. Yo prefiero no conocer a nadie antes de que sea delante de la cámara. A veces tengo que ir a ver alguna locación antes de rodar y hay alguien que puede llegar a ser personaje e inmediatamente le pido que no me cuente nada, porque “si usted no está frente a la cámara no existe en la película”, le digo…

l  ¿Cómo trabaja el casting y la elección de las locaciones?

l  Se trabaja con luz ó sin luz. Y sobre todo sin demorar, no hay que perder tiempo. Por ejemplo el lugar tiene que ser cómodo para el personaje, no para el fotógrafo. Se hace casi toda la filmación de un solo ángulo. Hay un momento en el que se aprieta rec y la filmación no se para. No importa si hay problemas de sonido o de iluminación. Yo no trabajo con pautas como en televisión. Yo se que dependo de las personas para hacer las películas, a ellos no les va a cambiar la vida por aparecer en ellas. No van a ganar plata, no van a ser famosas. Es para un documental. Y qué es un documental. Nadie sabe decir qué es. Es una palabra griega. Yo a veces les respondo que es una especie de reportaje. Lo principal es cómo abordar a la gente. En principio considero que no hay que hacer juicios. Por ejemplo yo hice una película sobre la religión popular pero sin interesarme por demostrar que esos cultos religiosos está bien o está mal practicarlos; sino indagar sobre las razones que hicieron escoger entre el catolicismo, umbanda, candomblé, etc. Que son razones absolutamente materiales: uno va a pedir un amor, a pedir plata. Lo que me interesa es cómo cada uno le va dando un sentido a su vida. Puede haber un personaje reaccionario, pero si él que cree que narra eso con pasión y con fuerza, entonces me interesa. Es mostrar sus razones sin necesariamente darle la razón. Lo que hay entre aquel que filma y el que es filmado es una negociación de deseos. A veces yo interrogo los silencios, a veces haces una mala pregunta. Y a veces los deseos de un lado y del otro son iguales.

 l  ¿Para filmar Moscou eligió a Chejov por alguna razón en especial?

l  Por un problema de crisis. Después de Jogo de cena se me planteó un problema: ¿cómo volver a hacer una película normal? Porque al hacer Jogo de cena yo dije “voy a hacer la película en un teatro y voy a hacer el texto que me cuenta la gente con actrices muy famosas y también desconocidas”. Para salir de esa crisis yo decidí empezar con la ficción, por eso la elección de la obra de Chejov. Vi esa pieza hace cincuenta años y vi que marcaba a las personas que la interpretaban. La banalidad de Chejov es la misma que vivimos. Y yo pensé que por allí se llegaría un poco a la vida de los otros, incluso si el grupo que la hiciera fuera totalmente ajena al mundo de Chejov. El grupo de teatro que participó en Moscou es muy conocido, muy unido, con poco ego y que aceptó hacer en tres semanas un texto que ni conocían! Para ellos -tipos que hacen Romeo y Julieta en la calle, todo muy colorido, todo para afuera- Chejov es todo lo contrario. No ocurre nada en Chejov. Entonces yo pensé que hacer esta película seria hacer fragmentos de una escenificación fracasada. Muchos me decían que no había película posible.

l  ¿Por qué decidió titular Moscou a su película?

l  Joao Moreira Salles me sugirió este título y me pareció muy bueno, sobre todo porque no es una metáfora. Moscou es absolutamente concreto para los personajes, y para todos nosotros está totalmente fuera. ¿Dónde está Moscou? En la sala Moscú no existe.

l  En Moscou hay un trabajo en el montaje que le da un ritmo particular. La película comienza más rápida y se va deteniendo en el último tramo…

l  Si, por un problema que hizo obligatorio ese tipo de montaje. Hay un momento en los últimos veinte minutos que es prácticamente el tercer acto de la obra que es una lectura dramática, y yo no tenía cómo incluir otras cosas que quebraran eso.

l  En muchas de sus películas las personas cantan canciones…

l  Eso para mí es fundamental. Una de las cosas más bellas del mundo es alguien que cante. Me gusta mucho Roberto Carlos porque es una cosa de cultura de masas. Es algo que todos conocemos en Brasil y por eso funciona en una película. Él ha hecho grandes canciones desde hace cuarenta años. Cuando un músico logra eso durante cuarenta años, para mí es folclore. La cultura de masas cuando perdura se torna folclore. En Moscou yo me puse a pensar en qué música poner. La decisión tenía que estar en relación con otros elementos de la película: no podía poner música de época, folklore ruso... eso sería absurdo. La escenografía en la que se desarrolla la película es totalmente desnuda, los aparatos que aparecen corresponden al siglo XXI, la ropa lo mismo, así que no podría haber puesto una música de la época de Chejov. En Moscou una actriz tuvo esta idea de cantar en una escena del tercer acto una canción que tiene unos veinte años, iluminada por los fósforos y eso funcionó muy bien.

 
     En Edificio Master está esa escena donde el hombre se pone a cantar My way y cuenta su encuentro con Frank Sinatra...

l  ¡Fantástico! Alguien puede preguntarse si es verdad o no que ese hombre se encontró con Sinatra ¡y a mí no me importa! El está contando su vida con la canción, una vida absolutamente mediocre y él cree en eso que cuenta para estar vivo. Hay otra mujer en la película que se pone a hacer una canción con un teclado, es una mujer solitaria y se pone a contar: “yo quería ser cantante, pero mi padre no quería” y canta una canción muy antigua. 

l  ¿Usted les pide que canten?

l  Cuando tiene sentido, sí. Es casi un vicio para mí filmar a la gente cantando.

l  En Edificio Master es muy llamativo el personaje del síndico que habla de Pinochet. (N. de R.: el encargado del edificio que se enorgullece de sus métodos de gestión hace un juego de palabras y dice: “yo uso mucho a Piaget, pero cuando no funciona paso a Pinochet”)

l  Es una cosa extraordinaria. Yo quería meterme a filmar en este edificio de departamentos de Copacabana y no iba a obtener el permiso oficial para hacerlo, eso solo lo consigue TV Globo. Pero yo tenía a una amiga que había habitado allí y conocía al síndico del edificio, y yo le propuse filmar lo que él estaba haciendo. El se proponía una cruzada moralizante, porque en el edificio vivían ocho travestis, incluso algunos de los que viven allí destacan que gracias a esa obra moralizante el predio se había re-valorizado y él estaba muy orgulloso de eso. Así que él nos permitió trabajar libremente durante varias semanas. Y después de verla él quedó muy contento, porque piensa que la película mostraba bien lo que él hizo.

l  ¿Cómo ve al cine actual?

l  Yo estoy preocupado por el futuro del cine, no por el soporte con el que se hace, se puede hacer sobre papel por mí, sino por el hábito colectivo de ir a una sala de cine a oscuras, con una gran pantalla. Creo que ese hábito puede perderse. El noventa por ciento de la gente va a ver cine en los shopping y allí sólo se pasan películas habladas en inglés.

- Como pueden ver, se nos ocurrió preguntarle por esos momentos luminosos que se repiten a lo largo de su filmografía, cuando él les pedía a sus entrevistados que canten una canción que los hubiera marcado. La pregunta lo entusiasmó. Es que ni sospechábamos que nos estaba anticipando As canções, su bella despedida del cine. Acá va algo que escribí cuando la vi en el BAFICI 2012:

¿Qué nos pasa con las canciones?
Sobre As canções, de Eduardo Coutinho


As canções ... [es] una de las cumbres de su filmografía, el resultado de la depuración de su método. Aunque llamarlo "método" puede resultar un poco injusto: es claro que Coutinho, por ejemplo, se abstiene de conocer a sus entrevistados antes del rodaje, para que todo "suceda ahí", durante el plano. También el criterio de dejar durar el plano hasta la aparición del "momento que brille". Pero todo esto, que podría ser aplicado por cualquier principiante, no termina de explicar la enorme calidez que Coutinho genera en su trato con las personas que filma y una extraordinaria disposición a escuchar, a dejar hablar y no tratar de hacer decir nunca nada. Es una confianza personal la que él pone en juego: la de creer que todas las personas pueden tener, con solo dejarlas manifestarse, sus "momentos de brillo". Si a esto sumamos la importancia que en la cultura popular brasileña tiene la música, una afinidad casi natural a expresarse cantando, el misterioso influjo que las canciones tienen en la vida de casi todo el mundo, no importa el país, y el gusto personal de Coutinho por escuchar cantar a los otros, entonces todo está dado para que el resultado sea maravilloso, como termina siendo en As canções.

Las canciones que el puñado de entrevistados cantan acá son, mayormente, canciones de amor, de despecho, saudade, amores que empiezan o amores que terminan, amores que no pudieron ser, amor hacia la madre o hacia el padre. Cada persona cuenta cómo esa canción pasó por su vida y hasta qué punto la sigue acompañando. El encuadre se mantiene casi invariable: el personaje sentado en plano medio, iluminado por una luz cálida, sobre un fondo oscuro y neutro (los momentos en los que un personaje se levanta y rompe el equilibrio del plano medio funcionan con gran intensidad). La tonalidad de la conversación es siempre íntima. La emoción, la gracia, la melancolía aparecen una y otra vez en detalles mínimos, el brillo de los ojos, una voz que se quiebra fugazmente, la sonrisa y los silencios. [Completo acá]

Hasta siempre, maestro.


La única manera de vivir a gusto es estando poseído

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ANTOJO Vicente Luy. Hoy medianoche FM La Tribu



por Maxi Diomedi

Un 3 de mayo de 1961, en la ciudad de Córdoba, nacía el poeta Vicente Federico Luy. Era, entre otras cosas, cultor de la poesía express. ¿Qué significa? “No hay mucho que decir. La poesía express implica un lenguaje oral, rápido. Y remite, como todo, a la política. Así hables sólo de sexo", explicó él mismo en una entrevista. En la poesía de Vicente se habla (con nombres propios) de política, amigos, novias, sexo, fútbol, rock. De la vida en general, bah. De amar y odiar a la vida. Con palabras. Reflexionando, a su vez, sobre el lenguaje. Y con humor, mucho humor.

Va una:

Terminada la conversación alguien se nos acerca, camina con nosotros.
(A mi)
-Y usted, ¿a qué se dedica?
-Soy poeta.
-Hmm (demostrando interés) ¿y de qué escribe?
-Cualquier cosa. Nada es importante.

Otra:

Entre nosotros, el misterio de la fe
ha pasado de moda sin develarse,
Somos un grupo de cómodos.
Nos gusta comer, ver partidos
y que nos chupen la
pija.

Otra:

Fito perdió el poder de síntesis.
Yo no.
Nunca lo tuve.
Lo que tiene de bueno es que te dejan en paz.

Otra:

Labio superior.
Labio inferior.
Capuchón.
Mi novia se afeitó la conchita.
Llegó con su vestido nuevo
verde manzana, los labios rojos
y florcitas en el pelo.
Compré una Heineken
y salimos al patio.
Hablamos de la vida.

No casualmente, recuerdo, el recital de poesía en Vuela el Pez de 2012, donde los amigos de Vicente lo despidieron celebrando su poesía después de su suicidio en Salta, se llamó "Hablamos de la vida". Hernán, su amigo, escribió: "Sus libros son muy, pero muy parecidos a él. Quizá por eso sea difícil hablar de su poesía sin hablar de su vida. Porque hablamos de la vida".

Inconscientemente vamos por un camino,
y concientemente nos ponemos a buscar otro camino,
en vez de hacer conciente el camino por el que vamos.

Lo que esta mal, está mal.
Pero lo que está bien
también está mal.
Charlalo con tus padres.

Nueve meses después de su muerte, la editorial Crack up editó Plan de operaciones/ La única manera de vivir a gusto es estando poseído. El primero está trabajado entre 2009 y 2010 junto a Mariela Laudecina (poeta) y el segundo contiene poemas inéditos que Luy dejó desperdigados entre sus amigos. Allí está incluído ste otro:

No hace una hora, intervine un recital de Aristimuño.
Vieja Usina. Entradas agotadas.
Igual, insistí diciendo que venía a ver a Lisandro
que le traía un libro, que le preguntaran a él.
Vicente Luy; soy el poeta Vicente Luy le dije al sujeto a cargo.
Mi plan era otro.
Yo quería entrar antes; fui una hora antes
para curtir camarines y pedirle que me invite a subir a leer.
Estaba, estoy, muy para adelante.
El tipo no me conoce. Le mandé un libro con Marce
pero no sé si ya lo recibió.
Confío ciegamente en mi poesía
y fui a saludarlo, pero, también, a audicionar.
En síntesis: no me dieron paso hasta empezado el concierto.
Y mientras sonaban las canciones, la ocurrencia fue tomando cuerpo
SE HIZO CARNE EN MI
Esperé a que terminaran los bises y me trepé al escenario.
La gente iniciaba la retirada.
Corrí al micrófono y grité:
Soy el pez
Soy el pez
Soy el pez
el que por la boca muere
pero también / el que nada contra la corriente
Me cortaron el sonido.
Seguí con Venderle el alma al diablo, y vinieron a sacarme
los de la producción.
No me querían dejar terminar el poema del scrabble
me lo quisieron cortar a la mitad.
Ni los miré.
Seguí gritando.
La gente se iba, y todos pasaban en frente mío.
Algunos prestaron atención a este lapso.
Pero sólo respondieron cuando dije "usá tu odio para el bien común".
Como en un ensayo de orquesta, emitieron un sonido.
Igual, se siguieron yendo.
Los productores volvieron por mí.
Los ignoré.
Dije 4 poemas más y me llevó la policía.
Un adicional.
Por suerte, me dejaron ir; me expulsaron.
Llevaba flores empapeladas en la etiqueta.
En un mundo lleno de amor, Lisandro hubiera venido a rescatarme.
En una de esas, con la adrenalina post show, no me oyeron.

(Para leer la nota completa, clickear acá). Hoy a medianoche en FM La Tribu vamos a hacer un Antojo Vicente Luy.

Aquí están, estos son: los mejores del rock

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Los ganadores de la gran encuesta del rock argentino. Un ANTOJO para escuchar clickeando acá



Anoche en Antojo le dimos -bajo la dirección de Santiago Segura- la puntada final -aunque no tan final- a un trabajo descomunal: en julio pasado Santiago, editor del blog La Música es del Aire, se propuso la insensata tarea de hacer una gran encuesta que diera cuenta de la totalidad de la producción artística del rock argentino desde su nacimiento hasta hoy. Una tarea ambiciosa para llevar a cabo por un medio de comunicación pequeño e independiente, pero necesaria. A Santiago, nos contó anoche, la idea se le ocurrió después de leer un post de La otra, "Un extraño ranking de la Rolling Stone", en el que yo expresaba mi disidencia por la manera bizarra y descuidada con que la revista Rolling Stone había manoseado el canon musical rockero argentino mediante un refrito hecho sin rigor y con excesivo oportunismo. Santiago recogió esa disidencia y la llevó como bandera hasta la victoria. Donde aquí habíamos puesto disconformidad, él puso trabajo y llevó a cabo una verdadera superproducción. Grande por donde se lo mire: varios centenares de encuestados, un pluralismo sostenido con rigor, una lista que incluye a algunas figuras señeras de la música, el arte y el periodismo y a jóvenes de toda juventud, con todo lo que puede haber en el medio. Santiago no se contentó con solo consultarlos y computar los votos para armar un Top 100 (que por culpa de múltiples empates terminaron siendo 109), sino que se propuso la demencial idea de que cada uno de los 109 discos ganadores fueran acompañados de un texto analítico, de publicar todos los textos y (próximamente) cada uno de los votos individuales y apostillas varias. A los que hacemos Antojo nos encantó participar votando primero, escribiendo algunos de los textos después y, finalmente, dedicarle 4 horas de radio a dar a conocer los resultados de la encuesta. Acá, para acompañar el audio del programa de anoche, les dejo fragmentos de algunos de los textos escritos para la ocasión y los invito a que los lean completos en el blog La Música es del aire. Estos, entonces, son los discos ganadores de la encuesta:



#1  Artaud, Pescado Rabioso. Talent Microfón - 1973
(Texto de José Miccio):
Artaud pone en escena la disputa entre la desesperación del escritor francés y la terquedad anímica del rock. O lo que es lo mismo: entre la locura y el amor. O mejor: entre Artaud y Lennon, como el mismo Spinetta dijo una vez y todos repetimos (sensatamente) a partir de entonces. Cantata de puentes amarillos es el acto mayor del drama. Dos imágenes aparecen enfrentadas al comienzo: el camino, que abre el mundo a la experiencia, y la sangre, que confunde e idiotiza. En su desarrollo modular y tortuoso la canción asocia a cada una de estas imágenes otros elementos (el pájaro y la jaula, el alma y el encierro, el puente y el carrusel), siempre en situación de forcejeo, hasta que al final la borrasca cesa y el amor impone su dominio. Lo que pasa en Cantata pasa en las otras canciones o entre ellas. Es como si Artaud pusiera a Spinetta ante el abismo y Spinetta sacara del vértigo que lo sacude una obra sublime como respuesta al sobresalto que le produce leer. Hay discos en los que ciertos estados de ánimo parecen dar con sus notas esenciales, de manera que lo que le sucede a su autor no es distinto de lo que les sucede a todos los que atraviesan una situación del mismo nombre. Blood on the tracks no trata del divorcio de Dylan sino de todos los divorcios. El amor después del amor no dice sobre Páez más que lo que dice sobre todos los enamorados. Artaud es el disco de la conmoción de la lectura. (Leer completo acá)


#2 Almendra, Almendra. RCA - 1969
(Texto de Litto Nebbia)
Si bien el disco tiene gran cantidad de canciones de Spinetta, la excelencia del trabajo es producto de la noble química grupal que tenían en esos momentos. Todo el proyecto Almendra, eran “otra gente” para el panorama de esa época. Eran distintos pero dentro de una estética natural que les pertenecía. Nótese que los aportes vocales de Emilio del Guercio y también los compositivos, estaban muy emparejados con los de Luis. En calidad y estilística. Las maneras de integrar la percusión y la labor guitarrística de Rodolfo Garcia y Edelmiro Molinari, siempre estaban atentas a despegarse de cualquier formato roquero ya establecido. Hasta la portada del disco es una raritie para ese tiempo. Creo que es un producto super “argentino”, lleno de calidad y originalidad. De aquí su trascendencia y esta maravillosa posibilidad de seguir “creciendo” a través del tiempo. En lo personal, quizá el tema que más me gusta es A estos hombres tristes, sin que esta elección opaque a ninguna de las otras bellas canciones que lo integran. (Leer completo acá)


#3 Clics modernosCharly García. SG Discos - 1983
(Texto de Martín Zariello)
Las letras de Clics modernos captan ese instante lírico en el que tras un tema de amor se esconde una declaración política (Los dinosaurios, Plateado sobre plateado). Ojos de videotape es un cóctel de melodía sensible para piano y programaciones anti-clímax. No soy un extraño, paseo reflexivo de rocker maduro, explora las posibilidades sonoras del tango del futuro. El estado de gracia de Charly se adivina hasta en el título del disco. Pensaba llamarlo Nuevos trapos, pero es fotografiado sobre un paredón con un grafiti que dice "Modern Clix": automáticamente argentiniza el nombre y lo transforma en Clics modernos. Ésa apropiación de lo segregado por la alta cultura (el nombre de una bandita menor de postpunk) no sólo habla del modo de hacer música de Charly García, sino también de cómo concibieron sus obras maestras los grandes artistas de este país. No sé en qué puesto estará Clics modernos, pero de algo estoy seguro: es el mejor disco de la historia del rock argentino. (Leer completo acá)


#4 Manal, Manal. Mandioca - 1970
(texto de Oscar Cuervo)

"Si consiguen el primer disco de Manal, recomiendo escuchen esos blues. No se volvió a hacer algo igual" dijo el Indio Solari a su público en 2010, y esa vez tuvo razón. Son contados los casos en que una obra funda un género y a la vez encarna su culminación. Esto pasa con Manal (1970) el disco debut de Manal. Hay que poner el vinilo en la bandeja como si se escuchara por primera vez, hay que olvidarse de todo lo que vino después, o hay que hacer todo lo contrario: situarse en el contexto de mediados de 1969 (¡Onganía!), en Buenos Aires, Argentina, cuando todo era nada y era nada el principio. Y entonces escuchar cómo Manal, pista tras pista, se va adueñando del universo con una determinación inaudita. (Leer completo acá)


#5 Oktubre, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Wormo - 1986
(Texto de Juan Manuel Pairone)

Oktubre será siempre recordado por su estética bolchevique y su contenido lírico tan encriptado como embanderable. Pero lo cierto es que, más allá del sentido político del gesto artístico -retomar la Revolución Rusa en plena crisis del modelo soviético y con la todavía débil democracia argentina como telón de fondo- y de la presencia indeleble del arte de Rocambole en el espacio público, Oktubre es un álbum definitivo del rock local porque es el producto de un cancionero que parece simple y arrollador pero se anima a ser todoterreno. Porque muestra la versatilidad de una banda supuestamente masiva pero sumergida en un modernismo atrapante. Y porque, en definitiva, tiene una huella de época innegable y por demás atractiva, pero, con casi tres décadas de vida, sigue sonando fresco, urgente y provocador. Como si se hubiera propuesto viajar al futuro en la línea del tiempo de la música popular argentina. (Leer completo acá)


#6 Piano Bar, Charly García. SG Discos - 1984
(Texto de Pablo Schanton)

#El país y yo/ Un tipo encerrado en su casa durante la guerra. La escena fundacional (82) en la carrera solista de Charly García recrudece en Piano Bar (84), y eso que se acabó la guerra. Se acabó la Dictadura. La Democracia se ha puesto a hacer promesas sobre el bidet. Pero aquel refugiado sigue cantando “Me siento solo y confundido a la vez”. ¿Por qué no es capaz de abrazar y abrasar la esperanza política, como otros rockeros que aportan el necesario “poptimismo” a la coyuntura, a bordo de sus Tirá para arriba, Hay que salir del agujero interior o No se desesperen? Atención al “De acuerdo” de Promesas sobre el bidet: un grito que tropieza con una síncopa. Si todo el disco pudiera sintetizarse a nivel letra/música no deberíamos soslayar ese momento. “¿¿¿¿¡¡¡¡¡De acuerdo!!!!!????”, aúlla Charly en el cenit del desesperado cuestionamiento del álbum. Ahí la canción parece desorquestarse, desconcertarse, deshacerse. Ahora bien, ¿no era que Promesas… era simplemente una canción sobre la crisis que atravesaba la relación del músico con su novia?


#7 El amor después del amor, Fito Páez. Warner - 1992
(Texto de Federico Anzardi y Santiago Segura)

La figura de Cecilia Roth y las canciones de amor de pareja le dieron históricamente la chapa de cursi a un disco extenso, denso y pesado. Vuelvan a escuchar El amor...: no todo es juntar margaritas del mantel y comprar revistas en el metro, felices, porque no importa un carajo más. La desesperanza de Tráfico por Katmandú y la lascivia de Sasha, Sissi y el círculo de baba (una porno violenta) y la Balada de Donna Helena (para que Pappo no lo joda con que no es rock, Fito se hace de metal) son hachazos dignos de las épocas más oscuras. Tumbas de la gloria es amor y muerte, mirando el mundo propio desde la relación más íntima (el amor que cambia la vida) pero con un ojo en la vida descontrolada de los astros del rock and roll (¡no me dejes caer!). Decir que es una de las diez canciones más certeras de los ’90 sigue siendo poco. (Leer completo acá)


#8 Canción animal, Soda Stereo. Sony Music - 1990
(Texto de Pablo Schanton)

Liberando sus primeras influencias, Cerati estiliza al máximo -hasta borrar pátinas de vintage, con Daniel Melero en el papel de Eno- lo absorbido de Pescado, Color Humano y Vox Dei, para proponerse como link con la nueva generación de rock argentino de los ’90/’00 que repasa el de los ’70 sin haberlo vivido: Carca, Pez, Los Natas, primero; Mostruo!, el último Aristimuño, Las Diferencias y otros, hoy día. Ricardo Mollo, de su misma generación, se sacude el post punk importado por Luca y, a la altura de La era de la boludez, también reescribe el rock setentista. La clave radica en el vocativo “Nena”. (Leer completo acá)


#9 Kamikaze, Luis Alberto Spinetta. Ratón Finta / Interdisc - 1982
(Texto de Florencia Ruiz)

Me regalaron Kamikaze mucho tiempo después de querer tenerlo y llegó en un momento muy especial -estaba dejando el CBC para dedicarme a hacer y enseñar el arte de combinar sonidos. Posiblemente éste es el álbum que más me ha influenciado, me arriesgo a decir, mientras escribo estas líneas y me recuerdo a la distancia sentada en el piso del cuarto de la casa familiar mirando por la ventana pasar los coches y escuchando al Luis de los 80s. 15 años más cerca del ahora. Kamikaze es un hermoso disco, lleno de canciones bellas, amorosas. Un disco que solo L.A.S. puede hacer y que encierra años de trabajo y de luz. Es increíble que lo haya armado con piezas que no habían encontrado lugar en otros álbumes y que aquí parecen haberse hermanado para siempre. (Leer completo acá)


#10 Pescado 2, Pescado Rabioso. Talent Microfón - 1973
(Texto de Eduardo Fabregat)

Más allá de las pretensiones conceptuales, lo cierto es que Pescado es una obra única de una banda efímera: ya no era el power trío inspirado en Pappo’s Blues y Manal de Desatormentándonos sino un cuarteto con las océanicas profundidades del Hammond de Carlos Cutaia, la garra de David Lebon, el tempo de Black Amaya. Y un Spinetta inspiradísimo, influido por Rimbaud (de allí el díptico de Iniciado del alba e Poseído del alba) pero con su propio vuelo lírico, capaz de perlas como Credulidad, Madre Selva y Cristálida (Aguas claras de Olimpos), ese cierre monumental con una orquesta del Colón que lo quiso cancherear a Cutaia y debió seguir al pie de la letra sus arreglos. Luis también tuvo la generosidad de abrirle juego a Lebon para que grabara el bellísimo Mañana o pasado, mientras asumía sin miedo el rol de guitar hero en tormentas eléctricas como Sombras de la noche negra, el inoxidable blues Como el viento voy a ver o los llameantes nueve minutos cuarenta de ¡Hola, pequeño ser!. Furia rockera y lirismo delicado; punteos de campeonato y climas de cuelgue; la rabia y la ternura de un pez con hidrofobia que hizo historia, en un disco cuyo vinilo contenía un libro hoy invaluable con textos y dibujos del mismo Luis. El Pescado de Pescado: más que aguas claras, aguas eternas.  (Leer completo acá)

Puestos 11 al 16 (que también escuchamos ayer en Antojo, cuyos textos pueden leerse acá):
11- El jardín de los presentes, Invisible.
12- Divididos por la Felicidad, Sumo.
13- Vol. 3, Pappo's Blues.
14- After Chabón, Sumo.
15- Don Cornelio y La Zona, Don Cornelio y La Zona.
16- Invisible, Invisible.

Y en el programa también se nos antojó reparar dos omisiones de los primeros lugares de la encuesta, discos y artistas a nuestro juicio imprescindibles.





Para escuchar el programa completo, clickear acá.

Todo camino puede andar

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por el Pájaro Salinas



Me iba a tomar el buque. El Cristóforo Colombo hacia Barcelona aquel 12 de noviembre, ya me había acomodado en el camarote, cuando la tripulación napolitana se declaró en huelga. Nos dieron un boucher para que cenáramos por ahí y durmiéramos en un hotel, por lo que me encontré con dinero extra en el bolsillo (créase o no, viajaba con solo 40 dólares). Ahí mismo me di cuenta de que entre los 17 discos que me llevaba como tesoro no estaba el Artaud, que alguien me había distraído (en su prmera edicìón, de sobre irregular), así que me mandé derecho a una disquería que había en Rodríguez Reña y Corrientes y me lo compré. Cuando salía me topé con un compañero que me diiijo: "¿qué hacés acá?". Le conté y me dijo: "Andate ya. En taxi. Están levantando gente". Me dijo que ahí mismo, en la avenida Corrientes. Le hice caso y al llegar a trasatlántico, en Puerto Nuevo, la cana bajaba de las orejas (es un decir) a un pasajero. Como creo que dije en Antojo, no podía dejar de llevarme ese disco, entre otras cosas porque cantando -y musitando- la Cantata de los puentes amarillos fue que me hice el demente en el Regimiento I3 de La Tablada y logré que me pasaran de los calabozos a la enfermería, y que dejaran de susurrar a mis espaldas que era montonero para que susurrasen que era falopero. Mejor así. El Flaco es parte inescindible de mi vida adulta, como un hermano próximo y muy querido, y su muerte fue como si me arrancaran un pedazo. Por suerte, deja una obra inextinguible, cuya exploración no habré terminado al momento de expirar.

Lo que está mal está mal, pero lo que está bien también está mal

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Charlalo con tus padres: ANTOJO Vicente Luy. Un programa para escuchar clikeando aca



¿Venderle el alma al diablo? Sí, pero cara.
Y si se puede, venderle también otras cosas.
Y venderle a Dios lo que el diablo no compre.
,No le pidan peras a Cúper, 2003

El capítulo 10 de la segunda temporada de Antojo estuvo conducido por Maxi Diomedi y dedicado a conocer la vida y la obra del poeta Vicente Luy..

- ¿Con Vicente Luy te veías? -le preguntó hace pocos meses Maxi Diomedi a Gabo Ferro

- Sí, mucho -responde Gabo. Lo que pasa es que ...no sé. Yo estaba haciendo un ciclo y vino, fue poco antes de su salto en Salta. Pidió abrir un concierto mío. Hablaba muy lentamente y yo la verdad que no sabía qué iba a hacer, había mucha gente. Yo dije: "No puedo de ningún modo pedirle a Vicente que no lea". Y lo que hizo Vicente fue tremendo. Colocó a todo el mundo en un pulso y en un status de milagro, realmente de milagro, de viaje. Yo creo que él estaba, más allá de todas las cuestiones que él acusaba de sí mismo, muy bien. Me pasa, ahora que estamos con Emilio García Whebi trabajando tanto Artaud...ahora lo estoy pensando... ese tono, el de la tremenda lucidez que te lleva a la locura. Yo creo que Vicente estaba en un tremendo grado de lucidez que lo estaba llevando a la locura...y a la tristeza.

La historia: nuestro viaje a la luna

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Hoy 0:00 hs ANTOJO FILOSOFÍA HEGEL MARX CUMBIA COSMONAUTS fm la tribuonline



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