Horacio Buscaglia * habla de Eduardo Mateo
Le decía Horacio Buscaglia a Willy Villalobos en 2003, para revista La otra:
Alrededor de Mateo se han tejido demasiadas... es un tema que hay en este país, que no lo tienen ustedes, ¿no? Ustedes a veces se quieren demasiado, nosotros nos queremos muy poco. Y Mateo murió con hambre, murió sin tener la caja con ropa que yo le presté pa’ que se muriera decentemente. Resultó que después de muerto empezó a ser una especie de ídolo, después de muerto es que se le hace ese libro (Razones Locas, de Guilherme de Alencar Pinto), y fijate vos qué curioso, lo hace Guilherme, que es un tipo que Mateo ni siquiera saludaba, porque lo consideraba un lance. Un lance para la gente nuestra es algo... no sé cómo trasladártelo... Es un tipo sin swing, un tipo que puede tener conocimientos y ser culto, pero es un lance, porque no entiende las cosas, la vida, o quiere encasillarlas. Guilherme es un brasilero, no vivió la mayoría de las cosas que cuenta, que después recabó, ¿no? La mayor parte de las cosas las conoce a través de discos, pero, bueno, la paradoja de la vida de Mateo y de los uruguayos es esa. Mateo termina muriéndose en un rincón del hospital de Clínicas y hoy un libro que habla de él es un terrible éxito. A mí me parece interesante y lindísimo que la gente joven se acerque a Mateo, que continúe en esa impronta que tuvo la generación de los que que estuvimos amontonaditos en las Musicasiones. Pero por otro lado te da un poco de rabia, porque muestra la hipocresía de esta sociedad, la sociedad uruguaya es muy hipócrita, y particularmente con los artistas, a los cuales, ni pelota. Fijate que cuando se murió Mateo a mí me llamaron de las principales radios de este país, pero me llamaban a pedirme discos, porque no tenían los discos de Mateo.
En eso Mateo es un paradigma del artista uruguayo, somos tratados con una hipocresía por la sociedad, por la izquierda, por la derecha, por la intelligentsia.
(Fragmento de la nota "Seguí, acordate, seguí", que se puede leer completa en el blog Un Largo: clickear acá)
Le decía Horacio Buscaglia a Willy Villalobos en 2003, para revista La otra:
Alrededor de Mateo se han tejido demasiadas... es un tema que hay en este país, que no lo tienen ustedes, ¿no? Ustedes a veces se quieren demasiado, nosotros nos queremos muy poco. Y Mateo murió con hambre, murió sin tener la caja con ropa que yo le presté pa’ que se muriera decentemente. Resultó que después de muerto empezó a ser una especie de ídolo, después de muerto es que se le hace ese libro (Razones Locas, de Guilherme de Alencar Pinto), y fijate vos qué curioso, lo hace Guilherme, que es un tipo que Mateo ni siquiera saludaba, porque lo consideraba un lance. Un lance para la gente nuestra es algo... no sé cómo trasladártelo... Es un tipo sin swing, un tipo que puede tener conocimientos y ser culto, pero es un lance, porque no entiende las cosas, la vida, o quiere encasillarlas. Guilherme es un brasilero, no vivió la mayoría de las cosas que cuenta, que después recabó, ¿no? La mayor parte de las cosas las conoce a través de discos, pero, bueno, la paradoja de la vida de Mateo y de los uruguayos es esa. Mateo termina muriéndose en un rincón del hospital de Clínicas y hoy un libro que habla de él es un terrible éxito. A mí me parece interesante y lindísimo que la gente joven se acerque a Mateo, que continúe en esa impronta que tuvo la generación de los que que estuvimos amontonaditos en las Musicasiones. Pero por otro lado te da un poco de rabia, porque muestra la hipocresía de esta sociedad, la sociedad uruguaya es muy hipócrita, y particularmente con los artistas, a los cuales, ni pelota. Fijate que cuando se murió Mateo a mí me llamaron de las principales radios de este país, pero me llamaban a pedirme discos, porque no tenían los discos de Mateo.
En eso Mateo es un paradigma del artista uruguayo, somos tratados con una hipocresía por la sociedad, por la izquierda, por la derecha, por la intelligentsia.
(Fragmento de la nota "Seguí, acordate, seguí", que se puede leer completa en el blog Un Largo: clickear acá)
"Príncipe azul", una canción de Mateo y Buscaglia
* Horacio Buscaglia fue un creador polifacético: escritor, teatrista, autor de canciones, conductor de radio, publicista. Nació en Montevideo el 23 de marzo de 1943 y murió el 1 de febrero de 2006 en la misma ciudad. Para los más jóvenes: es el papá del talentoso Martín Buscaglia. Horacio conoció a Eduardo Mateo en 1967 y desde entonces hasta la muerte de este, en 1990, fueron grandes amigos.