Bitcácora del concierto de Florencio Randazzo live at Carta Abierta (sala colapsada)
por Eduardo Blaustein
por Eduardo Blaustein
Primero, las expectativas de la audiencia: ganas/necesidad, caídas las candidaturas del "kirchenrismo puro", de encontrar una salida-premio consuelo ante la opción Scioli. Premio consuelo, sin ánimos de desdén, es también la consigna "El candidato es el proyecto", que no está mal y merece respeto y algún reparo. Las expectativas de los presentes fueron no sólo satisfechas sino desbordadas (mucho aplauso, risa, aplauso). Todo lo que diga es subjetivo y algo suspicaz. Florencio mostró dotes de orador tribunero y coloquial que no le conocía -no es por supuesto un "elaborado" ni un estilista- y expresó un entusiasmo y consistencia que me parecieron más o menos creíbles. Particularmente en el punto fuerte que con buenas razones elige mostrar: entusiasmo del buen gestionador pero no del "gestionador gerente" sino del gestionador que transforma desde la decisión política pisando callos, intereses, corporaciones (Siemens vs los DNI estatales, los pasaportes y el viejo negocio de la Federal, los trenes y los intereses de las concesionarias y las actitudes corporativas de las cúpulas sindicales, los trenes/rieles/obras y los sobreprecios de la vieja Patria contratista versus la emergencia de nuevas empresas= ahorros para el Estado). Mucho guiño a la platea (DDHH, Grupo Clarín, familia judicial). Mostróse como "cafierista" en sus años mozos y presunto aliado de Néstor en el desarme del poder duhaldista (ahí me perdí o distraje un poco. ¿Negación?). Sanateó/trastabilló algo en el turno de las preguntas puntuales pero ningún candidato sabe todo sobre todos los temas. Resultó gracioso, simpático, inflamado a veces, espontáneo. Le resultó sencillísimo complacernos mostrándose unos cuantos grados a la izquierda de Scioli. Matiz distante del periodista/ciudadano curtido que necesita manejarse con alguna prudencia y escepticismo: ¿"tribuneó" para Carta Abierta? Seguramente. Pero me interesó y gustó más de lo que pensaba. Antes lo consideraba un gestionador eficiente (no es poco), ahora me pareció políticamente más consistente. De nuevo y último: claro que al lado de Scioli... Me fui unos minutos antes del final para ganarle de mano a todos en el uso del baño y porque tenía un hambre voraz. Espero no haberme perdido algo importante.