La otra radio de anoche, un programa que puede escucharseclickeando acá
Como venimos siguiendo de cerca en nuestros últimos posts, se largó la carrera para definir el candidato a presidente por el Frente para la Victoria, carrera para la cual, después del ya célebre baño de humildad, quedaron dos precandidatos competitivos, ninguno del "kirchenrismo puro" como decía Eduardo Blaustein en nuestro post de ayer. Daniel Scioli, quien no goza de amplias simpatías entre el progresismo porteño, y Florencio Randazzo, "una salida-premio consuelo ante la opción Scioli", según el mismo Blaustein Su mayor virtud para un sector del kirchnerismo progre sería no ser Daniel Scioli. Por eso ahora, quizás sin conocer la trayectoria anterior de Florencio, muchos se abrazan al ministro de Cristina como el garante perfecto de la continuidad del modelo. Su imagen de gestión eficiente en asuntos como los nuevos DNI o la renovación de las líneas ferroviarias (renovación posible porque el ejecutivo financia este proyecto de Ferrocarriles Argentinos, no porque Randazzo lo haya sacado de la galera) despierta simpatías en estos mismos sectores que recelan de Scioli, e incluso en otros sectores medios que ni siquiera se identifican como K. Bienvenidos al tren, todos suman.
Randazzo, una vez que se le despejó el camino para ser el beneficiario del voto k antisciolista en las PASO de agosto, se fue cumplir el sábado su conveniente rito de unción progresista en las aguas renovadoras de Carta Abierta. Parece que "Las expectativas de los presentes fueron no sólo satisfechas sino desbordadas (mucho aplauso, risa, aplauso)" (Blaustein suspicaz dixit). El propio cronista suspicaz dice que le gustó más de lo que pensaba. Parece que la gente de Carta Abierta ya tiene su candidato. Quizás por la predisposición benevolente que Florencio se había ganado de antemano (por no ser ya-saben-quién) es que a much@s celos@s guardian@s de la corrección política y la igualdad de género se les pasó por alto un extraño pasaje del monólogo de Randazo, donde dijo textualmente:
"Cristina viene a profundizar ese proceso [la mayor participación política de la sociedad propiciada por Néstor], lo más interesante que tiene Cristina es que profundiza ese proceso. ¿Y por qué lo puede hacer? Y acá voy a contar una anécdota, que hace poco se lo aclaré a Cristina porque a veces las informaciones le llegan mal y yo, por encima de ser ministro, de las circunstancias, soy un militante, así que ustedes me van a escuchar decir lo que yo creo y opino [Ovación].Cristina llega a ser presidenta, y acá les pido atención para entender la idea, llega a ser presidenta porque es la mujer de Kirchner, que esto no le quita mérito como militante, ni como una mujer comprometida con la política, pero precisamente la idea es de Néstor Kirchner, con quien yo compartí muchísimo tiempo, muchísimos años. Recuerden ustedes que yo en el 2005 era el ministro político de la provincia de Buenos Aires y planteé una pelea con el peronismo bonaerense que conducía Eduardo Duhalde [Ovación]. Cristina llega sin ningún condicionamiento, absolutamente con Néstor, que le permite [sic] ser presidenta, y con sus ideas, lo que hace posible profundizar este proceso...".
Bien. No se sabe cuál es exactamente la anécdota, pero al menos resulta llamativa la idea propuesta por Randazzo de que Cristina llega a ser presidenta porque es la mujer de Kirchner, y que llega sin ningún condicionamiento porque Néstor le permite ser presidenta... Conversé ayer con varios amigos y amigas el sentido de este pasaje. Y me encontré con una extraña condescendencia. Lo extraño es que se acepte con naturalidad algo que no es cierto. Que Cristina llegó "por ser la mujer de", que "Néstor se lo permite", que gracias a ello llegó sin condicionamientos. Una lectura más atenta de estos sucesos históricos no tan lejanos como para que todos los hayamos olvidado nos dice que las cosas fueron bien distintas.
No es verdad en absoluto que Cristina llegara donde llegó por ser la mujer de Néstor. (¡Cuántas veces tuvimos que discutir eso con los gorilas que la ningunearon!). En la década del 90 Cristina era nacionalmente más conocida que Néstor por su labor en el Congreso. Muchas veces se aludía a él como "el marido de...". En mayo de 2003, cuando Néstor quedó segundo en las elecciones presidenciales y fue proclamado presidente por el abandono de Menem, poco antes de asumir, el Círculo Rojo, a través de Claudio Escribano, le planteó a Néstor un pliego de condiciones a los que se tenía que allanar si quería permanecer en el cargo. La respuesta, durísima, llegó un día después, en un discurso escrito en el que Néstor anticipaba cuáles serían las líneas principales de estos 12 años. El discurso lo había escrito Cristina, tal como consta en varios libros. Escribano en La Nación se alarmó por esa dureza que no podía atribuir al propio Kirchner y predijo que el gobierno no iba a durar más de un año. Escribió:
"Menem se ha ido de la peor de las maneras; Kirchner, llega. La primera medida de gobierno del doctor Kirchner deberá ser la cesantía de quien ha escrito ese discurso, y, si fue él mismo quien acometió su redacción, convendrá que ya mismo derive en otro la delicada tarea de escribir si es que aspira a ser un verdadero jefe de Estado.
"Se sabe que Kirchner está hablando con muy poca gente, encerrado en un círculo íntimo difícil de caracterizar, pero en el que es obvio que gravita su mujer, Cristina, senadora nacional". (Treinta y seis horas de un carnaval decadente, 15 de mayo de 2003, completo acá)
Escribano sugería que Néstor estaba dominado por Cristina. Después, cuando ella llegó a la presidencia, el gorilismo dijo lo contrario: que Cristina hacía lo que Néstor le mandaba. A principios de 2009 tuve una agria discusión en mi programa de radio con Diana Maffia, entonces legisladora del ARI, quien afirmaba que Cristina sólo hacía lo que Néstor le permitía (ver y escuchar acá). En 2009 a los kirchneristas nos escandalizó que una opositora desconociera la estatura de dirigente de Cristina y se atreviera a decir que estaba donde estaba gracias a Néstor.
Así que, cuando ayer escuché decir a Randazzo lo que dijo, tuve un sobresalto. Mis amigos que pintan a Randazzo con una pátina de luz por no-ser-ya-saben-quién, trataron de disuadirme: que lo dijo involuntariamente, que lo sacaron de contexto, que estaba explicando cómo se da el proceso de la continuidad... Incluso una amiga feminista frutivegana línea dura, lectora irreductible de Judith Butler, hizo prevalecer su antisciolismo radicalizado y le restó importancia a este ninguneo de género. Parece que en pos de impedir que Scioli llegue a ganar las PASO podemos consentir una reescritura de la historia donde Cristina solo llegó a hacer lo que Néstor le permitió.
Con esta anécdota no quiero afirmar nada sobre el matrimonio político de Néstor y Cristina, sino llamar la atención sobre el peso relativo de las palabras cuando son dichas por alguien hacia quien tenemos una buena predisposición. Imaginen qué habrían dicho mis amigos antisciolistas y mi amiguísima frutivegana si hubiera sido Scioli en lugar de Randazzo quien hubiera dicho que Néstor "puso a Cristina de presidenta", o le "permitió serlo". Estarían pidiendo la renuncia indeclinable a la candidatura de Scioli,, al grito de 'TRAIDOR'. ¡Sería tildado de machista horrendo y peligroso! Pero lo dijo el Loco Randazzo.
Quizás lo haya dicho involuntariamente (¿eso arregla algo?). Quizás sea que Florencio aún no está acostumbrado a la ultra-exposición pública a la que está sometido por ser precandidato a presidente. Quizás no haya oído a Horacio González decir que todas las figuras públicas están hoy sometidas a una máquina de captura de las palabras en la que todo lo que se diga será puesto en un contexto que lo empuje a un abismo de sentidos involuntarios.
Más le vale a Randazzo que empiece a cuidar sus palabras, porque, si no, de acá a agosto vamos a vivir de sobresalto en sobresalto. Y mis amigos, con tal de que no gane la interna Scioli, van a terminar justificando vaya a saber qué atrocidades...
Más le vale a Randazzo que empiece a cuidar sus palabras, porque, si no, de acá a agosto vamos a vivir de sobresalto en sobresalto. Y mis amigos, con tal de que no gane la interna Scioli, van a terminar justificando vaya a saber qué atrocidades...
[Durante un tramo del programa de anoche estuvimos hablando de la interna del FPV, de la debacle de Massa, de los candidatos del Círculo Rojo, de los kirchneristas antisciolistas y del desliz verbal de Randazzo. Este tramo lo pueden escuchar clickeando acá. Más tarde subo el resto del programa]