Debate de la medianoche hoy en FM La Tribu
por Oscar Cuervo
En las últimas semanas se está dando una intensa discusión entre sectores kirchneristas y afines, referida a la sucesión de Cristina y la interna entre Scioli y Randazzo. Es una discusión política que excede largamente a las especulaciones electoralistas que uno puede ver que se producen en el campo opositor. Porque mientras los sectores antiK aparecen viendo qué alquimia puede producirse para ganarle al FPV, sin importar demasiado si los que se alíen tengan siquiera un programa común o si esa discusión programática se posterga para el momento en que se cuente el último voto de agosto y/o octubre, dado que el primer mandamiento es dar fin a la permanencia del kirchnerismo en el poder y de ese modo alardear a los cuatro vientos la noticia más deseada por ellos desde por lo menos 2008, en cambio, dentro del kirchnerismo/peronismo la discusión tiene claramente otro eje, porque no se discute principalmente cómo sumar votos para ganar sino cual es el arreglo deseable y el posible para darle integridad a la identidad kirchnerista/peronista en el momento en que Cristina deje la Casa Rosada, es decir dentro de seis meses. Está discusión es posible paradójicamente porque Cristina goza de niveles de aprobación inéditos e impensados hace pocos meses y da la sensación de que una victoria oficialista está al alcance de las manos. Y si está victoria se produce, se planteará una situación inédita en Argentina, por lo menos hasta donde llega nuestra memoria histórica, que es la posibilidad de tener a la líder más importante del país fuera del ejercicio institucional del poder, cumpliendo un rol político que puede tener una gran incidencia en el rumbo futuro del país, desmintiendo a los ansiosos que desde el otro lado quieren decir " el kirchnerismo se terminó". Lean la columna de hoy de Morales Solá y verán la extravagante tesis de que el poder de Cristina se termina cuando el próximo sábado a la medianoche se conozcan los candidatos de espacio para las PASO. No se entiende desde qué base conceptual se puede afirmar algo semejante, más allá de la manía compulsiva de estos derechistas para ver el fin político de Cristina todas las semanas.
Digo que la discusión que se da entre sectores kirchneristas no se refiere principalmente a cuál es la fórmula ganadora, sino cómo se reconfigura la identidad kirchnerista/peronista con Cristina afuera de la Rosada. Si uso la expresión kirchnerismo/peronista muy deliberadamente, es porque esas dos identidades están hoy intensamente ligadas, peronismo y kirchnerismo no se superponen totalmente y en el seno de ese sintagma se halla una tensión clave. La idea que yo planteé hace unas semanas es que el ciclo kirchnerista se inscribe en el más extenso y complejo ciclo peronista y que es un error pensar este período de 12 años como un corte fundacional, porque el kirchnerismo, les guste o no a algunos kirchneristas, no habría sido posible fuera de la tradición histórica peronista. Ayer agregué algo: el panorama es tan promisorio para el oficialismo que me da la sensación de que los únicos que podemos arruinarlo somos los propios kirchneristas.
Si se reduce drásticamente esta complejidad acerca la mutación de la identidad política en un nuevo escenario a un terreno prosaico, todo queda limitado a pelearse para mostrar que Randazzo es "el elegido de Cristina" o si Scioli es menemista, si la clave es "Randazzo al gobierno, Cristina al poder" o "Scioli es lo mismo que Macri". Estas proposiciones son empobrecedoras, sobre todo por la complejidad de problemas que ocultan debajo de su aparente sencillez. Desde el terreno antiK se reproducen especular mente estas posiciones, con afirmaciones como "si gana Scioli gobierna la Cámpora" (Massa hoy en entrevista con Fontevecchia) o "cuando Scioli quede como candidatos por el FPV, el poder de Cristina se licúa" (esto sintetiza la forzada tesis de Morales Solá). Randazzo tuvo el privilegio de que Cristina le despejara el camino con la apelación al baño de humildad y según mi perspectiva viene desperdiciando el precioso tiempo que se le asigna para tratar de convencer a los argentinos (no sólo a los kirchneristas) de que puede gobernar el país, repitiendo cada tantos días "Scioli y Macri son muy parecidos", alentado penosamente las tendencias en un sector de las bases a creer que en las PASO se decide todo y que octubre casi no importa; mientras Scioli se muestra en sus últimas apariciones cada vez más kirchnerismo, hasta el punto de hacer suyo el canto de la militancia " vengó bancando este proyecto", cosa que no deja de ser cierta. ¿Scioli tiene que acentuar este perfil por el pressing que le está haciendo Randazzo desde el otro lado. Es posible, pero otra discusión es si este método del pressing se va a cristalizar como modelo de relación entre Scioli y el kirchnerismo, si el gobernador llega a la presidencia. Un compañero suspicaz acota:
"...lo que más me fastidia de la campaña de Randazzo es su posible efecto residual. Se me hace que somos nosotros mismos los únicos que podemos impedir que ganemos en el 2019, o con Scioli o, habiendo una mala gestión de Scioli o un mayor deterioro de la situación económica internacional, con Cristina. El gran problema es que no van a faltar los que le exijan a Scioli lo que ni siquiera se animan a rogarle a Cristina".
Es interesante leer un documento que acaba de emitir Oscar Valdovinos, de la secretaría de Derechos Humanos del Movimiento Evita en San Miguel titulado "La misión de la militancia", que en una parte sustancial dice:
"El método que se utilizó para reducir la oferta de candidatos presidenciales produjo varias consecuencias negativas, entre ellas, que Jorge Taiana dejara de ser una opción que, sin duda, hubiese recibido el apoyo de un sector relevante del electorado más comprometido con la corriente nacional, popular y transformadora que se expresa a través del FpV. Hay que reconocer que las opciones sobrevivientes, en cambio, están poco dotadas de matices como para atraer a ese electorado. No obstante, los que apoyamos la conducción de Néstor y Cristina Kirchner en estos 12 años, tenemos un primer deber insoslayable que consiste en asegurar que el próximo gobierno pertenezca al Frente para la Victoria. No hay consideración política alguna que justifique, bajo ninguna circunstancia, dejar de hacer todo lo posible para conservar el gobierno.
"No ignoro que algunos consideran la posibilidad de replegarse, resguardando la pureza de las banderas y, de paso, atribuyéndose su monopolio, para retornar, dentro de cuatro u ocho años, en condiciones más propicias. Adoptar una táctica semejante, tengo la certeza, conduciría hacia un error imperdonable.
"Es indudable que el proceso tenderá a polarizarse entre quien en definitiva sea el candidato del FpV y Macri. Sabemos que Macri expresa a un neoconservadurismo engañoso que encubre el propósito de impulsar un proceso regresivo que recorte derechos, reimplante prácticas represivas, profundice las tendencias a la primarización, extranjerización y concentración de la economía, consolide las políticas causantes de marginalidad y exclusión y ahonde la brecha de la desigualdad. (...)
"La coyuntura es propicia para recordar que la Historia no espera. Los dirigentes y los militantes quizá puedan esperar, pero no tienen derecho a hacerlo a costa del sufrimiento de las masas populares ni del retroceso en el terreno ya ganado ni del riesgo de que los derechos humanos vuelvan a ser una abstracción sin culpables ni genocidas.
"El segundo deber consiste en ayudar a que quien gobierne por el FpV lo haga lo mejor posible. (...) Scioli, Randazzo, fortalezas, debilidades y polémicas. Daniel Scioli dista de colmar las aspiraciones de quienes evaluamos la etapa kirchnerista como el intento más serio, después del primer peronismo, de cambiar la sociedad desde el Estado. Está claro que no coincide con el “identikit” del candidato imaginado por el kirchnerismo avanzado. Tampoco lo pretende. En verdad, él aspira a expresar al Peronismo kirchnerista promedio y por eso, seguramente, posee la mayor intención de voto. No obstante, Néstor y Cristina le confiaron las más altas responsabilidades y fue leal a ese mandato. Su pertenencia al espacio del FpV es incuestionable.
"También Florencio Randazzo pertenece legítimamente a ese espacio. Ahora bien, de allí a creer que está a la izquierda de Scioli y que expresa una propuesta articulada para afrontar el futuro extendiendo y profundizando lo ya hecho, media una distancia que sólo podría recorrerse con una imaginación excesiva o una candidez importante. (...)
"Está claro que el único candidato con posibilidades ciertas y amplias de derrotar a Macri en primera vuelta o en un eventual ballotage es Scioli. Sólo él asegura conservar el gobierno, que es el primer objetivo a alcanzar. No es el candidato del kirchnerismo más comprometido, pero es el candidato de los más y el único que suma votos adicionales, porque ha logrado permear los prejuicios de sectores medios que tampoco quieren un cambio regresivo".
La declaración del evitista Valdovinos está lejos de cerrar toda discusión, pero resume algunos de los ejes de discusión.
En el staff de La otra ni siquiera estamos de acuerdo en este asunto, así que lo vamos a discutir hoy a la medianoche en FM La Tribu, 887, http://fmlatribu.com/radio/sd/ o http://fmlatribu.com/radio/hd/