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El cristinismo, los gordos Evítalos y la desventura randazzista

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Andate por tu propio camino / La otra.-radio para escuchar clickeando acá





Hubo una sorpresa esta semana de frenéticos vaivenes en el armado de las listas de candidatos a las PASO: Cristina le ofreció el segundo lugar en la boleta de senadores nacionales por la provincia de Buenos Aires a Jorge Taiana. Era el as en la manga que ella guardaba y terminó por desmoronar la desventura randazzista. Taiana fue canciller de Cristina y se dice que en su momento terminaron peleados. El formó (o ¿forma?) parte de la dirección política del Movimiento Evita, pero desde un lugar netamente diferenciado del que ocupan los gordos Evítalos, Pérsico y Navarro. Más de una vez se le reprochó a Cristina que le mezquinara a Taiana el lugar que por su capacidad, su trayectoria y su rectitud merecía. Siempre se usó el ejemplo Taiana como muestra de la rigidez con que Cristina manejó su construcción política. La propuesta a Taiana para que integre nada menos que su propia boleta se produjo entre la noche del jueves y las primeras horas del viernes. Se dice que Taiana se sintió honrado por la invitación pero propuso ceder su lugar a Randazzo en aras de la unidad del movimiento popular. Cristina lo autorizó para que mediara y se arregló en pocas horas una reunión entre ella y Randazzo que sucedió promediando el viernes. El resultado, más allá de quien lo cuente, es que no hubo acuerdo. Randazzo no aceptó sumarse a la lista de unidad. Todos los trascendidos coinciden en que el malogrado alegó: "No creí que ibas a ser candidata". Según algunos trascendidos (acá viene la parte más cómica de la nota) Randazzo propuso que él aceptaba encabezar la lista de unidad si Cristina retiraba su candidatura. (Risas grabadas). Esa misma tesis sostuvieron con aparente seguridad los gordos Evítalos. Toda su táctica en el armado de la desventura randazzista se basó en el supuesto de que al final Cristina no iba a jugar.





[Imágenes: blog de José Rubén Sentis]

Ahora bien: ¿cuál es la sorpresa? ¿Que Cristina iba a ser candidata a senadora? En este blog, que no cuenta con ninguna fuente remotamente cercana al círculo de Cristina, aseguré el martes después del acto en Arsenal que Cristina era la candidata. Y lo hice con el rubor de quien se "juega" diciendo algo bastante obvio. ¿En qué cabeza cabría que Cristina, después de semejante acto, no había lanzado su campaña? Sin embargo, si uno analiza la prensa mainstream de esos últimos días, se manejaron dudas sobre su postulación hasta último momento. Las dudas, para mí, no tenían el mínimo sostén. Por lo cual me inclino a pensar que esas dudas eran, o bien una muy desatinada expresión de deseos, o bien parte de la operación para insuflar a la desventura randazzista unos días más de sobrevida asistida. 

A veces, desde el punto de vista novelesco, uno tiene curiosidad por meterse en la cabeza de tipos como Randazzo o el Chino Navarro: ¿de veras no tenían un plan B ante la posibilidad de que Cristina jugara? ¿Son tan berretas como para obnubilarse ante una probabilidad de que pase lo contrario de lo que ellos suponían o deseaban? Si les otorgamos buena fe, ellos especularon con que Cristina les armaba la unidad de los intendentes bonaerenses y, en el momento en el que estaban todos calentitos, ella se retiraba a cuarteles de invierno y le cedía esta construcción a Alberto Fernández y los gordos Evítalos. EsTo, con buena fe: es de muy pero muy estúpidos. Si uno advierte que estos nenes hace décadas manejan roscas, estructuras territoriales y presupuestos asistencialistas cuantiosos, que no pueden ser tan estúpidos, entonces debe inclinarse a pensar que son el tentáculo del enemigo que intenta meterse entre nosotros. Básicamente: heredar los votos de Cristina y seguir negociando ventajas relativas con el régimen gobernante. Es, después de todo, lo que los gordos Evítalos y Alberto Fernández vienen haciendo de quién sabe cuándo. ¿O cuándo cambiaron?


De todos modos, el cálculo parece demasiado obtuso: ¿cómo podrían creer que el núcleo duro del voto cristinista, el más fidelizado del país según cualquier consultora, seria o graciosa, iba a integrar un armado que se pensó para apartar a Cristina de la escena política? El gesto de "grandeza" que Alberto F y los gordos Evítalos esperaban era ese: que Cristina nos diga a los que solo nos sentimos liderados políticamente por ella que los votáramos a ellos. ¿En qué cabeza cabe que los cristinistas pudiéramos votar a este engendro? Por eso me inclino por ser mal pensado: no les importa ganar nada, ni las PASO, ni mucho menos las elecciones generales de octubre. Alberto F. y los gordos Evítalos son directos operadores del régimen gobernante.

Los medios del mainstream hoy intentan instalar la tesis: "el oficialismo va unido y el peronismo va dividido en 3". Esa instalación es la puerta de salida del fracaso de la desventura randazzista: necesitan fotografiar a un muerto maquillado para que parezca aún vivo. Y postulan una idea de "peronismo" que todavía surte efecto en parte del movimiento popular: que hay una unidad posible entre los que votaron el pago a los buitres y el pliego de los jueces del 2x1 y la base social cristinista. Un compañero bienintencionado me decía hace unos días: "Néstor decía: 'nos dicen kirchneristas para bajarnos el precio, pero somos peronistas'". Esta frase la dijo Néstor, efectivamente. Pero todo texto tiene su contexto. Podríamos decir, según la retórica nestorista, que esa era su verdad relativa. Yo estoy convencido que la existencia de tipos como Pichetto, Abal Medina, Julián Domínguez o Urtubey desbaratan cualquier intento de agrupar gente bajo el tag "peronismo". De modo que el peronismo no va dividido en 3 en estas elecciones. Los proyectos de los Evítalos, Alberto F., Daer, Massa o Barrionuevo (voy variando los nombres un poco en cada enumeración) son antagónicos con los votos cristinistas. El asunto a dilucidar es en qué lado se encuentra el peronismo. Creo que es una cuestión más para académicos que para la praxis política cotidiana. 

El actual antoagonismo es: elegí entre el régimen gobernante (que incluye a los Evítalos y los Pecetos) o a Cristina, pero no a ambos. Con Cristina hay un movimiento popular que tiene al país en vilo durante días, pendiente de si ella se presenta o no, de cómo sale, de para qué lado se mueve, de qué calla o a quién llama. 



Domingo a la noche: Cambiemos aún no autoriza a sus candidatos a participar en ningún programa político, pero en el comienzo de temporada de Susana Giménez en Telefé la ex del Corcho Rodríguez está junto a Gasalla y Lanata haciendo campaña oficialista. Destacan las calidades humanas, éticas y estéticas de María Eugenia, Lilita, Margarita y la Hormiguita, "todas muy votables" al decir de Jorge con el asentimiento preclaro de Susana. La escena se interrumpe cuando entra Fátima Flores caracterizada como Cristina con cara de odio. Listo, no más. Cambiemos de canal. El régimen está haciendo campaña para el electorado que -suponen correctamente- va a decidir la elección. Es el público de Susana, que no forma parte del cristinismo ni del anticristinismo el que está disponible. La imitación de Cristina es artísticamente mala (hace pocos días Martín Bossi hizo una en el programa de Tinelli, también muy mala). Las clases dominantes argentinas están unidas sin fisuras, con todos los fierros mediáticos apuntando a la línea de flotación de la preconciencia televidente. Un bloque político sin fisuras con varios partidos sin diferencias sustanciales.

Sin embargo, con todo esto así, Cristina es la que concita la atención: los canales de noticias tienen que trasmitir su acto en cadena para no ahuyentar televidentes. Quiere decir que la construcción política de Cristina no solo está prescindiendo del sello PJ y de la Kaja del ANSÉS, sino también que crece cuando los medios dominantes y la corporación judicial la atacan. No pueden dejar de hablar de ella. 

Hay un programa que tiene María O'Donnell en la Televisión Pública (¿todavía se llama así?) que se trasmite los domingos a la noche desde el CCK (¿todavía se llama así?). El programa se llama Ronda de editores y asisten cada semana reputados periodistas de diversos medios, en una proporción de cuatro anticristinistas y uno que capaz no. El programa dura una hora y durante los primeros 40 minutos se las pasan hablando de Cristina, atribuyendo a su rigidez autoritaria que el "peronsimo vaya dividido en tres". (Si no tiene la Kaja, sus fondos están embargados, si no puede amenazar a nadie con cortarle el suministro de nada, ¿en qué se supone que se basa su ascendencia sobre los intendentes del conurbano? ¿con qué látigo les puede pegar ella? Nadie en esa mesa de editores se lo pregunta).

La sorpresa de la semana se divide en dos: 1) Cristina le ofrece la candidatura a Taiana y con eso desmorona el castillo de naipes randazzista; y 2) los gordos Evítalos y Alberto F. aducen que no tenían plan B si Cristina, contra sus anhelos, se presentaba.

Las elecciones pueden resultar de cualquier manera. No hago predicciones sino una descripción de lo que percibo hoy. El resultado de agosto y octubre es altamente imprevisible. Lo que se hizo patente es que la construcción política de Alberto F., los gordos Evítalos y Randazzo los muestra como a una barra de chapuceros que no pueden aspirar a conducir ni un triciclo, ni un poco más a la derecha, ni un poco más a la izquierda, ni más cerca del Papa ni al lado de Judas: son de cuarta.

Miradas en perspectiva, las jugadas de Cristina para estar, como está, en el centro de la escena política se pueden reducir a unos pocos movimientos simples: cuando en abril de 2016 Bonadío la citó a indagatoria en Comodoro Py ella aprovechó la oportunidad para lanzar el "Frente Ciudadano", hoy "Unidad Ciudadana", construcción bonaerense que está en condiciones de derrotar a todo el anticristinismo todo junto. Lo que propuso en abril del año pasado es lo que presentó esta semana.

El anticristinismo: el macrismo, Comodoro Py, Clarín, La Nación, la AEA, la SRA, América TV, Perfil, el massismo, el randazzismo, los gordos Evítalos y en Triunvigato (¿se acuerdan de la CGT?). ¿Les va a ganar a todos ellos juntos Cristina? Ni Dios lo sabe. Pero la posibilidad existe y el régimen, con todos sus tanques apuntando hacia ella, la tienen como el elemento inasimilable, el obstáculo para que el neoliberalismo se afiance, con mil distintos tonos de amarillo. "Cualquiera menos Cristina" resume uno de los empresarios con más poder del país. “El Gobierno advierte que una mala elección podría complicar la economía” dice la tapa de Clarín del jueves: es entre un presagio y una amenaza a sus lectores. Una mala elección quiere decir: si Cristina gana en la provincia.

Massa dice que va por ella, Stolbizer quiere que vaya presa, Carrió tiene cansancio moral porque Cristina sigue libre, Lanata le dice a macri: "che, boludo, ¿por qué no va presa Cristina?". Alberto F. vuelve al ¿peronsimo? para hacernos discutir entre junio y agosto los errores de conducción de Cristina, pensando que ella le va a dar esa oportunidad. Randazzo construye una candidatura porque "pensé que vos no te presentabas".

Para terminar: a mis amigos ¿peronistas? (estoy rodeado de ¿peronistas?). El peronismo, lo que sea que queda de él, no está dividido. No hay un peronismo de Julio Bárbaro, el Momo Venegas, la empresa Covelia, la intendencia de San Martín, el blog de Gerardo Fernández, la panza de los gordos Evítalos y la revista digital No todo es política. Ese amplio arco del anticristinismo no es nada fuera del "anti". Rejuntados se postulan para ser el ala socialcrísticojusticialista del régimen gobernante. Si algo queda del gen emancipador y agonista de aquel peronismo que transformó a la Argentina en una sociedad contenciosa, eso está en el cristinismo. Cristinismo, porque es el movimiento político realmente existente: el pueblo que se siente representado por Cristina y por quienes quieran acompañarla, los militantes, simpatizantes y votantes muy fieles que el randazzismo codiciaba como si fuera transferible. El cristinismo no es el partido del poder. Lo cual implica que aprendió de la resistencia peronista y de los movimientos de derechos humanos que la vida política puede incorporar la experiencia íntima de la derrota sin perder su sentido. Alguien quiso hacernos creer que ser peronistas es ganar como sea. Dele otro lado quedan los que le tienen terror a perder. Tendremos suerte si aprendemos que no hay ningún rincón, que no hay ningún atracadero que pueda disolver en su escondite lo que fuimos. El tiempo está después.

De algo de todo esto hablamos en La otra.-radio anoche, donde también escuchamos el disco Rumours de Fletwwod Mac, de cuya edición se acaban de cumplir 40 años.

Para escuchar la primera parte del programa, clickeen acá

Andate por tu propio camino

Amarte no es algo bueno
¿Cómo puedo cambiar las cosas que sentí?
Si pudiese, capaz te daría mi mundo
¿Cómo voy a hacerlo
si no querés nada de mí?

Podés irte por tu propio camino
andate por tu propio camino
llamalo, si querés, otro día solitario
podés irte por tu propio camino
andate.



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