- Por supuesto que hay que oponerse a este siniestro plan de vaciamiento del cine argentino que ayer lanzaron desde el programa de Majul, Hernán Lombardi y Daniel Santoro.
- Por supuesto que hay que movilizarse con toda la fuerza que enseñaron a tener los pibes de los secundarios.
- Por supuesto que hay que hacer movilizaciones tan grandes como la que se hicieron contra el 2x1 o pidiendo la aparición con vida de Santiago Maldonado.
- Pero los durmieron: Fantino y Feinmann se los avisaron hace meses, una semana antes del BAFICI y que yo recuerde la comunidad cinematográfica hizo solo un poco de bambolla en la apertura del BAFICI y luego dejaron que el BAFICI transcurriera en total normalidad.
- Claro que convocaron a algunas movilizaciones sectoriales al INCAA, escuálidas y sin una militancia potente. Apostaron a que las mentiras que les fueron diciendo Hayek, Avelluto y toda la runfla podían ser ciertas, cuando el macrismo dio en estos dos años de gobierno sobradas muestras de que te duermen con reuniones que no resuelven nada y tiran la pelota para adelante mientras te empoman.
- La comunidad cinematográfica argentina se dejó palmear la espalda en el BAFICI por Javier Porta Fouz y los distintos programadores de ese festival, que son la avanzada del macrismo desde hace al menos una década.
- Cuando se sentían bien tratados por Porta Fouz porque presentaban sus peliculitas en el Village Recoleta o iban a sus fiestas electrónicas en la terraza del Recoleta parecieron ignorar que Porta Fouz en una serie de artículos en HIPERCRITICO, la página de Majul, había lanzado muchos años atrás el programa que ahora se está concretando y se anuncia por otro medio de majul: "Es un problema que se estrenen tantas películas con apenas mil espectadores" "El INCAA no puede seguir subsidiando documentales sobre los derechos humanos y la historia de los años 70". "Las entradas del Gaumont no pueden ser tan baratas". Todas estas tesis que ahora se usan para la gilada en La Cornisa estaban anticipadas por el tipo que les palmeaba la espalda en el BAFICI hace años.
- Quizá la comunidad cinematográfica argentina creyó eso de "te vamos a dejar todo lo que ya tenés y te vamos a dar más". O quizá interpretaron como José Natanson que nos gobierna una derecha democrática y moderna que en su gobierno en CABA mostraba cuánto apreciaba la cultura.
- Quizás la comunidad cinematográfica argentina creyó que porque ya conocía los pasadizos del INCAA solo era cuestión de agendarse los teléfonos de los nuevos funcionarios para que todo siguiera con total normalidad.
- Quizá creyeron que pudieron desarrollar una filmografía prolífica o hacer sus óperas primas con riesgos formales dado su inmenso talento, sin que tuviera nada que ver el proyecto político que define el rumbo del país. Quizá creyeron que la pluralidad, diversidad, libertad para armar proyectos era un don natural e irreversible, no sujeto a la alternancia democrática.
- Quizá peque de susceptible y la mayoría de los cineastas estuvieron durante estos años preocupados por el rumbo del país, tratando de entender la historia de las clases dominantes y del modelo de país que siempre impulsaron cuando llegaron al gobierno por cualquier medio.
- Pero si soy demasiado susceptible, puedo fijarme en el cine que se hizo en estos años de bonanza que se terminaron: unas cuantas películas valiosas, muy pocas realmente jugadas con la tensión política que se vivió en estos años. Es difícil, muy difícil encontrar entre las cientos y miles de películas estrenadas un cuerpo robusto de películas en las que hubiera huellas explícitas de la tensión política que vivió la Argentina desde hace bastante más de una década. Está lleno de películas ombliguistas, de adolescencia tardía, de afirmación vacua de identidad generacional, de comedias juveniles cancheras y melancólicas, de retratos de familia donde los cineastas contaban que con sus papás se llevaban más o menos, de leves traumas neuróticos. Películas en las que era difícil encontrar a la Argentina real.
- El cine argentino de los años prósperos (vistos desde ahora) no se preocupó por la base política desde la que se hacía posible esa producción. No fue capaz de dejar la menor huella de la grieta histórica que desgarra la Argentina no desde 2008 o 2003, sino desde 1810. No hay conflicto político en el 90% de las películas realizadas en Argentina, no hay nada en riesgo. Cuando los cineastas tomaron partido, salvo honrosas excepciones, lo hicieron en sus muros de facebook y no en sus películas. Es difícil que un espectador del futuro comprenda cómo llegó al poder un gobierno negacionista primero y desaparecedor otra vez si recurre a las películas argentinas filmadas en estos años. La comunidad cinematográfica argentina (cineastas, productores, documentalistas, críticos, blogueros) se creyeron la autonomía de la esfera cinematográfica. Y bueno, se acabó lo que se daba: el cine depende de un proyecto de país.
- De poco vale que en vez de ir a ver IT roguemos a nuestros contactos que vayan a ver las 6 películas argentinas que pelean pantalla en el Gaumont y un par de salas más. Eso sería admitir que el futuro del cine debe depender del mercado, que es precisamente lo que el macrismo propone. Es un manotazo de ahogado.
- Cuando se cortan las pensiones por discapacidad, cuando se plantea que hay que acabar con las paritarias libres, cuando se reprime con saña una manifestación pacífica, cuando se denigra a los docentes, cuando se demoniza a los estudiantes secundarios que se involucran en los proyectos de educación, cuando se balea a las comunidades originarias para entregarle los latifundios patagónicos a Joe Lewis, cuando se echaron a los empelados del CCK por ñoquis, cuando se van censurando de a uno a los programas políticos opositores, cuando desaparece Santiago Maldonado y el gobierno cubre a sus desaparecedores, cuando se suben las tarifas de los servicios públicos a niveles exorbitantes, ¿qué te hace pensar que tu peliculita tiene derecho a existir? ¿qué mecanismo sectorial y enajenado te hace pensar que un régimen de fomento cinematográfico puede tener prioridad ante la quita de la cobertura de los medicamentos para los jubilados de PAMI?
- ¿Quién te creés que sos? ¿Fassbinder? ¿Pasolini?
- Ahora hay que hacerse de abajo, las palmadas de Porta Fouz y Fran Gayo, los coctails con Sergio Wolf y las mesas redondas con Fernando Enrique Juan Lima, una reseña favorable de Quintín ya no te van a alcanzar. Vas a tener que hacerte de abajo. Pensar cómo se filma esta época de operaciones, psicopateadas, balas de plomo, convenios de seguridad con Netanyahu, causas armadas por Bonadío y show racistas de Lanata. A ver si en tu película manifestás la bronquita que te produce no tener una vía del financiamiento del INCAA en lugar de un grupo de amigos escuchando una canción de Mi pequeña muerte.
- El 28 hay que ir todos en defensa del cine argentino. El 1 de octubre hay que ir a pedir la aparición con vida de Santiago Maldonado y la cárcel de sus desaparecedores y encubridores.
- Si no lo entendiste, jodete.