Tips para entender la post-turbulencia. Mariano Kestelboim en La otra.-radio, para escuchar clickeandoacá
Para los que hacemos La otra ya nos resulta indispensable invitar cada vez más seguido al economista Mariano Kestelboim. Resulta que el modelo macrista entró en crisis mucho más rápido que lo esperado por todos. Y de pronto atravesamos el otoño en un gran desquicio de los índices económicos, medidos bajo cualquier óptica política. Hoy ya se duda de la viabilidad del proyecto macrista incluso en la mesa de Mirtha Legrand. Mariano Kestelboim nos resulta bastante más confiable e idóneo para entender esto que los voceros oficiales llamaron "la turbulencia". Lo que queríamos saber y le preguntamos a Kestelboim es si es verdad que la "turbulencia" pasó, si era solo una turbulencia y un acuerdo con el FMI nos hará ver una luz al final del tunel. Mientras no sea un tren que se nos viene encima...
Los tips:
- Dijeron "turbulencia" para no decir "corrida". Pero fue la corrida cambiaria en la que históricamente se perdieron la mayor cantidad de reservas en menos tiempo. Once mil millones de dólares en cuatro meses, de los cuales ocho mil se perdieron en solo un mes.
- El primer día de la agudización de la corrida, el 26 de abril, se gastaron más de mil quinientos millones de dólares. El récord anterior en baja de reservas fue antes de las elecciones presidenciales de 2015, cuando se vendieron 630 millones en un día. Pasamos de 630 a más de 1500.
- En medio de la crisis, cambió el timonel. Se tomaron varias medidas que lo evidencian. Sturzenegger ya había agotado todas las herramientas tradicionales para contener el dolar: venta de reservas primero, después subas de tasas de interés y la pesificación de los activos de los bancos. La semana previa Macri ya había anunciado el inicio de las conversaciones con el FMI y también lo había hablado Dujovne. El lunes el gobierno tomó una decisión hábil. Después se supo que el nuevo timonel era Caputo. El tipo de cambio estaba hasta entonces a $23,50. Finalmente la decisión fue dar una señal: "voy a dejar que suba el dolar hasta $25, y más allá de $25 el BCRA pone a disposición 5.000 millones de dólares". Una señal contundente para los que estaban en la duda de si comprar o vender: se les dijo: "compren todo lo que quieran pero en $25 frena". En ese momento nadie sabía cuál era el tope. Fue una manera de resguardar las reservas. Cuando tocó los $25, el BCRA empezó a vender. Pero no tuvo que vender 5.000, vendió 800 millones -cosa que hoy ya nos parece poco, pero el récord anterior había sido de 630 millones.
- No fue la única decisión que tomaron: hubo otra muy potente, la más potente de todas. Las Lebacs estaban en un 30% en manos del sector público, otros 30% lo tenían bancos privados y el 40% restante estaba entre fondos comunes de inversiones (que es como el sector de los bancos) y pequeños ahorristas. Lo que hicieron, con habilidad para salir del paso, fue una jugada muy nociva para el país: les ofrecieron a los bancos la posibilidad de que el capital inmovilizado que tienen, la parte de los depósitos que los bancos tienen inmovilizados en el BCRA a tasa 0, los pudieran utilizar para comprar Lebacs. Esos son fondos que garantizan la solidez del sistema bancario. A partir del lunes, en lugar de tener 0% de remuneración, los bancos pasaron a tener 40%. Eso lo pagan los fondos públicos, o sea todos nosotros, y pone al sistema bancario en situación de fragilidad. Es una astucia para salir del paso. Pero nada de esto es sostenible en un mediano y largo plazo.
- El mensaje de que van a venir otros 30 mil millones de dólares el mercado no se lo cree, eso es para el gran público. Si el acuerdo se concreta, va a tardar seis semanas: eso para la aceleración de los tiempos de la crisis es una eternidad.
- Tenemos un peso que vale un 20% menos que hace un mes. Eso se traslada a la inflación. Se batieron récords en pérdida de reservas. Las tasas por las nubes inducen a un enfriamiento de la actividad económica.
- Nunca fue creíble ninguna meta de inflación: ni el 10% que se aprobó en el presupuesto 2018, ni el 15% anunciado el 28/12/17, ni ninguna de las que se hablaron después. Si el dolar no se les sigue escapando, un 27% o 28% de inflación será muy probable. Vamos a tener el trienio con mayor inflación desde 1990/1992.
- Desde que la "turbulencia pasó", el dolar viene subiendo de a 10 o 20 centavos cada día. Subió en un promedio de más de 1% por día. El mayorista está en $ 25. Es posible que la corrida no haya terminado. El viernes la tasa de EEUU llegó a tocar 3,12 %. Eso sigue siendo una amenaza para la estabilidad de la cotización del dolar. La corrida va a seguir. Vamos a ver cuántas reservas va a perder el BCRA, pero esto no terminó para nada.
- El cambio de la política económica de los EEUU a partir del triunfo de Trump es un factor que complicó los planes del macrismo. Contribuyó a la aceleración de la crisis, a que llegue antes. Es el factor más importante de todos, que limitó la capacidad de captar deuda de Caputo a partir de marzo pasado. Ahí empezó la debacle. Eso se combinó con una sequía mucho más grave de lo que se preveía y con el inoportuno inicio del gravamen de las Lebacs para los no residentes. Los tres factores en simultáneo provocaron la estampida. Algunos grandes jugadores como el JP Morgan decidieron retirarse del mercado fronterizo y volar hacia activos seguros, como los bonos de la Reserva Federal estadounidense.
- Además el macrismo eligió para encarar los problemas estructurales del país un modelo extremadamente liberal, sin ninguna regulación para controlar el flujo de inversiones especulativas. Fue un error para mandarse la parte y mostrarse seguros frente a los mercados. Ellos creían que iban a venir inversiones productivas y financieras. Tuvieron un grado de improvisación muy grande. Es muy difícil que un inversor venga a poner su plata acá.
Estos son solo algunos de los tips que nos marcó Mariano Kestelboim en nuestra charla de anoche en La otra. Hay en el programa bastante más: cómo proteger los ahorros ante eventuales situaciones de crisis (¡la corrida no terminó!), la distorsión del índice inflacionario que no pondera el peso de los consumos de la canasta básica, la puja salarial y la conflictividad social... y hasta hablamos de la crisis de credibilidad de los índices del INDEC durante el gobierno kirchnerista y la presunta eficacia (¿o no?) de la gestión de Guillermo Moreno. ¿El deterioro de la credibilidad del INDEC de Moreno no le dio al macrismo un arma política muy peligrosa para enmascarar su daños?