La otra.-radio del domingo pasado, para escuchar clickeandoacá
Hace unos días publiqué un post crítico de la reciente aparición televisiva de Guillermo Moreno. Ocasionalmente el ex secretario de comercio interior de los gobiernos kirchneristas había aparecido participando en un debate con Myriam Bregman en el programa de Sylvestre en C5N. El eje del debate no era una disputa ideológica entre el peronismo y la izquierda trosquista, sino el ajuste que intenta agudizar el gobierno macrista en medio de su peor crisis económica, política y con una creciente pérdida de popularidad. Solo la torpeza sin límites de Moreno transformó los desgraciados 37 minutos en los que estuvo en el aire en un alarde de prepotencia, macartismo, incongruencias lógicas, reivindicación de algunos de los personajes más degradados del peronismo (Pichetto, Duhalde), gritos y chicanas a través de los cuales logró que se olvidara el motivo inicial por el que había sido convocado y él solito pasara a repudiar la "visión marxista del hombre", a la que opone su "visión católica de ir todos los domingos a misa"; como así también rechazar la idea de la lucha de clases para considerar a los empresarios como trabajadores (?). Cuando los periodistas le reclamaron que se pronunciara acerca del proyecto de ley contra el tarifazo que ya cuenta con la media sanción de diputados, Moreno, en el mejor estilo Fidel Pintos, se puso a sanatear de manera indescifrable para que nadie entendiera lo que decía. Lo que quedó claro es que piensa que solo el peronismo puro (sea lo que fuera que esto es en su turbia mente) puede salvar a la Patria, mientras arrojaba amargas chicanas contra los actuales aliados no peronistas del proyecto popular. Lo que se dice un verdadero piantavotos
Siempre me pregunto a qué se debe la insistencia de Moreno en rechazar la caracterización política del macrismo como neoliberalismo, para afirmar, siempre a los gritos, que se trata de un gobierno oligárquico. Moreno alega, con similar incongruencia que la categoría "neoliberalismo" es usada por los "filomarxistas", mientras que la "doctrina peronista" afirma que el único enemigo son las "mil familias oligarcas". El único fundamento que Moreno exhibe son los gritos con que acompaña este dogma. Entiéndase. No cuestiono el fuerte componente oligárquico del gobierno actual, pero me resulta llamativo el empeño en negar el carácter estructuralmente neoliberal de su proyecto. Hasta el Papa Francisco, con sus críticas al sistema financiero internacional supera largamente por izquierda la tosquedad ideológica de Moreno.
Algunos de los fans morenistas en las redes sociales salieron a defenderlo cuando compartí mi post anterior, afirmando que el concepto "neoliberal" tiene una procedencia europea, mientras que la caracterización de "oligarquía" es de cuño nacional. Lamentable ignorancia la de los tardo-nacionalistas que desconocen que la palabra "oligarquía" también tiene origen europeo, ya que proviene de la civilización helénica, hace 2500 años . Con igual nacionalismo obtuso, los morenistas, Guardianes de la intangibilidad de la doctrina nazional justicialista, podrían impugnar el uso de los números arábigos, la geometría euclideana, el origen sajón de la ley de gravedad, la pura europeidad del catolicismo romano e incluso la procedencia foránea del propio concepto de "nacionalismo". La respuesta más reiterada por los fans de Moreno fue que el posteo de La otra era autoría de un troll macrista o también un trosko (da lo mismo).
La propagación de mi anterior post sobre el papelón televisivo de Moreno sirvió para que los comentaristas de las multitudinarias páginas filoperonistas o difusamente kirchneristas en facebook (que cuentan hasta medio millón de seguidores) salieran a esgrimir concepciones políticas tan rudimentarias como las de sus simétricos opuestos, los repudiados "globoludos". Los facebookeros del Aguante no suelen ser ni más sutiles ni más articulados ni muestran discursos más reflexivos que los comentaristas de La Nación, Clarín o Perfil. Por el contrario, coinciden en algunos curiosos rasgos, como su indesmentible macartismo, un dogmatismo impenetrable a los argumentos y hasta cierto tufillo antisemita.
No todos los comentarios que despertó la propagación del post crítico de Moreno fueron así, también hubo una porción considerable de comentaristas que manifestaron sus reparos al sectarismo y la prepotencia machista del ex Supersecretario. De todos modos, la reacción me hizo pensar qué grado de cerrazón mental aloja una posición pretendidamente nacional y popular. Es como si el deterioro material y jurídico promovido por el régimen macrista se extendiera también a un deterioro neuronal de sus adversarios. El macrismo habría logrado hacer retroceder la discusión política a un estado muy rudimentario, en el que alcanzara con proclamarse a los gritos "soldados de Perón" que defienden a un "Patriota con unos huevos así de grandes" contra el despreciable "zurdaje".
Contrastando con esta indigencia discursiva, afortunadamente esta semana empieza una serie de multitudinarias movilizaciones populares contra el gobierno macrista que convocará a sectores de identidades por suerte tan diversas que confluyen en la acción concreta y no se pierden en los meandros doctrinarios de estos nazionalistas con Aguante.
De esta cuestión estuvimos hablando en la segunda parte de La otra.-radio del domingo pasado, que pueden escuchar clickeando acá. Durante este tramo del programa también hablamos de dos muy buenas películas que están en cartelera. Malambo, el hombre bueno (Santiago Loza) y Lady Macbeth (William Oldroyd). También escuchamos la música de Bob Dylan y Cosmo Jarvis.
Malambo, el hombre bueno (Santiago Loza)
Lady Macbeth (William Oldroyd)