Se vislumbra la cara de un nuevo genocidio: emergencia por la bacteria streptococcus pyogene, mientras Argentina ya no tiene Ministerio de Salud

La bacteria streptococcus pyogene reside de manera asintomática en muchas personas, pero avanza cuando los chicos tienen baja la inmunoglobulina, un cuadro habitual en casos de desnutrición. Los muertos ya son seis y el último fue un bebé de 20 meses de la ciudad rionegrina de Viedma. Acaba de informarse la internación de otro chico de 10 años en Temperley. La quinta víctima había sido un hombre de 40 años de la localidad bonaerense de Pergamino. También dos nenas: una de ellas de seis años en Rosario, y otra de siete en Posadas, Misiones. Antes se registraron las muertes de dos niños en hospitales de la Ciudad de Buenos Aires. Uno de ellos murió en la ambulancia que lo trasladaba desde el Penna hacia el Garraham porque en el vehículo no contaba con un respirador que funcionara.

Todo esto ocurre a una semana de que macri degradara la cartera de Salud, quitándole el rango de Ministerio y bajándola a Secretaría. Es decir: Argentina es hoy uno de los países del mundo civilizado que no tiene Ministerio de Salud. Ayer en el Boletín Oficial anunció que el poder ejecutivo decidió incrementar el presupuesto del Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, y que ese dinero se le quita al Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología y de la Subsecretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de la Secretaría de Salud, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Carolina Stanley. 

Esta posible epidemia que mantiene las guardias de los hospitales colapsadas, con centenares de niños esperando ser atendidos con seis horas de demora, no es una catástrofe natural, sino la consecuencia lógica de las decisiones de distribución de la riqueza e favor de los más ricos. Esta transferencia asesina de la guita tiene responsables con nombre y apellido: macri, vidal, rodríguez larreta.

Los síntomas de infección por streptococcus pyogene son cuadros febriles acompañados por manchas rosadas en la piel, con cuadros respiratorios que suelen derivar en neumonía.

En medio de esta alarma sanitaria, el Hospital Posadas, ubicado en la zona oeste de la provincia de Buenos Aires, en la localidad de Morón, sufrió hoy una nueva ola de despidos por decisión de la gobernadora vidal. Hoy vidal mandó una nueva tanda de telegramas que dejan en la calle a 80 profesionales. Los despidos ya llegan a aproximadamente 1300 en lo que va del mandato macrista. “Están echando a profesionales que no tiene reemplazo y se siente en la asistencia. Están haciendo un desastre”, denunciaron desde la Asociación del Profesionales del hospital. Los trabajadores sostienen que este plan de despidos sistemáticos tiene la finalidad de vaciar y privatizar el hospital. Hoy se despidieron a dos cardiocirujanos infantiles de alta especialización, lo que motivó la renuncia del Dr Christian Kreutzer, Jefe del Equipo de Cirugía Cardiovascular Infantil. Todo su equipo, acompañó la decisión y presentó su renuncia. El Hospital Posadas ya no cuenta con cirugía cardiovascular infantil.

Los médicos del Posadas llaman a toda la comunidad a acercarse el viernes al hospital para defenderlo de su posible cierre. “Si no se le pone un freno esto se va a profundizar, hay un plan para privatizar el hospital e implementar la famosa cobertura universal de salud” dice Luis Lichtenstein presidente de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires.

Fialmente, ya se vislumbra la cara y los nombre y apellidos de un nuevo genocidio.