Hoy es el 100° aniversario de Evita: en la reciente emisión de La otra.-radio (¿el final del domingo? ¿el principio del lunes?) dedicamos una buena parte del tiempo a hablar de esa chica. Lo pueden escuchar clickeando acá
por Laura Marrazo y Alejandro Brain
por Laura Marrazo y Alejandro Brain
Es tan significativa la vida y obra de Evita que, ya no quedan enfoques originales para recordarla. Podríamos hablar de su niñez humilde, de su estigma de “bastarda” de aquella época, de su mamá sentada interminables horas en la máquina de coser… de la Eva que vino con 15 años a Buenos Aires impulsada por el sueño de ser actriz.
Podríamos. Pero todo eso está mil veces dicho.
Ella promovió el reconocimiento de los derechos de la mujer y de los trabajadores, con sus interminables obras en la Fundación que llevaba su nombre, con su participación activa el 17 de octubre de 1945, su compromiso en las campañas presidenciales de Perón.
Las mujeres carecían de derechos políticos y las esposas de los candidatos tenían una presencia pública muy restringida y básicamente apolítica. Desde principio de siglo grupos de feministas, entre los que se destacaron personas como Alicia Moreau de Justo, Julieta Lanteri o Elvira Rawson de Dellepiane habían reclamado sin éxito el reconocimiento de los derechos políticos para las mujeres.
En general, la cultura machista dominante consideraba una falta de feminidad que una mujer opinara de política. Pero Eva fue la primera esposa de un candidato presidencial argentino en estar presente durante su campaña electoral y acompañarlo en sus giras.
Perón venía proponiendo desde 1943 que había que reconocer el derecho al voto de las mujeres pero en 1945 la Asamblea Nacional de Mujeres presidida por Victoria Ocampo y otros sectores conservadores se opusieron enérgicamente, por considerar que era una maniobra electoral y el proyecto finalmente no logró imponerse.
Evita realizó una tarea decisiva para el reconocimiento de la igualdad de derechos políticos y civiles entre hombres y mujeres. Durante su gira europea precisó con claridad su punto de vista frente a esta cuestión:
Este siglo no pasará a la historia con el nombre de 'Siglo de la Desintegración Atómica' sino con otro nombre mucho más significativo: 'Siglo del Feminismo Victorioso'.
El 27 de febrero de 1946, tres días después de las elecciones, Evita pronunció su primer discurso político en un acto organizado para agradecer a las mujeres su apoyo a la candidatura de Perón. En esa oportunidad exigió la igualdad de derechos para hombres y mujeres y en particular el sufragio femenino:
La mujer argentina ha superado el período de las tutorías civiles. La mujer debe afirmar su acción, la mujer debe votar. La mujer, resorte moral de su hogar, debe ocupar el sitio en el complejo engranaje social del pueblo. Lo pide una necesidad nueva de organizarse en grupos más extendidos y remozados. Lo exige, en suma, la transformación del concepto de mujer, que ha ido aumentando sacrificadamente el número de sus deberes sin pedir el mínimo de sus derechos.
El proyecto de ley fue presentado después de asumido el nuevo gobierno constitucional, el 1 de mayo de 1946. La oposición de los prejuicios conservadores resultaba evidente, no solo entre los partidos opositores, sino incluso dentro de los partidos que sostenían el peronismo. Evita presionó constantemente a los parlamentarios para que lo aprobaran, causando incluso protestas de estos últimos por su intromisión.
En 1949, Eva buscó incrementar la influencia política de las mujeres fundando el Partido Peronista Femenino (PPF). En el Partido Peronista Femenino no había distinciones ni jerarquías entre los miembros. Igualdad jurídica en el matrimonio y la patria potestad.
La igualdad política de hombres y mujeres, se complementó con la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida que garantizó el artículo 37 (II.1) de la Constitución de 1949. El texto fue directamente escrito por Eva Perón. El golpe militar de 1955 derogó la Constitución y con ella la garantía de igualdad jurídica entre el hombre y la mujer en el matrimonio y reapareció la prioridad del hombre sobre la mujer en la patria potestad.
Eva Perón estableció una fuerte relación, estrecha y a la vez compleja, con los trabajadores y los sindicatos en particular. Tenía una posición combativa acerca de los derechos sociales y laborales y sostenía que la oligarquía y el imperialismo actuarían incluso violentamente para anularlos.
Consecuentemente, Eva impulsó junto a los dirigentes sindicales la formación de milicias obreras. Poco antes de morir, compró armas que entregó a la CGT.
La Fundación Eva Perón y la ayuda social
La actividad por la cual Evita se destacó durante el gobierno peronista fue la ayuda social orientada a atender la pobreza y otras situaciones sociales de desamparo. Parte de esa tarea fue desarrollada a través del exitoso plan de salud pública que llevó adelante el Ministro de Salud Ramón Carrillo; parte fue desarrollada a partir de las nuevas instituciones de previsión social, como la generalización de las jubilaciones y pensiones; y parte fue desarrollada por Eva Perón desde la Fundación que llevó su nombre.
Al regresar de su gira europea Evita, organizó una Cruzada de Ayuda Social destinada a atender a ancianos y mujeres desamparadas. Evita, no solo empoderaba al pueblo, lo dignificaba.
Ella, la abanderada de los humildes, la madre de multitudes, de los cabecitas negras, los descamisados.