Infancia Clandestina, Calamaros Raros y la Contraofensiva Montonera
Un programa para descargar clickeando acá
por Oscar Cuervo
Desde una mirada ofuscada hasta la necedad o la impotencia para comprender, Quintìn firma en Perfil una condena a la película de Benjamín Avila: "Infancia clandestina no se preocupa demasiado por la decisión de los padres de someter a sus hijos a una vida terrible; por el contrario, trata las derrotas colectivas y las tragedias individuales desde una perspectiva histórica que absuelve culpas y convierte las catástrofes en edificantes y necesarias". (Completo acá) ¿De dónde saca Quintín que la película "no se preocupa demasiado por la decisión de los padres? ¿Cómo mide la cantidad de preocupación que la película le dedica a esa decisión? ¿Qué fundamento tiene la afirmación de que la pelícua "absuelve culpas y catástrofes"? Y, además, ¿de dónde sale la expectativa de que una película pudiera absolver o condenar "culpas y catástrofes"? ´Quintín practica evidentemente una visión eclesiástica de la ficción cinematográfica, de la que espera que juzgue y condene "culpas y catástrofes". Sin pretenderlo, Quintín da testimonio de cierto nivel de embrutecimiento del debate polìtico argentino, más parecido a la caza de brjas de la Inquisición católica que a un intento de comprender expresiones artísticas complejas. Afortunadamente Quintín no da pauta definitiva del estado de la cultura argentina. Es exponente de la cultura cacerolera, nada más.
Desde una mirada ofuscada hasta la necedad o la impotencia para comprender, Quintìn firma en Perfil una condena a la película de Benjamín Avila: "Infancia clandestina no se preocupa demasiado por la decisión de los padres de someter a sus hijos a una vida terrible; por el contrario, trata las derrotas colectivas y las tragedias individuales desde una perspectiva histórica que absuelve culpas y convierte las catástrofes en edificantes y necesarias". (Completo acá) ¿De dónde saca Quintín que la película "no se preocupa demasiado por la decisión de los padres? ¿Cómo mide la cantidad de preocupación que la película le dedica a esa decisión? ¿Qué fundamento tiene la afirmación de que la pelícua "absuelve culpas y catástrofes"? Y, además, ¿de dónde sale la expectativa de que una película pudiera absolver o condenar "culpas y catástrofes"? ´Quintín practica evidentemente una visión eclesiástica de la ficción cinematográfica, de la que espera que juzgue y condene "culpas y catástrofes". Sin pretenderlo, Quintín da testimonio de cierto nivel de embrutecimiento del debate polìtico argentino, más parecido a la caza de brjas de la Inquisición católica que a un intento de comprender expresiones artísticas complejas. Afortunadamente Quintín no da pauta definitiva del estado de la cultura argentina. Es exponente de la cultura cacerolera, nada más.
Por suerte, el cine, sin ir más lejos, se atreve a desafíos más complejos. Lo político aparece, en películas como Infancia clandestina, Papirosen o Tierra de los padres, con un registro de matices, zonas problemáticas, contradicciones, indeterminaciones, apertura y opacidades que estimulan a pensar y a cuestionarse, a revisar las nociones comunes, a comprender antes que a "juzgar, condenar, absolver", que es tan solo la vocación de los sacerdotes, periodistas indignados y televidentes intoxicados. Es notable que dos capacidades tan diferentes como la de los films citados por un lado y la de comentaristas como Quintín por el otro, compartan un mismo tiempo histórico.
En el programa del domigno pasado no perdimos tiempo con Quintín ni con televidentes intoxicados, por suerte. En cambio, hablamos con el director de Infancia clandestina y también con dos ex militante montoneros que alguna vez tuvieron que responder a la invitación a sumarse a la contraofensiva montonera. En ningún momento de la noche se nos pasó por la cabeza juzgar, condenar ni absolver a nadie. Tratamos de comprender.
El audio completo del programa puede descargarse acá.
Creo que todos buscamos lo mismo
no sabemos muy bien qué es ni donde está
oímos hablar de la hermana más hermosa
que se busca y no se puede encontrar.
La conocen los que la perdieron
los que la vieron de cerca, irse muy lejos
y los que la volvieron a encontrar
la conocen los presos,
la libertad.
Algunos faloperos,
algunos con problemas de dinero,
porque se despiertan soñándola,
algunos que nacieron en el tiempo equivocado,
la libertad.
Todos los marginales del fin del mundo,
esclavos de alguna necesidad,
los que sueñan despiertos,
los que no pueden dormir,
la libertad.
Algunos tristemente enamorados
pagando todavía el precio del amor
algunos que no pueden esperar,
y no aguantan más la necesidad
Algunos cautivos de eso,
que no saben dónde mirar,
tengo algunos hermanos
y la chica más hermosa,
la libertad.
Igual que Pappo
me pregunto muchas veces,
dónde esta y no dejo de pensar,
¿será solamente una palabra?
la hermana hermosa
la libertad.