Killing Joke en revista La otra
De naturaleza primitiva (y hasta minimalista) su música parece construida con los deshechos de otras bandas, sin embargo Killing Joke no esconde ningún secreto. Guitarras al frente de ambiente heavy, sin solos, machacantes y por momentos galopantes ritmos tribales. La voz recitando o gruñendo malévolamente o entonando melódica y sentimental. Oscuros, ominosos y penetrantes loops electrónicos o teclados de aires góticos. Son, en esencia, la sustancia que se funde, indistintamente de la época en que fueron grabados, como sedimentos del volcán. Estos desperdicios no son los que suelen sonar en las radios ni tampoco se habla de ellos en las revistas. Killing Joke entonces, como misterio de culto, es algo que vibra en el aire, imperceptible, mientras la música es el volcán que continúa activo. (Continúa en la edición impresa de revista La otra 27, ahora en los kioscos).