El chico de la bicicleta: los Dardenne volvieron a hacerlo. Ver acá y acá. Ampliaremos en La otra (revista) n° 26, marzo 2012.
La cueva de los sueños perdidos: Mientras algunos directores tratan de recuperar el asombro de los espectadores de las primeras proyecciones, cuando aún no se sabía lo que el cine podría llegar a ser, Herzog es mucho más ambicioso: trata de recuperar el asombro por la mirada, por este misterio insondable que significa mirar. Ampliaremos en La otra (revista) n° 26, marzo 2012.
A los 80 años Godard hace su primera película digital: Film Socialismo. Ni film ni socialismo, Jean Luc no ha aplacado su furia formativa: indomable. Ver acá y acá. Ampliaremos en La otra (revista) n° 26, marzo 2012.
El tío Bonmee que recuerda sus vidas pasadas. Apichatpong Weerasethakul, es decir: el cine del siglo XXI. La coexistencia de tiempos en un mismo plano. El mundo encantado. Ver acá. Ampliaremos en La otra (revista) n° 26, marzo 2012.
La piel que habito: un Almodóvar no suficientemente valorado. En su madurez artística, su extraordinaria destreza narrativa y su desborde imaginativo pujan con pasión helada por una forma perfecta. Ver acá. Ampliaremos en La otra (revista) n° 26, marzo 2012.
Yatasto. Al mostrarnos a estos niños carreros en su singularidad, con sus bromas, su bronca, su tristeza, su ansiedad, sus expectativas, la película de Hermes Paralluelo, como por añadidura, interroga a la totalidad del cine, a un cine que raramente ha llegado a mostrarnos a personajes como estos. Ver acá. Ampliaremos en La otra (revista) n° 26, marzo 2012.
Poetry es una de esas películas que no deberían contarse. Es tan sospechoso su argumento y tiene tantas secuencias al borde del ridículo que su triunfo es en verdad admirable. Lee Chang-dong hace un cine de alto riesgo, desmesurado, dramáticamente denso. Ver acá.
Misterios de Lisboa es (junto con la de Almodóvar, pero de muy distinta manera) la que en este grupo de películas contemporáneas lleva la fruición narrativa hasta el límite de lo posible. Un melodrama suntuoso y sinuoso que pende de una voz en off de identidad mutante. Una majestuosa despedida del maestro Raúl Ruiz. Ampliaremos.
Y para terminar, cine rumano x 2: Autobiografía de Nicolae Ceaușescu. Andrei Ujica retoma la vida de uno de los líderes políticos más importantes del siglo XX, su ascenso, su gloria y su caída irremontable. Y lo hace desde el punto de vista de la propaganda oficial. La ausencia de comentarios en off dota a la película de una inquietante sugestión. Ver acá.
Aquel martes después de Navidad, de Radu Muntean. Esta es la Rumania actual, la que nos manda una cinematografía de calidad sorprendente. Los rumanos suelen hacer películas dramáticas atravesadas por una comicidad subterránea. Es la triste historia de una pareja que termina, a la vez que un sutil y gracioso triunfo del amor.
Las sobrevaloradas del año: El estudiante (Santiago Mitre), Ver acá. Y Super 8 (JJ Abrams). Ver acá.
La peor película de los últimos años: El árbol de la vida (Terrence Malick). Ver acá.
Aclaración: en esta selección no se incluyen algunas películas que se estrenaron comercialmente este año en Buenos Aires pero que habían aparecido en nuestra lista del año anterior: Morir como un hombre, Criada, Los labios,