Un spot de campaña y una entrevista radial al autor de El Perro (la entrevista de hace unos meses se puede escucharclickeando acá)
El mejor periodista argentino tiene sus fallos, como cualquiera. Pero ayer tuvo un gran acierto periodístico. Su nota sobre un spot de campaña del PRO que muestra involuntariamente el lado siniestro del candidato "antipolítico" y lee con sagacidad el subtexto de abuso de posición dominante asume un registro poco habitual en sus artículos. Solo con cuentagotas Verbitsky muestra su temible mordacidad en columnas generalmente plagadas de datos duros. Pero el tipo siempre (casi siempre, bah) se destaca por su filosa precisión y por manejar una agenda propia que raramente va detrás de lo que los medios hegemónicos imponen. Por algo somos muchos los que cada domingo esperamos con ansiedad a leerlo.
La de ayer, como dije, se sale de ese registro. Es una nota descriptiva que analiza con precisión quirúrgica el lenguaje corporal de Mauricio en su aproximación a los pobres, donde además quiere hacer aflorar, con muy poca suerte, su lado tierno. El spot es horroroso, porque en línea con una serie en la que se muestra como una especie de santurrón que hace imposición de manos para salvar a los morochos pobres, sin querer, su gestualidad lo muestra manoseando sin respeto a una nena que evidentemente se le resiste, ante la mirada absorta de sus padres. Macri además le compra unas flores del vivero que ella cultiva para poder tener una bicicleta. La mirada del spot naturaliza el trabajo infantil, dejando su marca de clase más evidente.
"Ya te vas a aflojar" le dice Macri a la nena cuando ella quiere escaparse de sus manoseos. Verbitsky acota "Los spots de campaña de Maurizio Macrì ofrecen una simpática visión del trabajo infantil y no registran la sensibilidad contemporánea ante la pedofilia". Está claro que no "acusa" de pedofilia al candidato, sino que registra la falta de delicadeza de los realizadores del spot, o acaso su brutal sinceridad al poner en escena una situación que reúne al dominador con los dominados. El acierto de Verbitsky es su lectura micropolítica en el propio terreno en el que Macri elige mostrarse con los pobres.
La nota, era previsible, se viralizó e hizo conocer el repugnante spot. Yo mismo pude verlo gracias a Verbitsky. Como consecuencia de esta viralización, el debate sufrió un insólito desvío, centrándose en la presunta pedofilia de Macri, a la que la nota de ninguna manera alude; se le criticó también la oportunidad de sacarla a relucir en medio de la campaña. Lo que hace Verbitsky no es una denuncia penal sino un análisis semiótico. Lo que la nota muestra no es nuevo desde el punto de vista político: ya sabemos que Macri es la derecha desembozada. Verbitsky dispara un debate más interesante que esa obviedad: se refiere a la naturalización publicitaria de la opresión clasista, donde se cruzan temas sensibles, como el trabajo infantil y el abuso de menores, en sentido amplio. Por otro lado, gente del kirchnerismo más papista que el Papa, sale a objetar la inoportunidad de plantear estos debates a dos semanas de las PASO. Como si la verdad tuviera épocas de veda. Y como si Verbitsky debiera pensar sus columnas alineado con las estrategias proselitistas del FPV. Desbordando esa función subsidiaria, Verbitsky como periodista no tiene por qué inhibirse de escribir de lo que se le ocurra, no es candidato a nada y los remilgos de campaña no le calzan en absoluto. Por algo es el mejor periodista argentino.
Acá está el ya tristemente famoso spot:
Leyendo la nota y los debates que generó, me acordé de que hace pocos meses le hicimos una nota a Hernán López Echagüe, autor de El Perro, un libro donde su Echagüe habla de y con Verbistky, de las acusaciones que se le han hecho, de los odios que despierta en el campo adversario e incluso en el propio campo kirchnerista y aledaños. La nota con López Echagüe, por un simple olvido, nunca la había subido al blog, así que acá la dejo. Clickeen acási quieren escucharla.