Como el jubilado Rodolfo Estivill, suicidado en el ANSES, Favaloro fue otra víctima de la "depresión"

por Esther Díaz

Corría julio de 2000 y gobernaba Fernando de la Rúa. Un día antes de matarse, René Favaloro fue personalmente a la Casa de Gobierno a pedirle al Presidente que hiciera algo para que su fundación no quebrara, le dejó una carta. Parece que de la Rúa recién la leyó después que se enteró de la muerte. Pami, dirigida entonces por Horacio Rodríguez Larreta * y asesorada por María Eugenia Vidal **, le debía toneladas de dinero a la fundación del inventor del baipás coronario. Para demorar aún más el pago de la deuda quienes hoy siguen gobernando en otras instancias le pidieron a Favaloro que les volviera a presentar a PAMI todas las facturas reclamadas -y obviamente entregadas en su momento-, algunas de 20 años atrás. Lamentablemente ya sabemos qué pasó con Favaloro, quien pudo haberse quedado en EEUU con todos los honores y prefirió venir a servir a este país que le volvía el rostro.

¿Fue depresión? Es muy probable. ¿Cómo no se va a deprimir alguien que está queriendo sostener una fundación médica y se encuentra con la indiferencia y la burla de los responsables del Estado? Pero la posibilidad de que hubiera sido depresión, ¿le resta responsabilidad política a los administradores del Estado, máxime cuando ellos mismos fueron quienes provocaron parte de esa depresión?  ***

Una aclaración para los niños: “político” no es solamente pertenecer a una facción partidaria. Política es estrategia, relaciones de fuerzas, desatención -o atención- de quienes manejan las densas redes del poder hacia los gobernados. Imagino que mis colegas y las personas cultas no necesitan estas definiciones, pero las doy por si alguien que nunca leyó a Marx, Weber, Nietzsche o Foucault todavía no sabe lo que quiere decir “político”.

La similitud con lo que le pidió ANSES al médico Estivill, de 91 años en 2017 es bastante similar (cambiando lo que hay que cambiar) a lo que le exigían al médico Favaloro en 2000. El anciano de Mar del Plata debía llenar y volver a llenar papeles simplemente para lograr que le cambien el domicilio porque se quería mudar a Buenos Aires para estar cerca de sus sobrinas que, ahora, abrumadas por la culpa, le echan la culpa de todo a la “depresión” del tío. Que estuviera deprimido, ¿le quita responsabilidad al organismo oficial que le exige trámites kafkianos a una persona de más de 90 años y, a pesar de que los cumple, no le otorga el beneficio?

Pero increíblemente existen personas que niegan lo obvio. A ver si esta nueva raza de negacionistas encuentra amantes ocultas del médico (como intentaron hacer en su momento con Favaloro) o algún certificado firmado por Manes "validando" que en realidad se mató porque se sentía solo. Como si dejar solo y exigirle certificados imposibles a un profesional que honra al país o a un solitario viejito de más de 90 años no fuera abandono de persona, no fuera un hecho político en toda la extensión del término, no fuera ejercicio malsano del poder a través de las instituciones que se mantienen con los aportes de todos los ciudadanos y no con los dinerillos que los que ejercen el poder (eso es político) tuvieran que sacar de sus bolsillos.