Stornelli, amigo de macri, Angelici, Darío Richarte y Rafa Di Zeo, fiscal de la República
Agosto de 2007: La primera definición decisiva de Daniel Scioli en la provincia para la que fue electo gobernador fue designar a su ministro de Seguridad. El cargo lo ocupó Carlos Stornelli, entonces fiscal federal, quien al asumir pidió licencia en su fiscalía. Scioli elogió la figura de Stornelli: Me gusta contar con una persona como él, con sus valores y su coraje. Stornelli desactivó las reformas que el anterior ministro de seguridad provincial, León Arslanián, había dispuesto en la bonaerense durante el gobierno de Felipe Solá. Stornelli le devolvió autonomía operativa a la maldita y, en lugar de desempeñarse como el jefe que bajaba la línea del poder político, fue considerado por la fuerza como "un policía más". Representó a la bonaerense ante el gobierno sciolista.
En 2009, Luis Arias, juez en lo contencioso administrativo de La Plata, acusó a policías bonaerenses de reclutar menores para delinquir. Stornelli respondió furioso: "Hay un juez que por estos días está teniendo proyección mediática, nos había ordenado por sentencia no subir a los menores a los patrulleros, denuncia pactos de la policía con el crimen".
Ese mismo año Arslanián criticó la complacencia de Stornelli con la bonaerense: "Nosotros creemos que la Policía no se puede autogobernar. Creemos que hay que gobernarla desde la conducción política. Hay una lista muy larga de desaciertos, de contrarreformas y de falta de control del funcionamiento policial" [acá].
Stornelli contraatacó: "Hace muchos años desembarcó una generación de pensadores abolicionistas que cree que se puede tener seguridad sin policías, sin cárceles y sin jueces. La policía de la provincia de Buenos Aires fue denostada, humillada, desmantelada [por Arslanián]. El gobernador Scioli y yo nos encontramos con una policía prácticamente desmantelada".
"Los dichos de este hombre -respondió Arslanián- son tan desdichados como su gestión. Yo me mantuve en silencio todo este tiempo, pero no puedo dejar pasar semejante agresión injustificada, que creo que responde a que a esta gente la cosa se le fue de las manos y tiene el agua al cuello, están desesperados y, lejos de hacerse cargo, salen a buscar culpables. Si este señor Stornelli hubiera usado la energía psíquica que aplicó en romper y desandar la reforma policial en seguir adelante, no estaría hoy ante esta situación que implica haber sucumbido a su propia torpeza y pasividad" [acá].
Stornelli siempre tuvo buena relación con macri y es amigo íntimo de Daniel Angelici, con el que compartió varios viajes al exterior. En 2007, macri, entonces presidente de Boca, creó una comisión de seguridad integrada por Stornelli, el juez Ariel Lijo, los fiscales Raúl Plée y Gerardo Pollicita (todos funcionarios judiciales que hoy encabezan una brutal ofensiva contra dirigentes kirchneristas). Esta comisión era comandada por el ¿ex? Side Darío Richarte, expulsado hace pocos meses de la UBA al trascender su condición de service. Durante su función como ministro de Scioli, Stornelli nombró como asesora a Soledad Spinetto, la esposa de Rafael Di Zeo, barrabrava de Boca, que entonces estaba preso en Ezeiza. Stornelli admitió que el violento barrabrava de Boca era su amigo.
Cuando Stornelli terminó su rol de ministro de Scioli, vuelve a Boca. En este documental de la televisión española de 2015, Rafa Di Zeo recibe un llamado de Stornelli. Di Zeo tenía supuestamente prohibida la entrada a la cancha pero Stornelli seguía manteniendo una fluida comunicación con el barra.
¿Por qué Scioli mantuvo por tanto tiempo en su cargo a Stornelli?
En 2009 el ministro recibió graves cuestionamientos por la ineficiencia policial mostrada para encontrar los restos de la familia Pomar. Un artículo publicado en La Política Online, titulado Las razones ocultas de la supervivencia de Stornelli en el gabinete de Scioli decía que el entonces gobernador "le expresa [a Stornelli] un respeto que roza el temor. Lo que más lo inquieta es la represalia que el ministro podría tomar ante una salida poco elegante, si a su partida le sigue el final de su licencia como fiscal federal, un fuero donde recaen la mayoría de las causas que investigan a los políticos. La frialdad de Stornelli para condenar a sus ex padrinos políticos tiene un antecedente de peso: fue él quien en 2001 llevó adelante la investigación que tomó el juez Jorge Urso para condenar a prisión a Carlos Menem. Difícil garantizar que no actúe igual con un dirigente que lo haya maltratado".
En 2009 el ministro recibió graves cuestionamientos por la ineficiencia policial mostrada para encontrar los restos de la familia Pomar. Un artículo publicado en La Política Online, titulado Las razones ocultas de la supervivencia de Stornelli en el gabinete de Scioli decía que el entonces gobernador "le expresa [a Stornelli] un respeto que roza el temor. Lo que más lo inquieta es la represalia que el ministro podría tomar ante una salida poco elegante, si a su partida le sigue el final de su licencia como fiscal federal, un fuero donde recaen la mayoría de las causas que investigan a los políticos. La frialdad de Stornelli para condenar a sus ex padrinos políticos tiene un antecedente de peso: fue él quien en 2001 llevó adelante la investigación que tomó el juez Jorge Urso para condenar a prisión a Carlos Menem. Difícil garantizar que no actúe igual con un dirigente que lo haya maltratado".
Finalmente, los malos resultados de la gestión como ministro de seguridad bonaerense hicieron que Scioli decidiera desplazarlo, excusándose en la unificación de los ministerios de Seguridad y Justicia, que quedaron bajo el mando de Ricardo Casal (proviniente del sistema penitenciario bonaerense, quien merecería otro capítulo de estas tramas de la derrota popular).
Stornelli, desplazado por Scioli, volvió a su fiscalía. Y al año siguiente a Boca. Desde entonces empezó a operar en planes desestabilizadores contra el gobierno de Cristina. En enero de 2015, después de la muerte de Nisman, se presentó "espontáneamente" ante la fiscal Viviana Fein. Lo que entonces aportó a la causa: "Mi percepción es que [Nisman] estaba asustado". Nada más. Pero fuera de la causa, encabezó la marcha de los fiscales del 18 de febrero de 2015, que adjudicaba al gobierno kirchnerista el presunto asesinato de Nisman.
En julio de este año, en el marco de la causa de la minera Río Turbio, Stornelli pidió el desafuero y la detención de Julio De Vido, objetando los convenios que el ex ministro firmó con la UTN. Hasta el día de su detención, De Vido nunca había sido indagado por estas acusaciones. Este video que incluyo a continuación explica en qué consiste el proyecto de Río Turbio, por qué la acusación de Stornelli es arbitraria y cómo distorsionan los medios la información sobre el proyecto.
No existe hasta ahora en la causa una pericia que demuestre que los convenios con la UTN hayan sido por valores superiores a los que cobra una consultora privada ni que haya habido sobreprecios en la compra de bienes. Cuando asumió el gobierno macrista, el nuevo interventor de Río Turbio pidió al ministerio de hacienda los fondos para continuar con los acuerdos, avalándolos de hecho. Durante todos los años que estuvo en marcha los presupuestos del proyecto eran aprobados por el Congreso Nacional, muchos de cuyos integrantes votaron esta semana el desafuero de De Vido. Si el proyecto merece ser investigado, debería haberse respetado el derecho a defensa hoy vulnerado.
Cohetes a la luna
De Vido respondió a todos los requerimientos del poder judicial y nunca intentó fugarse. Sin embargo, Stornelli fundamentó su pedido de desafuero y detención con la excusa de que De Vido "está en condiciones de entorpecer las investigaciones en su contra, ya que conserva relaciones e influencias para obstaculizar las medidas de pesquisa". Una vez detenido, Stornelli sugirió a la defensa del ex-ministro que se acoja a la figura del arrepentido. Es decir: Stornelli apunta más arriba: la detención intempestiva quiere inducir al preso a declarar contra Cristina, como vociferan los propios operadores mediáticos oficialistas.
El desafuero aprobado por la Cámara de Diputados y la prisión preventiva sin motivos que la justifiquen funcionan como un arma para despojar de sus cargos a legisladores opositores elegidos por el pueblo, al que de esta forma también se priva de su representación democrática. Y es también una sombría advertencia para otros legisladores de la oposición, librados al arbitrio de mayorías circunstanciales que consientan avasallar el derecho de las minorías. La cuestión de fondo no es la inocencia o culpabilidad de De Vido sino el respeto a la presunción de inocencia. Esta ruptura del orden jurídico fue avalada incluso por diputados de la izquierda trosquista que algún día podrían sufrir en carne propia idéntica persecución por otros motivos, si el régimen forma las mayorías requeridas.
Los medios oficiales, que actúan coordinadamente con jueces y fiscales, ya anuncian más desafueros de diputados opositores. El establishment económico, político, mediático y judicial se encarga gradualmente de "mandar en un cohete a la luna" (como deseó macri hace poco) a los argentinos que osen obstruir los cambios drásticos que el actual régimen pretende imponer sobre la estructura socioeconómica del país. Elestado de derecho se extingue a un ritmo cotidiano y sostenido, hasta naturalizarse la anomalía. El respeto a las instituciones declamado por la derecha y sus medios cuando eran opositores al kirchnerismo fue solo una burda excusa para desestabilizar al gobierno anterior. En el poder, esta misma derecha no se detiene ante ningún freno institucional.
Una pregunta me sigue dando vueltas: ¿por qué Stornelli fue sostenido durante tanto tiempo por Scioli al frente de la Bonaerense?